Capitulo 32

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— ¿A dónde crees que vas?— preguntó retóricamente

—No voy a quedarme en tu casa, iré a buscar un hotel— seguí caminando y un fuerte viento me hizo temblar y enmaraño mi cabello. Maldije con ganas de tirarme al piso y llorar hasta quedar seca.

—No seas ridícula y entra ya— me gire y lo vi caminando hacia la puerta. ¿Qué más haría? No tenía a donde ir... una vez más. Tal vez no había sido del todo bueno vivir con James.
Tenía ya mucho tiempo de no entrar a la casa de Justin, muchos recuerdos llegaron a mi mente haciéndome estremecer aún más que el frio viento de afuera.

—Dormirás en mi habitación— dijo mientras subíamos las escaleras —Toma de mi armario la ropa que necesites, yo estaré en la sala. — abrió la puerta y se hizo a un lado para que entrara.

— ¿No saldrás?— pregunte ya que apenas llego a la fiesta y lo hice regresar. 

—No— negó con la cabeza —Cámbiate y si tienes hambre baja.

—Quisiera ducharme...

—Pues hazlo— dijo obvio, me sonrió y salió de la habitación.

Apenas se cerró la puerta y me desplome en la cama, en automático las lágrimas brotaban como si no tuvieran fin. ¿Cómo podía haberme hecho eso? ¡Y con Selena! Tal vez yo me había equivocado en el pasado pero eso no le daba el derecho de acostarse con cualquiera... y mucho menos con mi peor enemiga. Me dolía el pecho. Era el mismo dolor que me había atormentado cuando James había dicho que no quería volver a verme. La herida que se había cerrado ahora se había abierto y peor que la última vez. ¿Por qué James?... era lo único que podía susurrar entre llanto. ¿Por qué siempre había algo? Siempre había algo o alguien impidiendo lo nuestro. ¿Por qué? ¡Joder!

Haciendo un gran esfuerzo me puse de pie y camine hacia el closet, tome una playera y un short. Lo deje en la cama antes de entrar al baño. 

Después de una larga ducha salí y coloque cada prenda en su lugar, solo batalle un poco con el short ya que lo ponía en su lugar pero parecía que este prefería estar en mis tobillos. Me los quite y busque otros que trajeran cintilla para poder ajustármelos. 

Termine de cepillar mi cabello, mire el reloj que estaba en la cómoda de al lado de la cama. Una de la madrugada. Dos golpes en la puerta me hicieron sobresaltarme. 

—Pasa— dije suponiendo que era Justin.

—Traje pizza— dijo entrando con la caja —Pero tardaste mucho y ahora esta fría— rio haciendo una mueca graciosa.

—Es mejor fría— me senté en la cama.

— ¿Me invitas a cenar?— mordió su labio inferior con nerviosismo. 

— ¿De qué es la pizza?— lo mire con ojos finitos 

—Pepperoni y queso extra— sonrió confiado —Tu favorita.

—Entonces si puedes quedarte— ambos reímos.

Comenzamos a platicar, en momentos lograba distraerme lo suficiente haciéndome olvidar todo. Pero de un momento a otro la imagen del baño nublaba mis pensamientos, atiborrándome de unas inmensas ganas de llorar y llorar. ¿Justin lo sabría? ¿Justin sabría que su novia estaba desnuda sobre mi semidesnudo novio? 

—Justin...

— ¿Si?

—Tú sigues con Selena ¿cierto?— me atreví a preguntar

—No

— ¿No?—

Me, myself & himWhere stories live. Discover now