Capítulo 24 - Amber, Chubaca

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Cuando cerré la puerta tras mi espalda, Amber se giró en la cama y se incorporó. Habia llorado hasta hacia segundos, lo sabia.

-Mira, me han puesto esta estupida cosa - Amber señaló la bota de plástico que adornaba su pie - Pero ahora puedo caminar. Odio esta bota, pero tú me acompañarás de compras y luego me llevaras a esa cosa que se parece a un spa.

-¿Para qué quieres ir ahi?- pregunto

-¿Quieres convivir con chubaca? Soy una chica, necesito atenciones, y sabes que cuando digo chubaca no me refiero al humor - ¡Ahi estaba ella!

Habia vuelto a ser la chica del humor negro, que recriminaba todo, arruinaba los momentos y me haca sentir afeminado.

-Andando, pero yo te cargo, por que si sueles ser lenta con esa cosa una tortuga te ganará la carrera

(...)

-Estas llevando demasiada masa para galletas - dice Amber

Sacó algunos paquetes de la canasta. Ya que aquel era un "internado a tiempo completo" teniamos un mercado dónde podias encontrar desde dulces hasta harina, tambien contabamos con un pequeño spa donde gente como Amber que teme parecerse a Chubaca recibiera cuidados de piel y esas cosas

-Amber, te acabaste tres cajas de mezcla en tres dias, ¿Que nos hace pensar que no te comeras una esta noche?

-De acuerdo. Pero llevaremos un poco de palomitas de maz.

-No harás palomitas de maiz en mi horno.-dije

-¡Oh, por favor! Es un horno Sara Kay de pastelillos, tiene que soportar.

-Llevaras palomitas si vemos "Rec 2" esta noche.

-¡Ni de coña! Las palomitas se vienen pero la pelicula no.

-De acuerdo. Eres tan. . .- dijo pero no logró terminar la frase ya que dice

-¿Irresistible? - Batió la capa de sus pestañas ¿Podia decirle que no?

-Como sea - aparté la vista- Emilie y yo hemos hecho las pases

-Si oí la conversación detrás de la puerta - El corazón se me detuvo. ¿Habia oido la conversación?¿Cuando dije que ella me gustaba?

-¿Que parte has oido?

-La más marica, claro - se encogió de hombros reposandose contra una estanteria.

-No me asombraria que dijeras que todas mis conversaciones son maricas ¿Que parte has oido? -

Reiteré la pregunta dejando de lado el canasto y posicionando mis dos brazos a ambos lados de su cuerpo

-¿Que te parece esta? - Su mano delgada y fria tiró de mi nuca hacia su boca, y aquellos carnosos labios, me dieron una gloriosa bienvenida.

Habitación 503Donde viven las historias. Descúbrelo ahora