Ella deja de moverse y empieza a dar la vuelta despacio. Cuando estamos frente a frente, me doy cuenta que Emma es un poco más pequeña que yo, su pequeña frente está a la altura de mi mandíbula.
Eleva un poco la cabeza, y su mirada encuentra la mía. En su rostro se reflejan distintas emociones, confusión, alegría, burla. Sus labios se separaron un poco y justo cuando iba a decir algo, alguien nos interrumpe.
- Em, linda. Vamos por más bebidas- Emma despega su mirada de mía y se voltea para responder al chico que nos a interrumpido.
Siento una pequeña punzada, no se a que se debe eso, pero ella no ha mencionado en ningún momento que tiene novio. Ella asiente en respuesta y se van dejándome con la duda.
Respiro hondo y voy hasta la salida. Se me han ido los ánimos de quedarme en la fiesta toda la noche.
POV's Emma.
Después del encuentro con Zed, Luck y yo salimos de la fiesta y nos dirigimos a la casa de Carol. La fiesta está buena, pero mi hombro duele mucho y un segundo más dentro de ese alboroto, juraría que mi humor no estaría para nada bien.
Pasamos a buscar a Carol, ella nos estaba esperando en la puerta de su casa. Son como las once de la noche y no tengo ni idea de adonde nos vamos a dirigir. Iríamos a mi casa, pero prefiero que Carol se mantenga alejada lo más posible de ese lugar.
Los tres vamos en completo silencio a no se donde. Mi prima teclea en su celular y Luck tiene la vista fija en la carretera. Y yo pues, pues los observo.
Después de unos cuarenta minutos metidos en el auto y Luck conduciendo, llegamos a una hermosa playa. Solía venir aquí muchas veces cuando tenía quince años, éste era mi lugar favorito para los días que me sentía sola y malhumorada, es sin dudas mi lugar favorito.
Nos bajamos del auto y nos dirigimos a la orilla, Luck me mira y una sonrisa burlona se asoma en sus labios.
- ¿Qué? ¿Tengo algo algo pegado en la cara o qué?
- Ahora no, pero en la fiesta tenías la mirada de ese chico pegada en la cara- subía y baja la cejas.
- Retrasado mental. Cállate.
Nos acostamos un poco alejados de la orilla. Me acosté en el brazo de Carol para no lastimar mi hombro herido. Ella no ha dicho nada con relación a eso hasta ahora, es una suerte que éste Top lo tape bien.
Cerré los ojos por un momento, cada uno está sumergido en sus pensamientos. Nadie dice absolutamente nada y eso en realidad no me inquieta. Abro los ojos y miro el cielo, justamente está pasando una estrella fugaz.
- Miren chicos, pidan un deseo.
Cerré los ojos y pedí ese deseo que siempre he pedido. Ese que pedía en las noches en la que sólo el insomnio era mi fiel compañero. Esas noches donde la luz de la luna hacía brillar mis mejillas empapadas de lágrimas. Entonces abrí los ojos y ya no se encontraba la estrella.
- ¿Qué piensan en éstos momentos chicas?- pregunta Luck sentándose en la arena.
- Mi mente está en blanco en éstos momentos.
- Creo que eso te pasa siempre, Emma.
Fulmine a Luck con la mirada y Carol empezó a reír. Idiotas.
- Estaba mejor cuando tenías tu boca cerrada.
- Carol, tu prima tiene un admirador. - ahora que lo pienso, no debía de invitar a Luck a la fiesta.
- Deja las idioteces un día de tu puta vida.
- Pero si no son idioteces. No es mi culpa que estés de ojitos bonitos con los chicos.
No dije nada más y otra vez me dediqué a mirar el cielo. Mi hombro dolía un poco, pero ignore eso y cerré mis ojos. Mi celular vibró indicando que había recibido un mensaje, más tarde lo vería ahora sólo quiero relajarme.
19 Diciembre, 2016.
La estúpida alarma vuelve a sonar como todas las mañanas. Como odio levantarme temprano.
Después de darme una ducha y limpiar mi herida, que por cierto ya está cicatrizada, llamé a Luck para que me pasara a buscar. Estoy esperando el día en que llegue mi auto.
Tomé una manzana y empecé a comerla mientras esperaba a Zed, revisé mi celular y noté que tenía un nuevo mensaje. Quizás sea el que recibí la noche que fui a la playa.
Número desconocido.
Deberías de darle saludos de mi parte a Carol.Pd: ese top tapa muy bien tu herida.
Los latidos de mi corazón se aceleraron como si estuviera corriendo en un maratón. Esa noche él estuvo ahí, él me persigue.
Borré el mensaje y abajo escuché un claxon. Tiene que ser Luck. Respire hondo tratando de borrar todo rastro de nerviosismo de mi rostro.
Salí del departamento con pasos firmes, como siempre ha sido.
Las horas son una eternidad en las clases de Historia. Tantos relatos antiguos que ya me siento una anciana.
Miro a mi alrededor y veo a Zed y sus dos amigos sentados en sus respectivos lugares. Cuando llegué a clases solamente me miró de reojo. No sé que le pasa, pero eso es lo que menos me importa.
Mientras más distancia, mejor.
El timbre son y la clase fue interrumpida. Recogí mis cosas y me dispuse a salir del salón. Pero alguien se interpuso en mi camino. Él.
- Em... Hola.- noté que su sonrisa era forzada. Como si saludarme era algo que trataba de evitar.
- Si no querías saludarme, pues estaba bien. Mi mundo no se acabará si no lo haces, con tu permiso.- dicho esto, choque su hombro y salí del salón.
Fui a la cafetería por mi almuerzo y después fui a comer a la parte trasera de los edificios. Saqué mis auriculares y Stay de Rihanna empezó a sonar.
Di un mordisco a mi sándwich y cerré los ojos por unos segundos.
Mientras la canción sonaba, mi mente se transportó a todo lo sucedido éstos días. El accidente de la bala, los mensajes y el repentino distanciamiento de Zed. No sé que le pasa, no he dicho nada malo en su contra, ni mucho menos he hecho algo. Pero, esas son cosas sin sentido. No entiendo porque mi mente piensa en esas estupideces. Él no es importante en mi vida, sólo es una piedra que se cruzó en mi camino.
No quiero que se quede en mi vida. Si tengo que amenazarlo para que no se vuelva a cruzar en mi camino, lo haré. Sé muy bien que su distanciamiento es por lo que pasó con Luck en la fiesta y tampoco negaré que me molesté con Luck por lo que hizo. Zed es una buena persona, y a eso es a lo que le temo.
Me encuentro en mi habitación viendo mi serie favorita The walking dead. Faltan más o menos tres horas para la pelea de boxeo a la que me invitó Luck. Estás peleas no son ilegales, pero no quiere decir que no he ido a las ilegales.
Pongo atención a la serie, ésta parte es muy asquerosa. Demasiada sangre.
Terminé mis palomitas y opté por apagar la TV. Tomé un libro que había empezado hace unos días, Carol me lo recomendó y decidí comprarlo. Iba a empezar a leer cuando el timbre se escuchó por todo el departamento. De seguro es Luck.
Me dirigí a la puerta principal, abrí la puerta.
- Hola ¿eres Emma?- un chico de ojos azules y cabello negro azabache está frente a la puerta, su físico se me hace conocido. Asiento en respuesta -Yo soy Jayden, amigo de Zed.
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Agridulces.
Teen Fiction-Alejate de mí- digo con voz firme dándole la espalda y con las manos en el pomo de la puerta- Te aprecio mucho y por esa razón no quiero que termines en un ataúd por mi culpa. - No, no me alejare de ti, Emma. Cueste lo que cueste.