Escena VII - Caballeros, escuderos y marineros.

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KURWENAL y
los anteriores
(Las colgaduras se abren de paren par. El buque esta lleno de caballeros y marineros, que desde a bordo hacen señas de alegría a la parte de la orilla. A poca distancia se
distingue un peñasco coronado por un castillo.)
BRANGANIA (a las mujeres que salen del interior del buque a una señal que hace).- ¡Aprisa, el manto! ¡Los adornos! (Se precipita entre Tristán e Isolda.) ¡Desventurados, levantaos! ¿Sabéis dónde estamos?
(Sin que Isolda lo advierta la cubre con el manto real. De ¡aparte de tierra se oye cada vez más claro el sonido de los clarines.)
TODOS LOS HOMBRES.-¡Salve! ¡Salve al rey Marke! ¡Rey Marke, salve! KURWENAL. (adelantándose con viveza). -¡Salve, Tristán! ¡Héroe feliz! Allá en la barquilla se acerca el rey Marke con brillante servidumbre de palacio. ¡Ah, y cuánto le alegra el trayecto para rendir homenaje a la novia! TRISTÁN.-¿Quién se acerca?
KURWENAL.-El rey.
TRISTÁN.-¿Qué rey? LOS HOMBRES.-¡Salve, rey Marke! (Tristán vuelve hacia la tierra sus ojos fijos y sin pensamiento.) ISOLDA (turbada, a Brangania).-¿Qué pasa Brangania? ¿Qué son esos gritos?
BRANGANIA.-¡Isolda! ¡señora!
ISOLDA.-¡Ah! ¿qué bebida me diste?
BRANGANIA (con desesperación). - La bebida de amor.
ISOLDA (mira con terror a Tristán). -¡Tristán! TRISTÁN.-¡Isolda!
ISOLDA.-¿Debo vivir? (Cae desvanecida en sus brazos.)
BRANGANIA (a las mujeres). -¡Socorred a la señora!
TRISTÁN.-¡Oh delicias llenas de perfidia! ¡Oh felicidad consagrada por el engaño!
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LOS HOMBRES.-¡Salve al rey! ¡Salve a Cornualles! (Algunos saltan por encima de bordo; otros han arreglado un puente, y todos indican con su actitud la próxima llegada de aquellos a quienes esperan, cuando cae rapidamente el telón.)

Tristán e Isolda (Ópera) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora