¿A Que Sabe?

2.4K 248 112
                                    

Simón POV

Estar en las catacumbas a la madrugada no es buena idea, pero como las buenas ideas usualmente son de Penny y como ella no esta para decirme que no debo hacerlo, lo hago.

¿Por que?

Fácil.

Baz.

Se había escabullido de nuestra habitación pensando que dormía, pero no era así. Lo seguí con toda la prudencia que pude tener, y llegué hasta aquí: las catacumbas de Watford.

Aquí hay muchas personas enterradas, oscuridad y ratas. No es nada agradable.
Pero mi principal problema  ahora no son ninguno de los anteriores, sino que perdí el rastro de Baz y ya estoy en las profundidades de las catacumbas, por lo que no sé como regresar. Tampoco traje mi varita así que la magia no es una opción.

No me queda más remedio que llamar a la uníca "persona" que se que esta aquí.

-¿Baz?

Nadie responde, pero un sonido extraño se hace presente al final de uno de los pasillos.
Me dirijo allí con la boca más abierta de lo normal. Si, respiro por la boca, pero aquí el aire es más pesado y denso, asi que no puedo evitarlo.

Cuando llego al final del pasillo del que proviene el ruido veo algo moverse entre las sombras.

-¿Baz? - vuelvo a preguntar un poco más alto.

Nadie contesta, pero la sombra sigue moviéndose.  Un escalofrío extraño recorre mi columna y mi magia fluye por mi cuerpo sin siquiera pensarlo y más rápido que nunca antes.

Basta solo un pensamiento para que una luz ilumine todo el pasillo, o todas las catacumbas, no estoy seguro.

Entonces puedo verlo.

Frente de mi y a unos pasos, se encuentra Baz de rodillas con una rata entre sus manos. Gira su cabeza rápidamente y al verme se paraliza. Yo, a su vez, no puedo dejar de ver el hilillo de sangre que se desliza por su boca y sus colmillos que ahora están más expuestos que nunca.

En una fracción de segundo Baz deja en el suelo a la rata y se levanta.

-Bueno, al fin tienes las pruebas que buscaste toda tu vida. ¿Estas feliz por eso, Snow? ¿O esperas a festejar cuando me expulsen?

No contesto a sus preguntas porque en mi cabeza solo puedo pensar en una cosa: la sangre que se desliza por la comisura de su boca y su barbilla.

-¿Solo vas a quedarte ahí parado como idiota, Snow?

Muerdo mi labio inferior y miro los ojos de Baz. Por alguna razón el gris de sus ojos oscureció y no deja de mirarme.

-¿A que sabe? - le pregunto.

-¿Que cosa, Snow?

Mi boca se abre un poco más porque el aire se siente aún más denso y me quedo fácilmente sin aliento. Paso mi lengua por mi labio inferior.

-La sangre.

Baz se queda en silencio por un segundo y luego parpadea.

-¿Que clase de pregunta es esa, Snow? ¿Nunca te lastimaste los labios y probaste tu propia sangre? Juraría que siempre te los muerdes.

-No, nunca. ¿Como sabes que siempre lo hago?

El rostro de Baz se vuelve completamente rojo en un instante, ¿será por la sangre que acaba de tomar?

-Vivo contigo, idiota. Debo toparme con tu  rostro todos los días, es obvio que por eso lo se.

Asiento como si prestara atención pero en este momento no me importa lo que Baz esta diciendo, solo puedo concentrarme en la sangre que ahora está seca en sus labios y barbilla.

Baz se siente observado y por eso, toca su rostro. Se da cuenta de la sangre y rápidamente la limpia con su brazo.

-No me mires así. No soy una  atracción de circo.

No es una atracción de circo pero en este momento... Me atrae demasiado.

-Quiero probar.

Baz me mira confundido.

-¿Que cosa?

-La sangre. - le contesto, rápidamente mientras me acerco a él.

-¿Estas loco, Sn...

No termina la oración porque yo pego mis labios con los suyos y lo tomo de los hombros para que no se escape. Al principio Baz se queda quieto, pero luego de unos segundos su boca comienza  a moverse contra la mía furiosamente.

Las manos de Baz  se dirigen a mi cintura y mi lengua se hace paso entre su boca, que me recibe gustoso. Puedo saborear el interior de su boca con mi lengua.

Salado.

Es lo primero que pienso.

Metálico.

Es lo segundo.

Pero el tercer sabor ya no es el de la sangre, sino uno mucho más agradable, dulce y frío al mismo tiempo. Es algo adictivo. Pero, ¿Que es?

Baz me separa de él en un rápido movimiento y me mira. Su respiración está agitada y su rostro sigue enrojecido.

-¿Y... que sabor tenía?

Sonrio y le tomo la cintura para acercarlo a mi de nuevo.

-No lo se, pero fue delicioso. - le susurro y vuelvo a besarlo. Esta vez, solo por el simple de hecho de que quiero volver a sentir a Baz cerca de mi.

De ahora en más, siempre quiero tenerlo así.

La boca de Baz se ha vuelto mi nuevo sabor favorito.









Snowbaz One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora