Capítulo 17: POV's Zed.

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17 enero 2017.

Las cosas han cambiado. En mí, claro está, desde que Emma rompió el contacto conmigo, ya los días no tienen nada especial.

Sé que es ilógico, quizás, pues no tuve nada con ella, a excepción de una amistad que para ella pareció una molestia. Todo estaba bien entre los dos desde mi punto de vista. Me quedé con ella unos días cuidándola, luego la besé y ella correspondió y al otro día sólo dice que no la vuelva a buscar jamás.

Recuerdo que la vi hace una semana en una fiesta, estaba sola en la barra de bebidas, luego se le acercó un chico y se la llevó a quien sabe donde. Después no la he vuelto a ver. Extraño verla y estar cerca de ella. 

Pero bueno, algunas cosas solo pueden ser deseadas pero no cumplidas.

Paso las manos por mi pelo despeinado y me levanto de la cama para darme una ducha.

Cuando terminé de alistarme para ir a la universidad fui a la cocina por una tostada y un poco de chocolate caliente. Un buen desayuno.

Escuché el claxon proveniente del auto de Sam. Es una suerte que él siempre se ofrece de llevarme a clases, ha sido un gran amigo toda la vida.

Cerré la puerta con llave y corrí prácticamente al auto de Sam sentadome en el asiento del copiloto.

-Hola Sam.

-¿Qué harás en la noche?- puse una mano en mi mandíbula en forma de como si estuviera pensando.

- Supongo que dormir.

- Iremos a una fiesta hoy, pasaré por ti a las nueve de la noche.

Asentí y me dispuse a mirar el camino. Ya no me sorprende que San me invite a fiestas, éstos últimos días hemos ido a un millón de fiestas, literalmente.

Sam estacionó el auto y bajamos para entrar a clases de historia. La aburrida historia. Entramos al salón y ya estaban todos mis compañeros sentados en sus lugares. Excepto por un grupo chicas en un rincón del salón, el grupo de las chicas más chismosas de la universidad, es como si todavía no se han quitado la secundaria de encima.  Ellas están alrededor de otra persona, me acerco un poco más y sólo veo una cabellera negra.

- Atención aquí chicos, les tengo una noticia.- todo el salón le presta atención a Liss.- En ésta universidad tenemos a una asesina.

Todos empezaron a murmurar y Sam me miró con el ceño fruncido.

- Si, así es. Ella mató a sus padres y también se dice que su tío la violó dos años enteros de su infancia. Es una zorra y una maldita asesina- todos murmuraban- ¿Quieren saber quién es?- y antes de que alguien contestara dijo- pues nada más y nada menos que Emma Wells.

Cada quien se miraba impresionado y a otros se les notaba el temor en los ojos. Busqué con la mirada a Emma hasta que la encontré rodeada de las amigas de Liss. Tenía unas grandes ojeras, su cabello estaba alborotado y sus ojos estaban más pintados que lo usual. Su mirada se encontró con la mía y noté ese brillo tan intenso con el que me encontré ese día en el que recibió la apuñalada. Y cuando menos lo esperaba, un par de lágrimas se escaparon de sus ojos.

Todo el salón le gritaba "Asesina, deberías de morir".

Di un paso hacía ella, pero ella retrocedió y empezó a correr fuera del salón. Todos reían y la insultaban. Miré a Liss y tenía esa sonrisa de victoria que siempre pone cuando algo le sale bien.

Me acerqué a Sam, él me miró pensativo y luego posó una de sus manos en mi hombro.

- Ve y síguela. Ella necesita a alguien.

Fruncí el ceño.

- Hablo de Emma, animal.- asentí y como alma que lleva al Diablo salí del salón, Sam me cubrirá.

Corrí al gimnasio, pero estaba completamente vacío. Fui a la cafetería pero también estaba igual que el gimnasio a excepción de las mujeres que se encargan de servir el desayuno.

Entonces, fui a la parte trasera de la universidad. Recuerdo a verla visto ahí un par de veces, miré por todos los lados hasta que vi una cabellera negra oculta fracasadamente detrás de un árbol.

Me acerqué en silencio, aunque algunas hojas colaboraban en eso.

Escuché sus sollozos y lo primero que me vino a la mente fue correr hasta ella y abrazarla, y así lo hice.

Me puse de rodillas y pasé mis brazos por su nuca atrayendola más a mí, sus brazos tardaron unos minutos en rodear mi espalda, pero lo hizo. Sentí sus lágrimas mojar mi camiseta, supongo que su maquillaje debe de estar regado.

Afloje el agarre y la miré a los ojos, como había sospechado, el maquillaje estaba regado, pero eso no impide que sus ojos sigan siendo hermosos, su nariz estaba un poco roja y sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios en una línea recta.

- Gracias- abrí los ojos sorprendido y ella inclinó la cabeza para el suelo. Estoy seguro de que ésta es la primera vez que veo éste en ella y se ve tan tierna que desearía poder capturar éste momento.

- No hay de que, Emma...

- Si te quieres ir, vete. Debes de estar espantado por lo que has escuchado allá adentro.

- Ay por favor! Como si esas cosas fueran ciertas.- sonreí y ella sólo bajó la cabeza y empezó a sollozar de nuevo.

- Por favor vete.- dijo dando una media vuelta.

- No me iré sin...

- Vete! Maldición.

- Emma...- toqué su hombro izquierdo pero ella retrocedió de inmediato- ¿Qué pasa?

- Soy una...- empezó a sollozar más fuerte.

- ¿Eres una qué?

-Zed, esas cosas son verdad, yo soy una asesina.



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⏰ Última actualización: May 15, 2017 ⏰

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