Capitulo 39

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    —Ya, Ya... está bien— paso su brazo por mis hombros y beso mi mejilla. 

*

— ¡Henderson!— bramo el profesor, rodé los ojos y me interne en mi libro — ¡Señorita Henderson!— grito más fuerte.

— ¿Si?— respondió sorprendida

— ¿En qué mundo se encuentra? Es la tercera vez que le llamo la atención a la cuarta se va de la clase.

—Disculpe— dijo con voz triste —Es que no me siento bien, ¿Podría llamar a casa?— me fue imposible no voltear, sentí un alivio al saber que había regresado a su casa. 

—Valla— le respondió con fastidio —Después de todo no está haciendo nada aquí. — Tomo su bolso y se puso de pie, pero al hacerlo se tambaleo como si fuera a desmayarse. Por reflejo me enderece pero retuve mis ganas de pararme y asegurarme de que estuviera bien, me recargue de nuevo. — ¿Está bien?— se acercó el profesor a ella y la sujeto por el hombro, Kendall rápido se puso de pie. 

—Sí, solo me mareé un poco...

—A ver...— volteo a ver a todo el grupo, rápido levante el libro tratando de esconderme en este. 

—Tu... Maslow, acompáñala a enfermería. — ¡Mierda!

—Mejor yo la llevo— hablo Kendall.

—He dicho Maslow. — Reitero el profesor como si estuviera en mi contra —Tu luego no regresarías. —No necesito que me acompañen— hablo ella —Se llegar. — se abrió paso y salió del aula.

—Maslow ahora— señalo la puerta

—Pero ella dijo que...

—Solo ve y asegúrate de que llegue a enfermería y no termine en el piso. — Maldije por lo bajo y me puse de pie.

—Dije que no necesitaba que me acompañaran— enuncio al escuchar mis pasos

—Y yo dije que no quería hacerlo, a ambos nos ignoraron— baje mi velocidad para ir detrás de ella. — ¿Qué te pasa?

—Nada.

—Casi te desmayas. 

— ¿Y?

—Entonces si te pasa algo...

—No.

—maldición ¡Deja de hablarme así!— la tome del brazo y la gire hacia mí 

—Entonces dejo de hablarte. — se zafo de mi agarre y siguió caminando.

— ¿Que comiste esta mañana?— le pregunto la enfermera, ____________ bajo la mirada y negó con la cabeza — ¿Anoche?— una vez más negó tímidamente. — ¿Cuándo y que fue lo último que comiste?— pregunto teniendo una sospecha.

—V-viernes en la noche... un pedazo de pizza.

—Creo que no tengo que explicarte que hacer ¿cierto? — Asintió con la cabeza —Perfecto, como quiera tengo que llamar a tu casa y explicar el problema.

— ¡No!

— ¿Por qué no?

—Porque...— volteo a verme — ¿Podríamos hablar en privado?

—Espera aquí afuera, no te vayas— le pidió la enfermera a James. Puso los ojos en blanco y salió.

Cerré la puerta y me recargue de espalda en esta. Ella dijo que esperara afuera, no era mi culpa que la puerta fuera delgada y me permitiera escuchar todo.



Me, myself & himWhere stories live. Discover now