Cuando su respiración empezó a tranquilizarse, empezó a alejarse de mi .
Sus ojos brillantes y su sonrisa, fueron remplazados por unos ojos rojos y una mueca de dolor.
No era el mismo Alex, era un Alex triste. Destrozado y yo era su recolector de piezas.
Siempre iba estar ahí para el, se lo prometí.
—Estoy aquí contigo, pase lo que pase. A pesar de todo y de nada. No lo olvides.
—Gracias —susurró ,su mirada cristalinas me destrozaba por completo el corazón.
—¿Te puedo pedir un favor?
—Por supuesto.
—No entiendo nada de química, y bueno tu eres buena con los enlaces químicos ¿podrías ayudarme? Hoy en mi casa, por favor.
—Ahí a las cuatro, no te preocupes. Saldrás bien en el examen de mañana
—Gracias una vez más, en serio muchas gracias .
—Para eso están los mejores amigos para apoyarse en las que vengan.
—Te quiero.
—Y yo a tí, Alex.
El sonido del timbre, invadió toda la atmósfera, dejando a un lado la Paz y la tranquilidad.
Rápidamente entraron todos, con sus miradas puestas en nosotros de seguro se preguntaban, que hacíamos aquí, o que ocultabamos.
Después me dirigí a sentarme en mi puesto, y entro el maestro Blanco.
En literatura yo me sentaba primera, y lo cual era satisfactorio pero también estresante.
Por alguna razón sentía que el profesor me ignoraba ,como si hablara para toda la clase
Como sí supiera algo, o tratara de evitarme por alguna razón.
Esta clase fue diferente, por ratos me echaba miradas, y en ocasiones sonrisas. A lo mejor, solo eran imaginaciones mías.
¿Acaso, me estaba volviendo loca ?
Pero ese no fue el suceso más raro del día. Cuando acabaron las clases y ya todos, o su mayoría se habían ido a sus casas yo estaba aún por los pasillos, en busca de un libro que se me había quedado en el salón .
Al entrar, mi cuerpo chocó con otro.
Era el profesor Jorge, nuestras miradas se encontraron, parecía que iba a decir algo, pero de su boca no salió palabra alguna. Solo un largo suspiro, y yo le regale una sonrisa, tal vez por cortesía o tal vez por otra cosa .
Su mirada se dirigió a mis labios, y fue ahí cuando reaccioné, mis piernas temblaron y aparté la mirada.
ESTÁS LEYENDO
Querido Profesor [Jortini ]
Fiksi PenggemarQuerido profesor me podría resolver una duda? -dije mordiendo mi lápiz. -Dígame señorita Stoessel. -¿Por que es tan irresistiblemente guapo ? -No lo sé, nena -dijo y me guiño el ojo. No es muy común enamorarse de sus maestros, ni tampoco que ello...