Capitulo 2

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SENSACIONES

Estaba demasiado cerca de mi, mucho, demasiado. Nisiquiera se que rayos digo, solo se que incluso si altura me llega a intimidar, pero trato de no demostrarlo cuando da un mordisco a su hamburguesa y después de tragar me habla:

—¿Me llamaste?—fue entonces que las palabras se van de mi boca. No puedo creer que ese hombre tuviera semejante voz, es ronca pero sensual que incluso me eriza la piel.

Pero trato de espabilarme pronto y pestañeo varias veces, desconcertada por su actitud y me recuperé enseguida.

—Nooooop— le digo con sarcasmo

—Hmh, bueno entonces me devuelvo a mi comida

Muy bien, Lilah, siempre haciendo el ridiculo frente a los guapos.

Rachel deja salir un chillido de vergüenza, las tres engreídas también ven la escena atentas a cualquier tipo de humillación al que pueda estar envuelta

Hablo rápido antes de que se aleje y mi grito lo hace darse la vuelta otra vez

—¡Oh! Eso, si bueno es que me desconecte por un momento, mucho gusto. Yo en realidad venía a darte la bienvenida por ser un nuevo cliente y aprovecho a presentarte a mi amiga y a este trío de entrometidas que te están viendo con la baba por el suelo—señalo a las entrometidas—bueno en fin, ella es mi amiga Rachel y yo soy Lilah, somos los vecinos más cercanos, mi casa es la loft frente a la tuya —le informo

—Hey!—responde este dirigiendo su vista y alzando una ceja al trío de entrometidas, que por supuesto las deja rojas como tomates.

De nuevo voltea a mi y luego a mi amiga que esta quieta de los nervios, el se acerca a ella dándole un beso en la mejilla

—Hola, soy Adonis Urtado. ¿No nos hemos visto ya, antes?—pregunta pensativo.

Rachel nerviosa pasa un mechón de su cabello atrás de su oreja y asiente

—Creo que nos hemos topado algunas veces en el mall—dice en voz baja, cosa que enserio me sorprende ya que a pesar de que Rachel es más tranquila que yo, nunca deja su valentía sin relucir.

Él solo asintió y volteó a verme

—Bueno ¿y tú?, no piensas presentarte cómo se debe—dice con una sonrisa de lado, cuando estaba lista para insultarlo como me ordenaban mis impulsos, Rachel me apretó mas el brazo haciéndome reaccionar, entonces tranquilamente lo vi

—Ya me había presentado pero cómo estabas más ocupado prestando atención a todo menos a lo que decía, no veo necesario presentarme de nuevo—respondí.

Pero como siempre Rachel no me dejaba ser tan descortés a lo que dio un paso adelante mostró su linda sonrisa y dijo

—Adonis, te presento a mi amiga y vecina, Lilah— él se volteó a verme y me tendió la mano cosa que me desconcertó, alce la vista para verlo y noto mis desconcierto alzando la comisura de su labio en una sonrisa de lado, lo hacía por molestarme, el idiota sabía lo que estaba haciendo

—Lilah... ya había escuchado antes ese nombre pero no recuerdo dónde—susurró más para él.

Luego de pensárselo respiro profundo

—Bueno ya que ustedes señoritas interrumpieron mi momento de reflexión del día que les parece si pasamos un rato la tarde juntos, soy nuevo aquí y me gustaría poder convivir un poco por acá, no es mucho de mi gusto estar encerrado en las cuatro paredes de esa casa.

Rachel como nada le dijo que estaba bien, a lo que yo me dedique a sacar mi móvil sin darle importancia y me dedique a pasar los todos los posts de Tohay para entretenerme ya que Adonis y Rachel se tomaron enserio el conocerse y hablaban relajados.

Cuando me quise dar cuenta ya eran casi las 6:30 de la tarde a lo que me dirijí a Rachel

—Hey, Rach, es tarde tú abuelo ya no tarda en pasar.

El abuelo de Rachel era poco sociable, siempre había sido así, aunque conmigo gracias a Rachel era más suelto y hablaba más, había llegado a un acuerdo con él para que la dejara vernos por las tardes pero había un horario al que la señorita ya debía estar adentro.

Rachel abrió los ojos viendo el reloj en su muñeca y de un salto se levantó de la grada donde estaba sentada

—Rayos, Lilah, se me había olvidado, bueno los dejo, ¿sales mañana, Adonis?. Acostumbramos a ir por unas chocolatadas en la tarde, cuenta que conoces más la zona—dijo mi amiga algo apurada.

Yo abrí grande los ojos viéndola indignada ya que era una tradición nuestra desde que nos habíamos conocido, entonces me vio con una cara de "Por favor, no te enojes"

Asentí sin más rindiéndome y esperando la respuesta de él que no me había dado cuenta que me miraba con el rostro medio divertido como si hubiese notado mi enfado, así que sin dejar de verme respondió

—Será todo un gusto ir con ustedes, Rachel, solo avísame la hora en un mensaje para estar listo—dijo a lo que Rachel sonrío emocionada sin darlo mucho a notar pero la conocía tan bien que sabía que quería saltar en un pie.

—Bien, Lilah, encárgate de agendarlo a tus contactos luego me lo pasas para comunicarme con él.

Luego de eso me abrazo y se fue corriendo a su casa.

Y sin más proseguí a levantarme para caminar hacia mi casa, ya era tarde y también debía entrar a ver cómo estaban mis primos que se habían quedado jugando a quien sabe que en mi IPad a lado de mi hermano, pero entonces una mano fuerte me tomo por el brazo volteándome a hacia él.

—¿Quien dijo que te podías marchar?—me dijo con una seriedad impresionante.

¿Que carajos?

—Perdona que tengo un papá nada más y nisiquiera sigo sus órdenes, así que si me disculpas me voy, y hazme el favor de soltarme que me lastimas, grosero—dije con los dientes apretados de nuevo, pude ver cómo apretaba los dientes porque su mandíbula se marcaba más.

¿Hicimos lo mismo?

—Bien, lo lamento, es solo que me recuerdas mucho a alguien de quien me han hablado. Me tomo por sorpresa que me presentaras a tu amiga, es agradable para pasar el rato.

Por alguna extraña razón me enoje, ¿que mierda pasaba por mi cabeza? Si a penas lo acababa de conocer.

Entonces sacando fuerza de voluntad, resople y me solté de su agarre.

—Buenas noches, Adonis, no me jodas con tus calenturas.

Sin más que decir lo escuché reír y me dirigí a mi casa.

No te pido amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora