Los ojos entrecerrados de Vincent cambiaron a estar muy abiertos y sin parpadear ante la respuesta que había obtenido, no esperaba que la señorita Eloise Bonnet confesase tan fácilmente luego de haberse encargado de llorar como una Magdalena durante las últimas dos horas. Incluso Phillip, el defensor otorgado a la acusada, estaba tirando ansiosamente de su ropa.
— ¿Qué acaba de decir?
— Escuché el maldito disparo y cuando llegué, los soldados estaban huyendo de su hogar. Vi al Duque y entendí todo. — Las lágrimas en sus mejillas ahora eran de rabia. — Abigail murió en mis brazos.
La madre y hermana de Eloise estaban completamente anonadadas, en sus rostros se leía que no entendían lo que estaba sucediendo y sinceramente, yo tampoco lo hacía.
— Eloise Bonnet, ¿acepta entonces que usted le mintió a la policía en su declaración y asesinó a Antonio Fontaine? — interrumpió el juez, quien parecía estar tejiendo teorías en su mente.
— Quería venganza. Acepto que alteré mi confesión pero, ¿quiere saber la verdad? Eso obtendrán si me liberan. — extendió los brazos para señalar sus muñecas con el mentón.
— Es una potencial asesina, no podemos liberarla.
— Está bien, está bien. Pero al menos los pies. — pidió realizando un puchero, ¿quién era esta nueva versión de Eloise que jugaba con el juzgado?
Increíblemente el juez accedió a liberarle los tobillos de las cadenas y ella pudo levantarse para colocarse en medio de la habitación.
— Su señoría, Abigail Dalton nunca me hablaba de su familia, siempre decía que estaban fuera de la ciudad. Por ello tuve que investigar por mi cuenta y descubrí que Abigail no estaba celosa del Duque, lo odiaba por las rivalidades de ambas familias. — su voz era lo único que sonaba en esas cuatro paredes, todas y cada una de las personas la estaban escuchando con suma atención. — George Dalton, el papá de Abigail, conocía el secreto más oscuro de la familia Fontaine y quería usarlo de motivo para quitarles el poder.
— ¡Callen a esa muchacha! — la madre de William había alzado la voz.
— Así que William, no digas que la asesinaste por mí. Lo hiciste para encubrir a tu padre, ¡que todo el mundo lo sepa!
— ¡Ya te dije que yo no la maté!
— Oh, ¿decir que mandaste a alguien a asesinarla te hace sentir menos culpable?
La tensión era tan visible como el rubor en las mejillas del duque, como si solo estuvieran ellos dos y los demás hubiésemos desaparecido.
— Orden, por favor. Prosiga, Lady Eloise.
— Obligué a Abigail a decirme la verdad, ella te odiaba porque tu familia le quitó propiedades a la suya solo para demostrar su poder, dejando a miles de personas sin trabajo. — se volteó completamente para observar al Duque. — Planeábamos quitarle el título sin alguna consecuencia porque yo confiaba en ti, pensé que éramos amigos. No iba a hacerte daño hasta que me la arrebataste. — enterró las uñas en sus palmas, su rostro estaba enrojecido de la furia. Pareció recordar que estaba en un juzgado, por lo que respiró antes de hablar. — Sus padres estaban aquí en Versalles la noche en la que ella murió, ya no podían quitarles nada más así que tomaron la vida de su hija porque los Dalton amenazaron con quitarles el cargo a la familia Fontaine y tus padres solucionaron todo con una llamada, ¿verdad? Ahora el soldado Peter debe estar en otro continente y libre de culpas. Así que no, no lo hiciste por estar enamorado de mí.
— Le debía lealtad a mi familia, Eloise. — habló por fin el susodicho. — Pero mi cariño hacia ti nunca fue una mentira, las cosas que te confesé...
— Ya nada de eso importa, Sir William. Yo también mentí, me comprometí contigo solo para ser una espía para los padres de Abigail. Ellos me advirtieron que no haga ninguna tontería pero no pude evitarlo, quería acabar contigo, lo admito. Corté la maldita soga para que cayera sobre ti, así esos bastardos perderían a su hijo también. Ojo por ojo.
— Entiendo los motivos de la familia Dalton, pero, ¿usted? Mi familia a usted no le hizo nada.
— ¿Nada? Mi padre era uno de los trabajadores que perdió el empleo en esa lucha de propiedades, siempre fuimos pobres pero nos manteníamos hasta esa crisis, él no podía con la presión de tener tres bocas que alimentar con lo poco que obteníamos de sus apuestas.
— No puede culpar a mi familia por las adicciones de su padre, Eloise.
Esta vez sí perdió la compostura y con la frente en alto, espetó:
— Tal vez si hubiera mantenido su trabajo de salario mínimo, yo seguiría teniendo un padre.
— Eloise Bonnet acaba de confesar haber realizado los asesinatos de Antonio Fontaine y el empleado Lewis Holt.
Busqué con la mirada al señor Chapman, leí en su rostro lo evidente, se sentía tan tonto como yo por haber creído las palabras de la acusada con los ojos cerrados.
— No, como dijo mi madre, yo estuve con ella la noche del asesinato de Lewis. Pero sé quién lo hizo. — La morena ya no tenía timidez alguna en el cuerpo, se expresaba con sed de venganza. — La familia Fontaine ordenó que lo asesinaran porque iba a revelar su gran secreto.
— Es claramente una mentirosa... — intentó interrumpir el padre de William, pero el juez no lo dejó.
— ¿De qué secreto habla, señorita Bonnet?
— Me alegra que pregunte. El señor Albert Fontaine le fue infiel a su esposa con una de sus empleadas, la niñera de sus hijas, a quien empujó por las escaleras cuando se negó a abortar el hijo que había sido producto de su amorío.
Monique observaba a sus padres como si hubiese visto un fantasma, al parecer ella no estaba al tanto de su situación. William tiró de su brazo para hacer que saliera de la sala, ella se negó a dejar su asiento.
— ¿La empleada mencionada se encuentra bien?
— Perdió al niño y la familia Fontaine planeaba enviarla fuera del país.
— Nada de eso es cierto. — El padre del duque le hablaba al público intentando salvar su reputación. — Los Dalton inventaron todo eso para quitarme el cargo.
— Dígamelo a la cara, Albert. — George Dalton se levantó de su asiento al lado del Señor Chapman, había pasado desapercibido junto a su esposa. El ex duque se había quedado helado al ver a su rival. — No solo te quitaremos el puesto, sino que estás acusado de adulterio y doble asesinato.
— Aquellas muertes, el sirviente y tu hija. No las cometí yo.
— Fueron bajo tus órdenes, no en defensa de tu familia. ¿Me estoy equivocando, señor juez?
— Para nada. Señor Fontaine, queda bajo arresto.
La pequeña Monique lloraba en los brazos de William, quien solo tenía odio en sus ojos para la acusada.
— No cante victoria, señorita Bonnet. Usted es declarada culpable de sodomía y asesinato.
No respondió, asintió extendiendo los brazos para que se la llevaran, observó por última vez a su familia y se dejó guiar por los guardias que la habían estado jaloneando en toda la velada. Había perdido pero sentía paz porque pensaba que sus acciones le habían hecho justicia a Abigail y a su padre. De algún modo era cierto pues al fin y al cabo, solo ellas sabían la verdad de los hechos.
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「 𝘪𝘳𝘳𝘦𝘢𝘭 」❲ 𝘸𝘭𝘸 ❳
Mystery / Thrillerfrancia, 1770 ; el duque de versalles no es capaz de ver que su prometida está enamorada de una mujer que busca asesinarlo. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ [completa] - playlist en bio.