POV Baz:
Es un día normal para mi, un alumno - no tan normal - de quinto año de Watford. Las tipicas clases, los típicos compañeros y todo lo que ya se siendo visto de nuevo.
Es el momento del receso, por lo que decido ir al baño.
Al salir me encuentro con Snow, que al parecer está esperandome - o acechandome - impacientemente; sus manos no dejan de moverse sin sentido y sus perfectos ojos no dejan de parpadear una y otra vez.Hace poco me dí cuenta de que lo que siento por Snow no es odio. O tal vez haya un poco de odio entre mis sentimientos, pero no es lo único que siento por él. Mis ganas de molestarlo constantemente no provienen de nuestra competencia, sino de lo mucho que me encanta la expresión de Snow molesto. Bueno, en realidad, cualquier expresión suya me encanta pero cuando esta molesto algo en mi se enciende y no puedo evitar sentir que quiero verlo toda la vida justo así, a mi lado, con el ceño fruncido y su cabello desordenado.
Por lo tanto, si, me he resignado a que tal vez, solo tal vez, este enamorado de Simón Snow.
-Este es el baño de hombres, creo que deberías buscar el tuyo que esta justo al lado, ese con la figura de alguien con falda.
Snow me mira con el ceño fruncido y no me puedo sentir más complacido, pero entonces se acerca a mi y me toma de la mano.
-¿Que crees que estas haciendo Snow?
Snow no me contesta y de alguna manera aparecemos de repente frente a nuestra habitación.
-¿Como hiciste eso?
Snow tampoco contesta esa pregunta y en cambio abre la puerta de nuestra habitación, me empuja dentro y me besa. Me quedo quieto sin saber que hacer, pero luego me muevo un poco para que él también entre en la habitación y así cerrar la puerta y no crear un espectáculo. Snow ni siquiera se inmuta por la posibilidad de que alguien nos este mirando y no deja de besarme, pero al fin cierra la puerta empujándola con uno de sus pies.
Ambos atravesamos el poco camino que hay desde la puerta hasta la cama prácticamente a ciegas, nuestras bocas y lenguas se han convertido en una sola y nuestras manos tocan todo lo que alcanzan y lo que tienen a su paso.
Caemos en mi cama, Simón esta sobre mi, su boca aún en la mía. Me esta costando demasiado respirar, así que separo nuestros labios y por primera vez desde que entramos a la habitación, nos miramos. Nuestras respiraciones están agitadas y el rostro de Simón esta totalmente enrojecido, probablemente yo también lo esté.
Simón me sonríe y yo simplemente no puedo dejar de pensar que el chico de mis sueños - y también el de mis pesadillas - está sobre mi cuerpo, en mi cama, justo ahora. Y además, me mira y me sonríe de esa manera. Simplemente es demasiado.
La boca de Simón recorre mi cuello desnudo dejando besos húmedos allí y, dios, no solo es un excelente besador de labios sino también de cuellos.
Muerdo mi labio inferior para evitar gemir y que todo Watford se entere de que Simon Snow, además de ser el elegido y el mago más poderoso de la historia, también es él mejor besador del mundo.
Bueno, en realidad, es el único chico que me ha besado así que no lo se exactamente. Pero aún así, nadie debe besar asi.
Solo el puede, porque es especial.
Porque es Simon Snow y no hay nadie ni nada más impresionante que él.Simón dirige su boca a mis hombros pero antes de que continúe con aquel camino de besos, giro mi cuerpo de manera en la que ambos quedamos recostados en la cama mirándonos el uno al otro.
Por un momento, me permito perderme en sus ojos. Los ojos más hermosos de Watford, o mejor dicho, del universo.
Llevo mi mano a su cabello y lo acaricio, enredando algunos de sus rizos en mi dedo. Luego acerco mis labios a su rostro y beso cada lunar que encuentro, primero en su frente, en su nariz, en sus mejillas y por último en la comisura de sus labios.

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Snowbaz One Shots
Hayran KurguHistorias cortas basadas en los personajes de la novela Carry On de Rainbow Rowell.