Capítulo 11.

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- ¿Quién es Sam?- vuelve su vista a donde estaba antes.

- Es mi mejor amigo.

- No prometo nada. Así que no te sientas mal si no voy. ¿Dónde es?

- Es en la misma calle de mi casa, por el ruido te guías.

- Muy admirable tu forma de dar direcciones.- ruedo los ojos y voy por las llaves de mi coche.

Me despido con un adiós  y me dirijo al ascensor. Son las dos de la tarde, faltan ocho horas para ir a la fiesta, espero que Emma asista. No se porque, pero el ambiente es mejor cuando estoy cerca suyo.

Me subo al coche y conduzco hasta la casa de Sam, me ha mandado un mensaje hace unas horas. De seguro alguna bobada tiene que decirme.


Luego de treinta minutos conduciendo, llego a la casa de Sam, ésta queda a unos cinco minutos de la mía. Por cierto, la fiesta de ésta noche es en su casa. Toco el timbre y de lejos escucho un cansado ya voy .

Sigo esperando unos dos minutos afuera de la casa de Sam y todavía no ha llegado a abrir la puerta y eso significa una cosa: Sam está masturbándose. Dios mío, siempre es lo mismo. Esa es una de las razones por las que no suelo saludar de la mano a Sam. Nunca se sabe cuando ha acabado de masturbarse. Suerte que vive sólo, porque no me quiero imaginar el infierno que sería vivir con alguien que haga eso a cada instante del día. Escucho sus pisadas al fondo de la casa.

- Hola, Brother- él levanta la mano para saludarme.

- Ni se te ocurra ponerme una mano encima. Necesitas una novia, en serio la necesitas.

Ríe a carcajadas y se hace a un lado para dejarme pasar.

Me siento en el sofá y Sam hace lo mismo.

- ¿Listo para ésta noche?- elevo los hombros y recuesto mi cabeza en el respaldo del sofá.

-Invité a alguien a la fiesta. Espero que no te moleste...

- No importa. Mientras más gente mejor. ¿y se puede saber a quién invitaste?- pregunta subiendo y bajando las cejas.

- A Emma.- Sam me mira serio por unos minutos y después se empieza a reír.

- Sabía que te gustaba, cabrón. Puedes usar mi habitación.- guiña un ojo y me codea.

Le saco el mi dedo medio y tomo el control remoto para encender la televisión.

-No me quiero acostar con ella. Ni siquiera me gusta, no es mi tipo ni yo el de ella.

-Los polos opuestos se atraen, Zed.


8 horas después.


La música está muy alta. Tal y como me gusta. Por los parlantes se escucha This is what you came for- Rihanna ft Calvin Harris. Hay mucha gente en el lugar. La gran mayoría baila al ritmo de la música, otros hablan tranquilamente y algunas están teniendo sexo entre los arbustos del patio.

Sam está por ahí viendo a cuantas se llevará a la cama más tarde. Voy a la mesa en donde están las bebidas, tomo la botella de Vodka y me sirvo un poco. Miro a mi alrededor y veo en la que se supone que es la pista de baile a Sam rodeado a chicas y a detrás a Jayden, mi otro amigo de la infancia. Voy hasta ellos. Estos notan mi presencia cuando estoy cerca de ellos.

-  Hey, la fiesta está súper buena- digo saludando a Jayden. Ellos asientes y empezamos hablar mientras la mientras la música retumbaba nuestro al rededor. 

Sam mira fijamente sobre mi hombro, de seguro ya vio a una que se quiere llevar a la cama. Sam me mira y vuelve a mirar por encima de mi hombro, me doy la vuelta con el ceño levemente fruncido.

Y por alguna razón, los latidos de mi corazón se aceleran cuando mis ojos la ven. Está en la mesa donde están las bebidas. Coge un chupito y da un trago y después mira a los lados como si estuviera buscando a alguien. Y cuando su mirada se cruza con la mía, Confident de Justin Bieber empieza a sonar. Elevo un poco la mano en forma de saludo y ella eleva una ceja. Lleva unos vaqueros ajustados con crop top negro que tapa su vendaje del hombro a la perfección. Su cabello va suelto y en sus labios lleva un labial rojo. Wow.

Me voy a cercando para saludarla y cuando se da cuenta, se desaparece de mi vista entre la gente.

Vuelvo hasta los chicos otra vez y Sam me mira boquiabierto.

-Si no te la llevas a la cama, lo haré yo, Amigo. Ella está buenísima.

Le doy en la cabeza y empezamos a reírnos y hablar cosas sin sentido. Jayden después de un rato, se va a la pista de baile y Sam y yo nos quedamos conversando.

Cuando acabo mi bebida, decido ir por otra. Tomo un chupido y me lo bebo de un trago. Miro a mi alrededor buscando a Emma.

Miro a la pista de baile y ahí la veo. Moviendo su cuerpo al ritmo de la lenta canción. Tomo otro chupito y repito la misma acción que con el anterior. Y sin más rodeos me dirijo a la pista de baile. Emma está bailando de espaldas, moviendo las caderas despacio, hasta resulta ser sensual. Me acerco poco a poco. Extiendo mis manos hasta su cadera y cuando mis manos toman sus caderas, ella deja de moverse poco a poco. Cuando sus dedos hacen contacto con los míos, siento un cosquilleo por todo mi cuerpo. 

Ella deja de moverse y empieza a dar la vuelta despacio.

Agridulces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora