QUE EMPIECEN LAS VACACIONES
Me desperté sumamente acalorada, las vacaciones habían llegado y mi vida escolar no había sido del todo excelente como yo lo había planeado.
Respire profundo y deje todos esos pensamientos fuera de mi cabeza y proseguí a levantarme.
Pase al tocador y mejore un poco mi aspecto y baje al comedor notando que mis primos ya estaba ahí.
Mis primos se estaban quedando en casa ya que mi madre considero que era agradable pasar unas buenas vacaciones.
—Buenos Días—dije sin mucha emoción en mi voz
Mis primos seguían siendo muy tímidos a decir verdad así que solo asintieron a mi saludo, lo dejé pasar en cuanto me di cuenta que apareció Lupe, ella era como la nana en casa, hacía el que hacer, nos alimentaba y nos cuidaba como una más de la familia
—Buenos Dias, niña ¿desayuna?—preguntó,
No me había fijado de lo hambrienta que me sentía hasta que la escuché y vi la comida sobre la mesa, había huevos, fruta, cereales, café y jugo.
Con una sonrisa asentí.
La mañana se pasó algo aburrida aunque la relación con mis primos iba mejorando, lo mejor de mi tarde era cuando salía a al local de la zona comercial de mi vecindario era entonces donde me encontraba con mi adorable Rachel.
—¡Heeeeey, nena—dije con grito chillon corriendo a su encuentro y abrazándola.
Rachel era una joven linda, alta a mi parecer, tenia curvas marcadas y un trasero de ensueño todo hay que decirlo, su rostro era lindo, con pómulos que la caracterizaban y una sonrisa linda, su piel de porcelana resaltaba a la luz del sol.
Su risa resonó cuando me abalancé sobre ella y me saludo devolviendo el abrazo.
Empezamos a hablar, diciendo cualquier tontería para reinos a carcajadas, con el paso de unas horas se asomaron tres de nuestras vecinas que cabía aclarar que de mi agrado no eran, pero Rachel era muy amable como para no dar siquiera un saludo, eran demasiados egocéntricas a mi punto de vista, entonces pasaron como si fuera Regina George y sus dos musas frente a nosotras mientras yo revolee mis ojos, Rachel solo se decidió a reír en lo bajo.
—Todo el mundo te desagradada últimamente mi querida, Lilah—dijo algo risueña.
Nunca había sido de tantos amigos, es que yo no era nada sociable pero agradecía las pocas amistades que tenía.
—¿Que dices?, pero si es que yo amo a todo el mundo, me cae bien todo el mundo, te juro que ellas me agradan—dije sarcastica—me desagrada su egocentrismo, su forma de ser, moverse, hablar, reír, bueno ¿que te digo, Rachel?—le dije haciendo una mueca rara con los labios, ella solo río dándome un manotazo en la cabeza.
Y entonces llamando la atención se empezaron a mover y llamar la atención, movían las manos intentando arreglarse los cabellos, riéndose y murmurando.
Dina una de las tres, que era baja, con nariz respingando, medio delgada y con un cuerpo poco esbelto, empezó a saltar, Heather que era la más voluptuosa de ese trío solo se arréglaba el cabello y reía con superioridad, si es que tenia que marcar su territorio como no—revolee lo ojos a ese pensamiento— pasando a ver a Erika era voluptuosa de pechos grandes y era algo baja de tez morena, ella solo se destacó hablando fuerte diciendo quien sabe que porque mis oídos no escuchaban nada proveniente de ellas.
Así que me dediqué a ver a Rachel que también las miraba con una sonrisa burlona y el ceño fruncido.
—Pero ¿y a estas que mosco les pico?—dije medio bajo.
Entonces Rachel abrió más los ojos y entre abrió la boca, y como poco curiosa que era volteé a donde mi amiga veía y entonces lo vi.
Había escuchado que se había mudado una familia de nuevo a la vieja casa que rentaba donde una antigua familia amiga de la mía se había mudado, pero no sabía que alguien así se mudaba.
Un ruloso, de piel morena clara con un hoodie y unos shorts flojos estaba entrando al local tomando un Red Bull se podía ver desde donde estaba su musculatura, era grande y se veía claramente lo bendecido que fueron con su cuerpo, se asomó a la caja y empezó a ordenar.
Es que ya entendía la locura de esas tres.
Entonces cómo si hubiera sentido mi mirada volteó encontrándose con mis ojos, quise mantener la mirada y verme fuerte ante esos ojos penetrantes, pero en el momento que guiño un ojo y esbozo una media sonrisa en los labios, mi cuerpo se estremeció, no pude hacer más que intentar calmar la electricidad en mi cuerpo y me enfurecía responder así ante alguien que nisiquiera conocía así que lo vi con indiferencia y volteé. Rachel ya no venia más para donde estaba él.
— ¿Y ese quien sera?—dije sin importancia.
Rachel me vio cómo ojos grandes
—Ay, por amor a Dios, Lilah ¿pero tú en qué mundo vives?— dijo con voz alta a lo que yo solo me encogí de hombros haciendo un gesto infantil
—Se mudaron hace unas semanas, ya lo había visto algunas veces cuando iba al mall, ya sabes cuando mamá me lleva, me lo había topado varías veces, pero no me acerco, es muy... intimidante—dijo mi amiga sonrojada.
Oh sí, había olvidado ese detalle, Rachel era la hija de la ama de llaves de la casa de mi mejor amiga, sus padres son un encanto y por ello, adoptaron como una hija más a Rachel dandole la oportunidad de crecer en el mundo de los Caputo.
Nuestro vecindario era conocido como "The corner" un nombre no muy elegante como sus casas y familias, pero a cuentas era el lugar de los más poderosos del País o tenían puestos bastante buenos para permitirse vivir aquí.
Mi fortuna venía de mis padres que eran médicos, dueños de fundaciones grandes como «Sonrisas» o «Te regalo un deseo» siendo bastante exitosas y que si daban la ayuda prometida, eso hacía en parte ver muy poco a mis padres en casa.
Pero volviendo a lo que estaba.
Entonces sin más y con atrevimiento me pongo de pie, la toma del brazo y le digo
—Vamos, vas a hablar con ese hombre, deja esa vergüenza Rachel porque sabes que no va conmigo.
Rachel se paró a duras y caminé un poco para quedar a vista de él lo suficientemente cerca para que nos viera y escuchara.
Cuando estaba frente a él, toqué si hombro y volteó a verme se arriba a abajo, enserio me sentí asustada, ¿por que siempre ganaba mi impulsividad?
—¡Hey tú!—dije
Él se señaló con el dedo, asentí dando a entender que si lo había llamado a él. Sin darme cuenta de lo que había hecho realmente me alzo la mano en seña de que esperara y Rachel solo apretó mi brazo y me preguntaba que hacía.
No había notado que el trío de engreídas nos estaban viendo estupefactas a lo que alce mi mano enseñando mi dedo corazón y dando una sonrisa recta.
Cuando volteé de nuevo esperando el momento que ese hombre hablara el estaba recibiendo una porción de papas, una hamburguesa y un licuado.
Cuando volteó de nuevo dio un paso hacia mi.
Y de pronto todo en mi se quedó estático.
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Y bueno, acá el primer capítulo de esta historia, no es el mejor, mi imaginación va un poco lenta, pero espero les guste la primera parte, conforme vaya subiendo espero vayan tomando cariño a esta historia, trataré de alargar un poco los capítulos y que sean interesantes para no aburrirlos, ¿Que opinan ya del chico misterioso?
En lo personal ya lo quiero, pero siento que traerá muchas consecuencias que Lilah lo haya conocido.Me despido
BesosXOXO
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No te pido amor
Teen FictionLilah Piamonte, era una joven decepcionada de sus aventuras amorosas, la última la había dejado destrozada, pero había encontrado remedio a su corazón en Bastiaan, su actual novio. Su vida era plenamente relajada, aprendía a sobrellevar el dolor ocu...