Belle petite [+16]

V E I N T E

–Pero miren quién despertó.

Cassie sonrió de oreja a oreja al ver a su amiga despierta, sana y salva. Se acercó a ella y le plantó un beso en la frente con brusquedad, causando un leve dolor en Gema que la fulminó con la mirada.

–Sofie –la morena estiró los brazos y tomó a la pequeña de cabello castaño claro.

Nickolas contempló la escena, saboreó cada segundo dando por sentado que esa niña era su hija. Cuando Cassie se acercó a saludarlo, él le pidió en voz baja que les diera un tiempo para conversar a solas, la chica asintió sin pensarlo mucho y se llevó a Sofie para que no los molestará.

–Gema, quiero decirte algo importante.

–Adelante.

Nickolas relamió sus labios y se arrodilló lentamente. Gema se sorprendió ante aquel acto y se le quedó mirando como si de un fenómeno se tratará.

–¿Acaso me pedirás matrimonio? -preguntó con sorna pero se calló al ver que Nickolas la miraba con reprensión.

–Quiero pedirte disculpas y me sales con esa vaina.

–¿Aún no lo entiendes? –Gema volcó los ojos –yo te perdoné hace mucho tiempo guaperas.

El pelirrojo hizo un ademán de levantarse pero decidió permanecer arrodillado, demostrando lo arrepentido que estaba como mejor se le daba. Dándole el poder a Gema.

–Creí que me odiabas, renuncié a ti y luego... en los pasillos te dije palabras muy hirientes.

Se quedaron mirando a los ojos, en ellos se podía palpar la felicidad de ambos por haberse reencontrado. Gema estiró su mano entonces y cuando Nickolas la tomó, se levantó y se aferró a ellas, sin querer dejarlas otra vez. Sus manos, sin duda, eran el lugar más seguro que puede existir.

–¿Por qué me perdonaste? –quiso saber de pronto, con la curiosidad creciendo en su interior. Él buscó algo en su memoria que pudiera darle una pista, pero sólo encontró un vacío inmenso, uno que pertenecía a los dos años sin estar con ella, con la única mujer que logró calentar sus sábanas, encender su alma y acelerar su corazón.

–Porque te amo, y siempre lo haré profesor.

Nickolas se levantó conforme, sintiendo un gozó en su pecho por las dulces palabras de la morena. Se acercó a la cama y después de rodearla con sus brazos, besó su cabeza con mimo y olió su cabello disfrutando del rico aroma a frutilla que el emanaba.

–¿Te puedo hacer una pregunta? –Gema frunció el ceño, pensando de qué podría tratarse, pero solo asintió –¿esa niña es mi hija?

Para sorpresa de Nickolas, la morena se apartó de él con la cabeza gacha emitiendo pequeños sonidos, cuando levantó su rostro dejó ver una enorme sonrisa, las carcajadas emanaron de su boca e incluso unas cuantas lágrimas se escaparon.

–¿De dónde has sacado esa idea tan loca? –siguió riendo pero el pelirrojo dio un paso atrás, extrañado.

–¿Entonces no es mi hija?

–Claro que no, a menos que te hayas acostado con Cassie.

El chico proceso las palabras y al entender, se quedó estático en su lugar. «No es cierto».

–¿Esa niña es hija de Cassie?

–Claro que sí –Gema calmó su risa al recordar algo importante –ha intentado contactar al padre durante dos años, pero se largó.

–Qué patán, abandonó a su hija –escupió con enojó.

–Nickolas, ¿aún no entiendes? Sofie es hija de Axel, tu hermano.

Después de que todo se calmará, ella se dispuso a contarle la historia desde el principio. Del revolcón que tuvieron, de la relación que no funcionó cuando Axel decidió irse de la noche a la mañana, de cómo lidio sola con Sofie e intentó contactar a Axel pese a su abandonó.

–No entiendo, ¿por qué querría decirle al idiota de mi hermano sobre Sofie? Él la dejó.

–Para una madre no existe orgullo si se trata de su hija. Cassie quiere darle la oportunidad a Sofie de tener un padre, y a Axel de saber de su existencia.

Cuando Nickolas iba a decirle algo, la puerta volvió a sonar y por ella apareció Cassie.

–¿Ya puedo estar con mi amiga?

Nickolas asintió y besó los dulces labios de su morena. Con confianza, cogió a Sofie en brazos y salió dejándolas solas.

–¿Tan rápido se arreglaron, mujer?

Gema no dijo nada, en su lugar palpo un costado de su cama, acto interpretado como un "tenemos que hablar". Cassie se sentó en un pequeño hueco y su amiga le contó sobre Ivan, el hijo de Axel y Clöe. Cassie escuchó todo con calma, pero no se esforzó en ocultar sus sentimientos, al contrario, lloró por un buen rato entre los brazos de su amiga. Se sentía ahogada, herida, dañada y rota. Ella era una chiquilla que sólo quería ser feliz junto a su primer amor, pero las cosas no salen siempre como se planean. Sólo se que al final, todos debemos soltar, dejar ir y olvidar.

–¿Aún le contarás a Axel?

–Claro que sí, es su derecho saber sobre Sofie, haya él que hará después –respondió dejándose limpiar el rostro por Gema.

–Ahora ve con tu pequeña, y dejame gozar de mi maestro.

Cassie volcó los ojos ante su descaro, le besó la frente y salió de la habitación. A los pocos segundos un Nickolas sonrojado entró cerrando la puerta a sus espaldas.

–En cuanto salgas de aquí, juró que tendremos a una mini Gema.

–¿Y ahora que te ha picado? –la morena se removió incómoda.

–Me picó la envidia.

Mientras discutían por el futuro nombre del bebé que aún ni se engendraba. Cassie estaba sentada afuera, enfrentando su vida como mejor podía, como madre.

–¿Cassie? –la chica buscó al dueño de la voz y al ver a Axel cerró los ojos con fuerza, insultando a Nickolas de mil maneras. Axel la convenció para hablar en la cafetería y entre una plática incómoda, se atrevió a preguntar sobre la niña que cargaba en brazos. Cassie no le dio vueltas al tema, le confesó la verdad con lujo de detalle y cuando acabó, Axel estaba destrozado. La había dejado para no tener problemas por estar con una menor de edad, pero en su lugar, terminó causándole daño.

–Hablaré con Clöe, sólo quiero ser sincero contigo, yo te quise mucho durante su momento, pero ahora la amo a ella. Quiero que lo entiendas Cass.

–Lo entiendo, sólo esperó que ames a Sofie como amas a Ivan.

Axel torció el gesto y miró a la pequeña que ahora estaba entre sus brazos.

–Eso ni lo dudes.

|F I N|

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