Capítulo 29

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Pd: si hay algún error ortográfico, ¿podrían decirme por favor? Estoy desde el celular :'v
Pd2: Disfruten de su lectura.

—No, eso no pasará —el frunció el entrecejo confundido. Besé la frente de mi madre por última vez para después murmurar un "lo siento", volví a observar a mi padre —.Porque el siguiente eres tú.

La anatomía de mi padre fue jalada hacia atrás, abriéndose paso la puerta de la cocina, lloré al imaginarme lo que pasará después, la puerta se abría y se cerraba, yo solo rezaba por que no se abriera y no poder ver lo que pasaba, pero los planes de Dalila eran otros.

La puerta se abrió chocando contra la pared, quedándose así, pude ver el cuerpo de mi padre, contra el suelo quejándose de dolor. Tapé mis ojos para evitar ver, pero mis brazos fueron atados hacia atrás, bajé la barbilla que a la vez cerraba los ojos, pero por una fuerza sobrenatural mi mentón fue levantado y mis parpados abiertos. Intenté cerrar los ojos varias veces pero mi intento fue en vano, dolía como el infierno.

Mi padre intentó levantarse, gimiendo por el dolor en sus músculos, pero su rostro golpeó contra el suelo, dejándolo inconsciente. Las luces comenzaron a parpadear repetidas veces, hasta que todo quedó en oscuridad.

Mis respiración se volvió irregular al sentir una pequeña ráfaga de aire cerca de mi cuello, se me pararon los pelos de punta al sentir algo helado chocar contra mí piel, mi cabello fue agitado un poco de lado a lado apartándolo de mi hombro.

—Te lo advertí —una voz gruesa habló cerca de mi oído derecho —.Te dije que te marcharas.

De pronto las luces se encendieron.

La madre de Dalila estaba de pie frente a mí, con una cortada de lado a lado en su cuello; su padre estaba detrás de ella abrazándola  por los hombros, con el rostro neutro, la institutriz de Dalila apareció detrás de mí, pasando por un lado, colocándose al lado de ellos, se acomodó su cabello y permaneció quieta, después a un lado mío apareció Amelia, con el rostro más pálido que Dalila, con su boca cocida formando una sonrisa que no le pertenecía y  a su lado, el joven por el cual Dalila alguna vez sintió aquel sentimiento de amor. Era bastante alto, una cabeza más que Amelia e incluso que ella. Luego a mi lado derecho apareció una niña (más o menos de la edad de Dalila), con una marca alrededor de su cuello, igual de pálida que Amelia, ella era su vecina.

Solté algunas lágrimas al ver a todas esas personas las cuáles ahí habían terminado sus vidas, unas estaban en proceso, pero otras apenas comenzaban a vivir. Todos comenzaron a acercarse a mí, con pasos lentos, yo negaba con la cabeza.

—No por favor, no se acerquen —pero esas no eran sus intenciones. Al estar escasos tres pasos cerca de mí, desaparecieron, dejando mi campo de visión a mi padre, intentando incorporarse.

Él con mucho esfuerzo al fin se puso de pie, tambaleándose un poco, apoyándose contra una silla de madera que se encontraba cerca de él. Pero solo duró poco, ya que los cuchillos que se encontraban al lado del cuerpo de mi madre, se alzaron, yendo directo hacia mi padre. Uno se encajó en su hombro, luego el otro en el centro de su espalda. El cuchillo de su hombro se desencajó, pero volvió a encajarse con más fuerza en su hombro izquierdo. Mi padre arqueó su espalda gritando y su cuerpo se desplomó  boca abajo contra el suelo.

Al fin mis brazos fueron sueltos a mis costados y mi mentón bajado junto con mis ojos cerrados.

La casa volvió a quedar en total silencio, así que decidí ponerme de pie, tomé fuerzas, jalé el cuerpo de mi madre por los tobillos, arrastrándola a lo largo de la cocina, pasando por el comedor, soltaba pequeños gruñidos debido al peso, pero aún así la lleve hacia uno de los sofás de color crema. La deposite con delicadeza, tomé una bocanada de aire y la levanté por debajo de los hombros acostándola a lo largo del sillón.

Tomé a mi padre de las muñecas arrastrando su cuerpo hacia uno de los sofás, lo levanté por debajo de los brazos, pero en vez de acostarlo decidí dejarlo sentado. Al observar su rostro pude darme cuenta que tenía un golpe en la sien y el labio inferior reventado.

Caminé hacia la cocina, de uno de los cajones de en medio de la alacena (color caoba), tomé un pañuelo de color azul claro, con el limpiábamos la mesa después de cada comida. Me dirigí hacia el grifo, abrí una de las llaves y empapé un poco el pañuelo.

Caminé a pasos silenciosos hacia el cuerpo de mi madre, me coloqué de rodillas frente a ella, levanté su brazo en dónde tenía las cortadas del cuchillo, limpié la sangre algo seca de este, enseguida el pañuelo se tornó de manchas escarlatas.

Después lo pasé delicadamente por el cuello de mi madre, como si intentara que no sintiera dolor, no pude desaparecer con totalidad la sangre, su cuello quedó con un ligero pigmento a rojo. Suspire, por último limpié su cabeza.

Corrí hacia la cocina, lavando el trapo y regresando hacia mi padre, me coloqué de pie a su lado, limpié la sangre que emanaba su sien hasta lo largo de sus patillas, después lo pasé por su labio inferior también limpiando aquella sangre. Después deposité un pequeño beso en su frente.

El pañuelo se resbaló de mis manos cayendo a mis pies, retrocedí unos cuantos pasos alejándome de mis padres. Limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano, me ardían los ojos de tanto llorar, me sorprendía el hecho de seguir teniendo lágrimas, mis labios omitían pequeños hipos. Volví a retroceder un paso más, pero sentí que algo se encajó en mi pie derecho causándome  dolor. Aparté mi pie de aquel objeto. Eran unos lentes con uno de los vidrios rotos, mientras que el otro tenía  unas huellas de sangre en la lente.

Eran de Susan

Y su grito retumbó por toda la casa.








¡Hey, hola! ¿Cómo están?

Últimamente algunas personas me han preguntado si haré segunda parte de Dalila, y la respuesta es...

Que algo así (? La cosa está así, yo quiero hacer algo tipo Cazadores de Sombras, donde los libros terminan en una parte pero continúa con otra historia pero del mismo tema (cazadores de sombras) y terminan siendo toda una enorme saga. Solo que la mía no será tan grande.

Habrá otra historia que será como la "continuación" de Dalila, la cual es Gemelas Perversas ahre

Dalila no tendrá protagonismo en esta historia, pero aparecerá un poco en ella. Mi tema principal sería Mentes Retorcidas, la cual serán dos historias, la de Dalila y la de las gemelas.

So, ¡pregunta! (o_o)

¿Cuántos años tienen?

Yo tengo 16 años

¿Alguna duda, sugerencia o reclamación? Hablen ahora o callen para siempre, xD

Hasta aquí mi reporte Joaquín

-Jocelyn

Dalila [Mentes Retorcidas I ] |Editando| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora