Agnès estaba en el centro comercial junto a Rebecca, un típico día de compras, habían estado comprando toda la tarde. Ya cansadas, decidieron ir por algo de tomar.
—Esta vez compramos mucho ¿no crees? -Comentó Rebecca tomando un poco de su néctar.
—Exageradamente mucho. -Agregó Agnés. —Pero, y ¿dónde está Ywen?, creí que sólo se había atrasado un poco.
—La verdad no lo sé, no se ha comunicado conmigo.
—Tengo un mal presentimiento.
-—No te preocupes, Agnès, seguro salió con su mamá y se le olvidó decirnos.
—Está bien, pero todavía sigo con el presentimiento. -En eso, comienza a sonar el celular de Agnès. —Es ella.
—Contesta.
—¿Aló? ¡Ywen! ¿Dónde estás? ¿Te pasó algo? ¿Por qué no nos llamaste? -Contestó alarmada. —Ok, ok, nos vemos. -Cortó. —Nos vamos a la casa de Ywen enseguida.
Ambas chicas partieron lo más rápido que pudieron a la casa de su amiga. Agnès sólo repetía en su mente: “Sabía que algo malo había pasado”, se decía eso a cada momento durante los 30 minutos que demoraban desde el centro comercial hasta la casa de Ywen.
Una vez allá, la madre de Ywen les abrió la puerta, su cara irradiaba preocupación y el ambiente en la casa estaba tenso. Les indicó que subieran hasta la habitación de su hija, que allí las esperaba.
—¡YWEN! -Gritó Agnès al entrar a la habitación de su amiga y corriendo a abrazarla. —¿Qué pasó?
—Es que… Anoche entraron a robar a la casa. -Dijo con un hilo de voz.
—¿Qué? ¿Cómo? ¿Tú estás bien verdad? -Interrogó Rebecca.
—Estamos todos bien, solo fue el susto. -Entra la madre de Ywen con una bandeja con tres vasos de jugo.
—¿Se quedan a cenar, chicas? -Pregunta entregándole a cada una un vaso.
—¡Claro! -Responde Agnès.
—Yo no puedo. -Dice Rebbeca triste.
—No te preocupes. -Y dicho esto, la madre de Ywen se va.
—¿Por qué no te puedes quedar?
—Tengo que hacer cosas, Ywen.
—¿Cómo qué cosas?
—Ya sabes, salgo con Johnny.
—Con Johnny no vas, dinos la verdad. -Agrega Agnés.
—Les digo la verdad, chicas.
—El otro día nos encontramos con el. -Dijo Ywen mirando a Agnès.
—Le preguntamos por ti y, ¿qué crees que dijo él?
—Hace más de dos meses que no la veo. -Dijeron ellas al unísono. —¡Chocalas! -Ambas chicas chocaron sus manos riendo, Rebecca las miró molesta.
—Perdón, pero tú sabes que Agnès y yo no podemos evitarlo. -Se disculpó Ywen.
—Sobre todo cuando decimos lo mismo.
—Y cuando completan sus oraciones. -Agrega Rebecca riendo. -Pero ahora, cuéntanos todo, Ywen.
—Ok... Estábamos mi mama y yo terminando de cenar, levantamos la mesa como siempre, todo normal, pero de repente se quebró un vidrio y 4 personas entraron, yo distinguí a tres hombres y una mujer, nos amenazaron con armas y a ambas nos amarraron, registraron la casa y se llevaron más que nada dinero. Uno de ellos tomó una foto donde salíamos Agnès y yo, y me dijo “que linda es tu amiga, lástima que no la vas a verás más”.
—¡Me debo ir chicas! -Dijo Rebecca terminando de leer un mensaje de texto que le había llegado a su celular. Se despidió de ambas y se fue.
—¿Qué crees que significa lo que te dijeron?
—No lo sé, pero me muero si te pasa algo.
Era de noche ya, y Agnès estaba ya acostada en su cama, las luces estaban apagadas y el silencio reinaba por toda la casa. Por alguna extraña razón, ella no lograba conciliar el sueño. Pasaban los minutos y nada. Luego de una hora, comenzó a escuchar ruidos extraños en la casa, “¿Papá?” gritó, pero no obtuvo respuesta. Bajó hasta el living pensando que tal vez su padre se había quedado dormido en su oficina como acostumbraba a hacerlo de vez en cuando, pero al llegar ahí no había nadie, o más bien eso creía. Un desconocido la tomó por las muñecas y colocó un paño con cloroformo en su nariz, cayendo inconsciente casi al instante.

ESTÁS LEYENDO
Secuestrada por los Jonas.
FanfictionEsta es una historia que escribí a los... ¿15 años? Hecha en mis tiempos de fanatismo extremo por los Jonas Brothers. La había publicado en metroblog, pero ya murió esa página. He cambiado algunos detalles además del formato.