Capítulo 1 - "Llegada"

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Punto de vista de Amber.

¿Alguna vez has sido tan putamente perfecta que te has odiado por aquello? Bueno, yo nunca lo fui, creo que es por eso que mis padres me metieron aquí.

Sé que mamá no estaba de acuerdo, pero ante la palabra de mi padre nadie puede negarse.

Quería salir corriendo, pero incluso, el muy cabrón me había dejado en la puerta y los de seguridad se aseguraron de que ingresara al establecimiento.

Realmente, no le encuentro la diferencia a mi antiguo instituto de este internado aunque por lo que se ve, el internado parece perfecto.

De seguro no lo es, puesto que la perfección no existe aquí.

-Disculpa - me paré frente a una muchacha de oscuros cabellos y sonreí mientras acarreaba mi maleta - ¿La habitación 503? - Levantó la vista, y sonrió en dirección a uno de los dos edificios, precisamente el izquierdo- Muchas Gracias

-¡Oye muñeca, si quieres te acompaño al cuarto!- bromeó un muchacho cuando pase por su lado pero lo ignoré completamente, no quería meterme en problemas el primer día de clases.

El edificio era azul, bonito si, pero azul y lleno de cuadros raros al fin.

Luego de subir tres pisos, localicé la habitación 503, aquella del cartel: "Powell - Edwon"

Suspiré y abrí la puerta deseando que la tal Powell fuese buena chica, pero al abrir la puerta, creí que iba a tener un infarto aquella habitación, era algo pequeña de dos camas color azul y celeste ¿Acaso no tenían sentido del color?.

Deposité mi maleta sobre la cama, la abrí y tomé un par de toallas junto a algo de ropa. Necesitaba una ducha, el viaje había sido demasiado largo.

Una tina caliente, sales minerales, y media hora después salí de la ducha y me di cuenta de que me había dejado la ropa sobre la cama, me envolví el cuerpo en la toalla teniendo debajo de esta la ropa interior y abrí la puerta, pero fue entonces cuando caí en la cuenta de que no estaba sola.

Para nada, un muchacho yacía de espaldas a mí en bóxers cambiándose y yo me quedé completamente helada, los músculos de su espalda relajándose y estirándose con cada movimiento, su cabello castaño iluminado justo por la luz del sol que se colaba por la ventana.

 Y yo... mojada, y casi desnuda, me acerqué de puntillas a la cama y manoteé mi ropa, entonces, al regresar al baño me lleve por delante la puerta cayendo sentada y causando un gran ruido.

-.-.-.-.-.- Hola chicas aca les dejo el primer capitulo, espero que les halla gustado y que me dejen sus votos y comentarios, gracias las quiero.

daaliabecerraxoxo~

Habitación 503Donde viven las historias. Descúbrelo ahora