16 de Diciembre, 2016.
Despierto y la luz del sol ilumina el fondo de mi habitación. Esto es realmente hermoso para mí. Tengo que admitir que me gusta más la luz del sol. Tallo mis ojos y me levanto para darme una ducha. Hoy no tengo que ir a la Universidad.
Después de darme una relajante ducha, me dirijo a la cocina para preparar mi desayuno. La herida de la bala que recibí todavía no ha sanado. Espero que lo haga pronto, el viernes tengo que salir con Carol y no quiero que empiece con sus incómodas preguntas. La quiero lejos de esto. Éste es mi problema y lo resuelvo yo sola.
Zed no ha parado de hacerme preguntas y antes de que dijera algo, le advertí con decirle lo sucedido a Carol.
Preparo un sándwich con una taza de café. Reviso la carpeta de mensajes de mi celular y tengo un nuevo mensaje:
"Hola Emma! El jueves en la noche iremos a ver una pelea. No hagas planes, pequeña ;)".
Luck.
Después de tanto tiempo iré a ver una pelea en vivo. Amo el boxeo, inclusive a los quince años lo practicaba. Ya quiero que llegue el jueves.
Le respondo el mensaje a Luck con un Genial y voy hasta la habitación para retocar mis uñas. Ya el esmalte de está esfumando. Busco entre mis cosas algún esmalte negro o rojo, pero el sonido del timbre detiene mi acción. Nadie me visita y los únicos que lo hacen están ocupados. Sin pensarlo dos veces, saco mi pequeña arma plateada de la mesita de noche y me dirijo a la puerta principal. El mismo sonido se hace presente otra vez en la sala. Tomo el pomo de la puerta y lo giro lentamente. No veo a nadie afuera del departamento, saco despacio la cabeza para ver a los lados.
- Hola!- grito y dejo caer el arma al suelo. Llevo las manos a mi pecho y si pensarlo empiezo a golpear a Zed- Tranquila, tranquila.-dice entre risas.
Levanto el arma del suelo y tomo el gatillo de ésta. Zed se da la vuelta y se paraliza al ver lo que tengo en mis manos. Su rostro se pone pálido en cuestión de segundos. Si tuviera mi celular, tiraría una foto a este momento. Es realmente gracioso para mí, pero él no piensa lo mismo.
- Emma, ba-baja el a-arma.- Dios deseo grabar esto.
Juro que está apunto de hacerse en sus pantalones. Aprieto mis labios para no reír. Pero no aguanto y me hecho a reír.
- Hubieras visto tu cara- río de nuevo y él frunce su ceño. No paro de reír.
- Niñata...
Flashback
- Estúpida niñata. No sirves, eres una basura.
- Maldita niñata. No sabes cuanto deseo que mueras. Nadie te quiere.
- Eres y siempre serás un error, niñata estúpida.
Fin flashback.
-Nunca en tu puta vida me vuelvas a llamar así, solo él lo hacía.- digo con mis manos hechas puños, siento como me las clavo en las palmas de mi mano.
Él se queda quieto y un poco asombrado por mi acción.
- Lo si-siento- tartamudea.
- ¿Qué quieres Zed? ¿a qué has venido?- pregunto soltando un suspiro.
- Vine a ver como estabas, estaba preocupado...
- No quiero ni necesito tu preocupación. Ahora vete y déjame sola.- señalo la puerta y él eleva una ceja.
- Disculpa, pero si no lo recuerdas, recientemente recibiste un disparo y es obvio que debo preocuparme un poco.
Llevo las manos a mi cabeza y miro a todos los lados frustrada. En cierta parte tiene razón, no es un animal para no sentir un poco de preocupación por mí. Pero no estoy costumbrada a estos tratos hacía mí, por eso mi frustración.
- ¿Quieres algo de comer?- trato de dejar atrás el tema.
- Un poco de agua estaría bien.
Asiento y me dirijo a la cocina por un vaso de agua. Me doy la vuelta y él ya está sentado en el sofá. Mirando los cuadros que hay en la paredes.
Sirvo un vaso de agua y otro de soda para mí. Tomo un paquete de galletas Oreo que compré la semana pasada y con esto me dirijo a la sala. Me siento al lado de Zed y pongo las galletas encima de la mesita. Enciendo la televisión y pongo el programa de boxeo.
-¿Te gusta el boxeo?- giro mi cabeza en dirección a él y elevo mis hombros- Eso explica todo.
- Muy sabio.
Vuelvo mi vista a la televisión. Todo se vuelve un tranquilo silencio.
- Emma, tenemos algo que hablar.
- Mira, si es por lo de ayer, olvídalo. Ya te dije que fue una pelea que se formó a dos esquinas de tu casa y cuando crucé una bala me impactó. No hay nada más y por favor deja el tema.
Él no dice nada más y yo me dedico a comer mis galletas viendo la pelea.
Pov's Zed.
Ella es tan complicada. Se muy bien que esa no fue la causa de lo que le pasó ayer. Hay algo que ella oculta, es por eso que todos le temen en la Universidad. Hace unos días un compañero que comparte clases con nosotros, me dijo que Emma es una chica de problemas. Algunos dicen que ella mató a sus padres. Pero yo se que eso es mentira.
Ella puede ser la perfecta imagen de un Bad Boy versión chica, pero si de algo estoy seguro, es que ella no haría algo así. Por lo menos espero que ese algo diga la verdad.
Miro de reojo a Emma, tiene su vista fija en la pelea mientras come sus galletas.
Cojo mi celular y con cuidado a que no se dé cuenta, le tiro una foto. Quedó con la boca abierta.
- Si quieres tener todos tus dedos completos, borra esa foto. Porque si no lo haces, no me hago responsable de lo que te pase.
-¿Cómo te diste cuenta?- ésta chica es rara.
- Vi cuando sacaste tu celular.- guiña el ojo derecho y apaga la televisión para ir a la cocina a hacer no se que cosa.
Me levanto para seguirla y de pronto recuerdo que Sam me invitó a una fiesta ésta noche. Quizás ella quiera ir con nosotros.
-¿Tienes algo que hacer ésta noche?- pregunto y ella frunce el ceño un poco de forma pensativa.
- No.
- Pues... Sam, mi amigo, me invitó a una fiesta ésta noche y quería saber si deseas acompañarnos.
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Agridulces.
Teen Fiction-Alejate de mí- digo con voz firme dándole la espalda y con las manos en el pomo de la puerta- Te aprecio mucho y por esa razón no quiero que termines en un ataúd por mi culpa. - No, no me alejare de ti, Emma. Cueste lo que cueste.