Estaba parada fuera del centro comercial, a escasos dos metros de la puerta, llevaba un vestido corto, zapatillas de piso y el cabello suelto.
-¡ay cabrón!- Alexa se paró en seco -mira dónde la viniste a encontrar... ¿quieres que nos vayamos?- me preguntó mientras miraba fijo a Luna.
-No- respondí muy segura -¿te pido un favor?- comencé a caminar- ten- le di una hoja doblada- empieza a comprar lo que mis abuelos encargaron- me adelanté uno pasos a Alexa- te alcanzo ¿vale?- me fui sin dejar que me respondiera.
Camine los 10 metros que me faltaba hacia Lona mientras ella estaba escribiendo algo en su celular. De reojo vi que Alexa pasaba hacia la puerta observando todo.
-Hola Luna- traté de hablar de forma tranquila- Luna giró en seguida para mirarme.
-Ileana- pronunció sorprendida- qué gusto- bloqueo su celular y lo guardo en su bolso- ¿qué haces acá?-
-eh...-toda intención de reclamarle por no verle se había ido, me quede como un cachorrito indefenso- ocupo una cosas- logré balbucear- ¿y tú?- la miré directo a los ojos esperando respuesta.
-Estoy comprando algunas cosas, pondré mi consultorio y necesito llevar lo necesario- sonrió
-Luna, necesitaba hablarte, estuve buscándote y no dabas señales de vida- dije desconcertada.
-Lo siento, desde ayer mis papás están aquí, estamos con lo del consultorio y bueno Lisa quiere poner una pequeña clínica, están checando cómo hacerlo- me descolocaba su forma tan tranquila de explicarme las cosas.
-Dale me preocupé un poco, pero qué bueno que todo bien...-no sabía si seguir- Luna, lo que pasó en la Hacienda hace algunos días...-
-Ileana, no pasó nada- me interrumpió, y ahora sí mi corazón cayó al piso.
-Luna- trate de inhalar de forma pausada.
-Ileana, no pasó nada- me miraba a lo ojos- podemos repetirlo cuando gustes- no cabe duda que esta mujer hace que me tiemble hasta el cabello.
-Te refieres a...-mi mente requería aclarar, deseaba más de sus besos.
-Me refiero- dijo pausadamente- a qué podemos vernos, decidir si miramos otra película o hacer algo más...-dudó- y al final puedes robarme un beso como en la secundaria- Sonrío tiernamente
Me quedé sin habla, no sabía cómo interpretar aquello que acababa de escuchar, no sabia si era una invitación a besarla o una advertencia para no hacerlo más.
-¿estás bien?- me preguntó un poco más seria- si quieres podemos omitir lo del beso...- su mirada trataba de descifrar la mía
-O podemos evitar la película- dije relajando mis músculos, esperaba una cachetada o algo así-
-Bueno- sonrió ampliamente mirando hacia su derecha-veremos qué pasa, me tengo que ir- se acercó a darme un beso y lo volví a hacer, me giré para que fuera en los labios, solo que esta vez al separarnos nos miramos fijo-
-¿me darías tu número de móvil?- dije con la respiración entre cortada-
-claro- espero a que tomara mi móvil recién comprado y lo guardara en él-En la Hacienda no tengo internet, la recepción no es buena, pero puedes enviarme mensajes de texto- me explicaba mientras tecleaba algo en su teléfono.
-Claro, tenlo por seguro- trataba de actuar de forma serena, si ella podía contener toda emoción en este juego, yo también.
-Nos vemos Ileana- me acerqué para darle otro beso, esta vez ambas sabíamos que el beso sería en los labios, justo cuando estaba a unos milímetros de besarle, escuché su nombre-
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De regreso a México
Любовные романыIleana es una joven mexicana que por cuestiones del destino vivió en Coruña por siete años, tras una decepción amorosa decide volver a México, sin embargo no cuenta con la existencia de Luna, una chica que pondrá su vida de cabeza y la hará dudar en...