18: Help parte 2

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Narra George:

A pesar del paso de los días, no terminaba de acostumbrarme a esa horrible estadía. Sabía muy bien que los tipos no se atrevían a dejarme ir sin cobrar ni un solo centavo.

No tenía la cuenta de cuantos días habian pasado, puesto que a mi habitación no entraba luz. Era horrible, tenia hambre, sueño, me sentía sucio y me dolía el estomago.

—Pronto haremos la llamada—oí decir al jefe.—Pediremos 50.000£ por él.

Era ridículo. Brian no tenía todo ese dinero.

—Iré a descansar, te toca vigilarlo "hammer"

Ese era el apodo que le daba a su ayudante número 2. Al primero le decía "silver" y él mismo se hacia llamar "Maxuell" Curiosos nombres.

"Maxuell's silver hammer" recuerdo haber pensado una vez haciéndome reír con amargura. Sonaba bien.

Oí como Hammer se sentaba detrás de mi celda. No era la primera vez que lo hacía.

Mi mente comenzó a funcionar muy rápido. No podía dejar que esa cruel gente hiciera gastar todo ese dinero a Brian. Era mi última oportunidad de escapar.

—¡Pst! Hammer...

—Cierra la boca.

—Solo escuchame. Sacame de aquí por favor...

—¡Callate! Me meterás en problemas.

Suspire y me senté en la pared. Luego de un largo silencio, la voz de Hammer llegó a mis oídos.

—Lo siento muchacho...pero tengo una hija que alimentar y necesito ese dinero. Lo siento mucho.

Por alguna razón, eso me tocó el corazón.

—Yo también tengo familia—dije.—Mis padres, mis hermanos y mis tres increíbles amigos que ya los considero parte de ella.

—¿Ustedes cuatro se llevan bien?-preguntó Hammer.

—Claro que si. A veces discutimos pero...los hermanos hacen eso a veces.

—Eso es muy tierno—dijo.—Mi hija a veces es algo terca. Tiene 13 años y ya esta entrando en la adolescencia. Es difícil ¿sabes? Pero la amo demasiado.

—Entiendo. Paul dice que yo soy su hermanito menor pero a veces parece que es al revés—dije sonriendo.

Hammer rió.—Por cierto, escuché su disco. Es muy bueno. A Emily, mi hija, le encanta. Ama a Ringo.

Sonreí. Ringo...

—Hammer, ¿cual es tu nombre?

—William. Pero todos me dicen Billy.

—Billy, ¿tu que sentirías si te arrebataran a tu hija?

—Me sentiría... Perdido. Devastado. La buscaría hasta en los lugares mas imposibles. Se que tus amigos deben sentirse así.

—¿Podrias ayudarme Billy?

Hammer, o Billy, suspiró. Cuando ya creía que no me ayudaría, oí como la cerradura hacía clic y vi como se abría la puerta.

—¡Rápido antes de que Maxuell o Silver vuelvan!

Me levanté y salí de la celda.—Prometo hacerle un concierto privado a tu hijita.—Dije.

Billy sonrió feliz y me acompañó hasta la salida hasta que...

—¡A dónde creen que van!

El mundo se vino abajo.

Baby... it's you [McLennon - Starrison]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora