4: Hold me tight

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10 de Abril de 1962
Narra John:

Nos encontrábamos en el tren rumbo a Hamburgo, para pasar una segunda temporada ahí. Amábamos esa ciudad, además de que tenía unas inmensas ganas de volver a ver a Stuart.

La última vez que hablé por teléfono con el, hacía tres días atrás, fue para comentarle las buenas nuevas:

¡A que no adivinas!—dije en cuanto me atendió.—¡Brian nos consiguió una audición con una compañía discográfica!

—Oh John ¡Eso es increíble! Ojalá les vaya muy bien.

Estamos tan felices... cuando volvamos de Hamburgo haremos la audición nos aceptarán y le callaremos la boca a los de Decca por habernos rechazado.

Ya lo creo, esos tontos se van a arrepentir—dijo mi amigo riendo.

Mandale mis saludos a la rubia, y dile que nos espere con una deliciosa cena, en tres días iremos para allá.

Muero por verte John...—en eso, mi amigo calló un segundo y pude oír una queja viniendo de el.

¿Stu? ¿estas bien?

Si si si, no es nada. Últimamente me duele un poco la cabeza, pero es la migraña.

Okay...no se porqué tenía un mal presentimiento.—Nos vemos pronto amigo.

Adiós John, aquí los espero.

Y colgó.

Estábamos sentados yo al lado de la ventana, Paul delante mío y George a su lado.
Pete vendría dentro de unos días.

La brisa acariciaba mi rostro. Miraba a la nada pensando en muchas cosas. Paul leía una revista y George se comía un sándwich.
Cada tanto miraba a Paul de soslayo. Nuestro distanciamiento seguía igual y ya era difícil ocultarlo a los demás. En varias oportunidades Brian y George me preguntaban si pasaba algo y yo simplemente les decía:

"—Paul esta concentrado en sus cosas personales, pero todo esta bien"

Nada estaba bien.

De tanto pensar, me cachó mirándolo. Pero en lugar de apartar la vista, simplemente se me quedó mirando. Nos miramos a los ojos por largo rato. Simplemente eso. Nos comunicábamos con la mirada.

—Te quiero—me dijeron sus ojos.

—Y yo a ti—le respondieron los míos.

Ya había comenzado a tener la sospecha de que el recordaba lo del beso. Y se que el sospechaba lo mismo.

Estábamos en nuestra intensa y confusa mirada, cuando el "estomago sin fondo" Harrison nos interrumpió.

—Ehm...chicos...en 10 minutos llegaremos a Hamburgo.

Automáticamente Paul bajó la mirada. Puto George...

—¿Y nos avisas 10 minutos antes? ¿Enserio?

George rodó los ojos.—Bueno disculpa, la próxima vez no te aviso nada así nos perdemos.

—¿Crees que no se llegar a Hamburgo, colmillitos?

—No me llames así.

—Tengo que ir al baño—dijo Paul levantándose y saliendo del compartimiento.

—¿Y a este que le sucede?—comentó George mirándome.

—Dijo que quiere ir al baño, ¿no lo oíste?

Baby... it's you [McLennon - Starrison]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora