En la cubierta de un buque hay una especie de tienda colgada de ricos tapices. Al principio estará completamente cerrada en el fondo; una estrecha escalera al lado conduce al casco del buque. Isolda, echada en un pequeño lecho, oculta su cara entre las almohadas.
- Brangania mira a un lado por encima del buque teniendo levantada una colgadura.
Escena I
Voz de un joven marinero
(La voz parece descender de lo alto de un mástil).
La vista se espacia hacia poniente; el buque marcha a levante. Fresco sopla el viento hacia la patria. Niña irlandesa ¿dónde estás? ¿Hincha mis velas el soplo de tus suspiros? ¡Sopla, vientecillo sopla! ¡Ay, hija mía! ¡Muchacha irlandesa, ¡oh tú, esquiva y graciosa niña!
ISOLDA (estremeciéndose). ¿Quién se atreve a burlarse de mí? (Vuelve la vista en torno suyo con hosca mirada.) ¿Eres tú, Brangania? Dime ¿dónde estamos?
BRANGANIA (a la puerta de la tienda). -A poniente se elevan zonas azules; el buque anda suave y rápidamente; con mar en bonanza, sin peligro, antes de la tarde tomaremos tierra.
ISOLDA.-¿Qué tierra?
BRANGANIA.- Las costas de Cornualles. ISOLDA.-¡Jamás! ¡Ni hoy, ni nunca! BRANGANIA (deja caer el tapiz, y aturdida de sorpresa, se acerca rápidamente a Isolda).- ¿Qué oigo señora? ¿Y por qué?
ISOLDA (hablando consigo misma, con exaltación).¡Raza degenerada, indigna de los antepasados! ¿Dónde perdiste madre tu poder de dominar? ¡Oh arte servil de la hechicera, que sólo prepara balsámicas bebidas! Revélate a mí, poder intrépido, levántate del seno en que te ocultaste. ¡Auras tímidas, oíd mi voluntad! Marchad al combate y estruendo tempestuoso, al furioso torbellino de tempestades desencadenadas. Apartad del sueño a este mar delirante, despertad del fondo su rencorosa furia; mostradle el botín que le ofrezco; des- pedace este buque altivo y trague sus rotos fragmentos. ¡Y a vosotros, oh vientos, os dejo en recompensa lo que en él vive, lo que alienta!
BRANGANIA. (llena de espanto acude presurosa a Isolda).-¡Cielos! ¡Desdicha! ¡Accidente que presentí! ¡Isolda! ¡Señora! ¡Corazón querido! ¿Qué me has ocultado por tanto tiempo? Por tu padre y por tu madre no derramaste una lágrima; apenas saludaste a los que se quedaron: fría y muda partiste de la patria, pálida y silenciosa en la travesía, sin comer, sin dormir, locamente perturbada, inmóvil y perdida. ¿Cuánto he sufrido viéndote así sin que de nada te sirva y estando a tu lado como extranjera? ¡Oh, dime qué te da pena! Habla, di qué te atormenta. ¡Señora Isolda, queridísima amiga, descansa en Brangania, si ha de tenerse por digna de ti.
ISOLDA.-¡Aire! ¡Aire! ¡Ahógaseme el corazón!... ¡Abre de par en par! (Brangania abre precipitadamente las colgaduras del pabellón).
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Tristán e Isolda (Ópera)
RomanceLa historia del amor "involuntario, irresistible y eterno" de Tristán e Isolda, que se prolonga durante toda la vida e incluso después de la muerte, atrajo con fuerza, ya desde sus inicios, a quienes la escucharon. El destino trágico de aquellos dos...