Capítulo 6 - "Caí"

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Marcus Pov ~

El calor nos consumía a ambos, las calderas no paraban y mis palmas sudaban

-¡Maldita puerta!- Amber intentó toparla casi por decima vez -¡Haz algo señor mecreomuchoporsercapitandefutbolamericano!- largó las últimas palabras sin respirar

-Amber te molestaría si. . . si me quito. . .- dejé las palabras al aire, para que las interpretara, si quería quitarme la ropa.

-Si te quitas ¿Qué? - levantó su ceja, y le hizo una seña con la mano sobre mi cuerpo - Oh, no no no y mil veces no ¿Quieres que la psicópata de tu novia realmente use este hermoso cuerpecito de maniquí viviente? ¡Olvídate! ¡Y haz algo con esta maldita puerta!

-¿Que quieres que haga? Mira tu cuerpecito debilucho, no tiraras abajo esa puerta por nada en el mundo

-Hazlo tú maldito genio - tiró de la chalina de su cuello y la arrojó al piso - Intentaré llamar a alguien

-No hay señal aquí

-¿Tú que sabes?

-Ya lo intenté - la muchacha gruñó y se empujó de espaldas a la puerta como si golpeándola con el trasero lograr abrirla

Justo para mi sorpresa y también la suya la puerta se abrió de golpe haciendo que Amber cayera hacia atrás, pero no cayó al suelo si no directamente sobre Julieta.

Me puse de pie enseguida, totalmente alerta Julieta gruñó y tiró a Amber a un lado quien se quedó recostada sobándose la cabeza e intentando recomponer sus ideas

-¡Quítate de encima mío campirana mal vestida!- dijo Julieta arreglándose la ropa

-Oh, Ken! ¡Te adoro! - se tiro encima suyo nuevamente a abrazarla- ¡Me has salvado!

- ¡Que te salgas! - Julieta la empujó a un lado y Amber se puso de pie para salir corriendo.

Me acerqué a la puerta, la mirada penetrante de Julieta me caló a los huesos como si fuese un estúpido marica.

-¡No tengo nada que ver! Lo juro.... - levanté las manos a la defensiva, Julieta golpeteó su pie contra el pulido piso, haciéndose a un lado para que yo pasara

-Seguro ha sido ella, la que te encerró aquí ¿Cierto? - asentí y me paré debajo del reflector - ¡Mi dios! ¿Que te ocurrió en el ojo?

-Yo. . . me. . .me golpeé con la puerta de mi casillero, eso - caminé con rumbo a mi habitación mientras ella me seguía los talones

-Mataré a esa campirana - me detuve en seco, me giré y estampé mis labios en los suyos, luego le vi tiernamente

-Amber, no tiene nada que ver. Estoy algo torpe, pero va ¿Si? - asintió con la cabeza y le besé de nuevo - La clase de inglés te espera.

Bese su frente y me perdí en el vestuario de hombres para practicar.

~ * ~

Regresé a la habitación, abrí la puerta sin tocar al y al cabo aquella, era mi habitación.

El olor a vainilla me embriagó, y la ordenada habitación me dejó total y completamente desorientado.

Me frené en seco Amber, salió del baño envuelta en una toalla

-¡Por que no tocas antes de entrar! - tiró de su toalla intentando cubrirse más

-Por que es mi habitación, o eso era cuando la abandoné esta mañana ahora es un puto albergue de niña

-¡Cuida tu vocabulario!

-No vas a cambiarme - bufé acercándome a ella

-Entonces cambia - desafío y me aproximé aun más a ella, tiré de su codo y la atraje hacia mí, fue entonces cuando noté que sus ojos no eran mieles, como los había visto cuando la conocí, ni negros como creí esta mañana cuando me sorprendí a mi mismo observándole

-Escúchame, y hazlo bien porque no lo voy a repetir. Marcus Powell no cambia y no lo va a hacer, por nadie

Bajé la vista, su pequeño labio inferior temblaba, su vista se fijaba en mi boca y mis ojos se perdieron en la perfecta curvatura que descendía desde su cuello, hasta sus mojados hombros, con el cabello empapado a ambos lados.

 Fue entonces cuando lo noté. . . Marcus Powell había caído.

Habitación 503Donde viven las historias. Descúbrelo ahora