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- ¡Cretino! - A pesar de las cadenas, Eloise se había levantado con dificultad de su asiento. Un par de guardias la detuvieron sujetándola por ambos brazos antes de que pudiera atacar al duque, se había estado conteniendo demasiado ante sus gélidas palabras.- Fingiste quererme.

- Yo siempre te he querido. - respondió William sin inmutarse, como si no tuviese miedo de la rabia en los ojos de la morena. Ni vergüenza alguna ante la escena que ambos estaban causando frente a los testigos.

- ¿Cómo puedes decir eso? Acabaste con lo más preciado de mi vida.

- Te quería solo para mí...

Su máscara había caído. Susurró algo que logró que la mandíbula de la chica cayera al suelo.

- ¡Eres un monstruo! - es lo que la escuché decir antes de ser interrumpida por el juez.

- Guarden silencio para que continuemos la sesión. Pido respeto, estamos en un tribunal. Señor, Fointaine, continúe su relato.

- Uno de mis hombres asesinó a Abigail Dalton por accidente. - aclaró jugando con sus manos. - La habíamos amenazado de muerte para que se aleje de Eloise, funcionó hasta que pidió que nos reuniéramos... Declaró en sus aposentos que no solo le diría toda la verdad a Eloise, sino también al estado.
Le ofrecimos dinero para que se quedara callada, pensábamos que llegaríamos a un acuerdo pero intentó atacarme y Peter, un soldado novato impulsivo, le disparó sin pensarlo por lealtad a mi persona. - soltó todo de golpe, como si sintiera genuina culpa por aquello. - Me hubiese gustado impedirlo, ordenarle que no ensuciara sus manos pero lo hizo.

- ¡Capturenlo! - gritó la acusada con los ojos llenos de lágrimas.

- No podemos hacer eso, fue en defensa del duque. Solo siguió órdenes. - El juez parecía agotado del drama.

Sir William vocalizó un "Lo siento" en dirección a Eloise, ella negó con la cabeza.

- Bueno, ya resolvimos que mi cliente es inocente con respecto a la muerte de la señorita Dalton. - interrumpió Vincent poniéndose de pie otra vez. - Quiero hacerle unas preguntas a la señorita Bonnet si me lo permite, su señoría.

— Adelante.

— Cuando encontró el cuerpo de Abigail Dalton...

— Yo no lo encontré. — repitió Eloise en un tono bajo pero firme.

— Los registros no mienten. — dejó caer el papel en la mesa frente a la joven que no se había movido del lado de su abogado. — Usted realizó la llamada a la Policía Nacional de Francia.

— No recuerdo nada de eso.

Vincent se desesperó, comenzó a gritarle a la cara.

— Deje de mentir, usted presenció el disparo del soldado y asesinó a Antonio Fontaine en venganza, ¿no es así?

Eloise se recargó en el respaldar de su silla, recorrió la sala con sus ojos marrones antes de sonreír de lado.

— Parece que usted es un abogado realmente bueno. Así fue.