Durante los cuatro días siguientes Gema aguantó el comportamiento extraño de Cassie, se guardó las preguntas y la curiosidad y apoyó a su amiga cada vez que necesitaba esconderse de alguien. Pero eso había llegado a su fin, en este preciso momento ambas estaban escondidas en el cuarto del conserje y Cassie mantenía callada a su amiga con una mano cubriéndole la boca. Gema gruñó frustrada sin entender como habían acabado en una situación así, por lo que desesperada, quitó la mano y se cruzó de brazos.
–Tenemos que hablar.
–¡Oye! –la regañó en un susurro, llevó un dedo a sus labios indicando que guardara silencio.
–Apenas salgamos de aquí, me contaras todo.
–Lo mismo para ti –Cassie suspiró derrotada, pero aprovechó su secreto para obtener información a cambio.
Cuando Axel se fue, las chicas salieron como si nada y caminaron hacía el viejo árbol de hojas hermosas y se sentaron a sus pies dispuestas a revelarse mutuamente sus secretos. Tal vez así se sacaban un peso del hombro.
–¿Lista? –Gema esperó la respuesta de Cassie, pero se limitó a asintir –uno, dos, tres...
–Me acosté con Axel.
–Me acosté con Nickolas.
Ambas se miraron sorprendidas y se dejaron caer contra el grueso tronco que olía bastante bien. Cada quien proceso lo que había dicho la otra y, después de dar un suspiro, Gema se apresuró a contar todo y luego, Cassie lo hizo. Contentas, cambiaron el tema por uno trivial sin saber lo que ocurría en ese momento en los vestidores de hombres. Dos chicos discutían con ferocidad y, al terminar de dar sus argumentos, se besaron desesperadamente.
–¿Qué harás en las alianzas? –Le preguntó a Cassie.
–Tendré que llevar un estúpido cartel que dice "Me prostituyo".
–Cassie –Gema frunció el ceño pensando en que habrá querido decir su amiga con eso –¿es el cartel de "un beso por un voto"? –la chica asintió dándole la razón –no seas exagerada.
–¡Tú no sabes la cantidad de labios que existen! ¡Terminaré contagiándome de algo! –hizo una mueca de solo imaginarlo.
–Estaré allí y me ocuparé de que solo te toquen chicos de tus gustos –Cassie sintió un remordimiento por dentro, queriendo gritarle a montones a su amiga que en sus gustos pasados no habían chicos, si no chicas. Pero el pasado era solo eso, algo que ya está atrás.
–Vale, asegúrate de que sean solteros, no quiero líos –divertida, soltó una risotada, pero se calló al ver como Gema bajaba la cabeza, bastante identificada con su broma –puedes golpearme.
El sábado llego con rapidez y Gema estaba muy emocionada por salir con Aiden, se alistó como nunca antes lo había hecho. Se puso el vestido negro que se había comprado hace un tiempo por su cumpleaños. Ya era hora de estrenarlo con su novio. Con un cosquilleo recorriéndola, se calzó unos tacones hermosos de color azul oscuro y una ropa interior que, según ella, era bastante provocativa y no debatía eso. Ella tenía mucha razón.
Clöe no hallaba donde meterse cuando Nickolas salió de la ducha. Al verla dejó salir un resoplido de frustración pues, como siempre, no estaba lista. Sin querer pelear, se alistó en silencio ignorando el desorden que dejaba Clöe.
Aiden se detuvo frente a la casa de Gema, se bajó y tocó el timbre con nerviosismo, pensando si esta sorpresa le gustaría. En sus años de relación jamás había visto a la familia de su novia. Gema quedo petrificada en su habitación, se asomó por la ventana y al ver el auto de Aiden gritó con horror. Bajó rápidamente justo cuando su padre aparecía por la cocina.
–Ya me voy –le dio un sonoro beso en la mejilla.
–Que te vaya bien hija –sonriente, observó a su pequeña irse no sin antes ponerse una chaqueta y colgarse el bolso al hombro.
Gema al salir, empujó con fuerza a Aiden para evitar que su padre lo viera, más bien, que él viera a su padre.
–¿Qué sucede?
–Ya vámonos.
Nickolas conducía con los pensamientos rodeándolo y Clöe miraba a la ventana ignorando su batalla interna.
Cuando ambas parejas llegaron al club para mayores de edad, Gema pasó con facilidad pues solo fue necesario que Aiden mostrará su identificación.
«La seguridad me mata»» pensó con sarcasmo adentrándose en la fiesta. Por un momento olvidó que venía con Aiden así que por inercia se dirigió a la barra.
–¿Ya habías venido? –pestañeo extrañada al escucharlo.
–Jamás he venido –mintió apartando la mirada de él.
Después de pedir, bebió su vaso hasta el tope de Ron bajo la atenta mirada de su novio, el cual tenía un vaso con jugo de naranja.
–No sabía que te gustaba –comentó.
–No sabes muchas cosas –susurró Gema.
Se levantó y tiro de Aiden hacía la pista de baile, dónde dejó en claro que bailar era otra de las cosas que él no sabía sobre ella.
Nickolas dejó de sonreír al ver a Gema, pero esta al verlo, en cambio, sonrió aún más y, dispuesta a tener su atención total, fue bajando pegada al cuerpo de Aiden e hizo un pequeño twerk para luego subir moviendo sus caderas de un lado a otro, con sus manos recorriendo el cuerpo de su novio. Nickolas la observó boquiabierto, pero se vio obligado a prestarle atención a Clöe.
–Tengo que ir al baño –Aiden le besó la frente y corrió, o lo intentó entre tantas personas.
Gema suspiró y negó de un lado a otro. Sintió un leve toquecito en su hombro y se giró para ver quién era.
–Tadeo –feliz de verlo, lo abrazó y besó su mejilla.
–Te veo algo desanimada hermosa, por suerte para ti, tengo la solución –apuntó a un grupo de chicos y chicas que fumaban con disimulo en un rincón.
–¿Me darás un porro? –Tadeo asintió de inmediato.
–Vamos.
Nickolas miró de reojo donde, se suponía, debía estar Gema. Como no la encontró comenzó a buscarla con dificultad y la vio fumando con un compañero de su clase.
–No puede ser –apartó a Clöe y le susurró al oído una rápida excusa.
Se levantó sin esperar respuesta y empujó a todos hasta llegar donde la morena.
–Gema –la aludida lo miró y le entregó el porro a Tadeo quien miró su profesor totalmente petrificado.
–¿Qué quieres? –se dio la vuelta y comenzó a caminar hacía la salida del club, pero no alcanzó a seguir, Nickolas la acorraló contra la pared, dejando ambas manos a cada lado de su cabeza.
–¿Por qué has fumado eso?
Divertida y algo mareada, ladeó la cabeza y atrajo a Nickolas tirando de su camisa, se colocó de puntillas acercando sus labios a los de él, los rozó de una manera tentadora y se alejó para poder responder.
–Porque te da unos orgasmos increíbles.
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Belle petite [+16]
RomanceEstá claro que todos deseamos lo prohibido. Algunos nos arriesgamos a alcanzar ese deseo, y otros se conforman con ese vago pensamiento. Gema Anderson desea lo prohibido, ¿se arriesgará? ¿O se conformará con sólo ver a su sexy profesor? ADVERT...