11: Hello Goodbye

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22 de Julio de 1962
Narra Ringo:

Mi vida dio un giro de 180° en el último mes.

Acepté unirme a la banda aun no muy convencido. Si no teníamos éxito quizás con el dinero podría abrir una peluquería de damas.

Los chicos me recibieron gustosos y ya estábamos grabando un disco. Incluso me ofrecieron cantar una canción. Acepté peinarme el cabello como ellos. A demás me rasure la barba. No me quedaba mal. Me gustaba mi nuevo cambio.
Ellos de verdad eran muy muy amables, sobre todo George.

Ese chico me traía loco. Me encantaba. Era tan hermoso, inteligente, divertido...

Por si se lo preguntan, soy homosexual. Muy poca gente lo sabe y prefiero que se quede en secreto. Pero realmente George me gustaba mucho...

El 18 de Junio fue el cumpleaños de Paul y lo recibimos en el estudio tirándole un balde de agua fría, lo que le hizo ganar un lindo resfriado. Aun así la pasamos bien.

Todo era muy divertido, pero había un pequeño problema...

The Cavern.

Las chicas que venían a vernos tocar amaban a Pete, y a mi por supuesto que no.

Llegó la noche. Era la primera vez que tocaríamos conmigo en la batería y estaba muy nervioso.
Los chicos me daban ánimos diciendo que todo estaría bien, pero yo presentía que no. Sabia que algo malo pasaría.

Y pasó.

En cuanto subí al escenario las persona comenzaron a gritarme cosas horribles.

—¡¿Dónde esta Pete?!

—¿Quien es este narizón?

—¡Queremos a Pete Best!

—¿Que hacen vestidos con trajes?

—¡Pete vuelve!

George apretó los puños y gritó por el micrófono:

—¡Dejenlo en paz! ¡El es 10 veces mejor que Pete! Y al que no le gusta ¡larguese!

Fue suficiente como para que un fan alcanzara a aventarle un puñetazo en el ojo a Geo.

—¡George!—gritó Paul corriendo a socorrerlo.

Me levanté de la batería rápidamente y entre los tres, logramos sacarlo bajo el abucheo de toda la caverna.

—¡Todo por Ringo!—gritó George alzando el puño haciéndome reír.

Los cuatro fuimos rápidamente a mi casa, que se encontraba mas cerca y senté a Geo en mi cama.

Los chicos nunca habían venido a mi casa y me daba un poco de vergüenza, puesto que mi hogar no era lo que se dice un lujo.

—John, ve al refrigerador y trae hielo por favor. Y un trapo.—John asintió y corrió hacia mi pequeña cocina.

—¿En que estabas pensando?-preguntó Paul al ver que a Geo ya se le comenzaba a poner morado el ojo.

George no contestó.

John volvió con un trapo con hielos adentro. Con mucho cuidado se lo coloqué a Geo en el ojo.

—Gracias...—fue lo único que pude decirle. Estaba sonriendo.

—Ni me lo agradezcas Ringo yo...no soportaba que esos tontos te dijeran esas cosas.

No pude evitar pasar mi pulgar por su mejilla aun sosteniendo el trapo con hielo.

John y Paul miraban la escena con algo de ternura.

Baby... it's you [McLennon - Starrison]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora