La venganza. Un plato que se sirve frio. Hablando de eso, Sharon tenía hambre. No le quedaba plata. Caminaba sin cesar por las calles de Buenos Aires y buscaba algún mendigo que compartiese su pan duro. Caminó cerca de 3 horas, hasta que la noche, fría, cruel, le trajo una terrible sorpresa.
Gerardo, el dueño del conventillo al que Sharon había ido a parar a su llegada a la capital Argentina, estaba parado en una esquina. Y la miraba. Directamente a los ojos.
Sharon bajó la cabeza y comenzó a caminar hacia el otro lado. Pero la voz de Gerardo, gruesa y penetrante –mmmm– la detuvo.
–NADIE se escapa de mi conventillo. NADIE –y comenzó a acercarse, a paso decidido–. Tenemos una deuda pendiente.
–¿Deuda...pendiente? –Repitió torpemente Sharon. –Yo no te debo nada.
–¿A no? –Dijo Gerardo –Entonces ¿Dónde está el dinero que ganaste la noche que VOS estuviste a MI servicio?
–No Gerardo, veras yo...yo...–Gerardo sacó una gran navaja–. No hay por qué llegar a esto, ¡YONOSOYXIMENA! Yo no soy...Ximena...
–¿A no? Ya lo sabía niña tonta. ESTUPIDA, IMBECIL, ENFERMA, PUTA
–¡A MI NO ME DIGAS PUTA!
–¿A NO? Y DE QUE TRABAJASTE LA OTRA NOCHE
–FUE PARA SOBREVIVIR –Exclamó Sharon. Comenzó a soltar lágrimas–. Necesitaba la plata.
–Cállate. Cállate. CÁLLATE –Gerardo cacheteó a Sharon–. Hoy en día es todo de sobrevivir. Por eso las rameras baratas como vos acuden a mí. Vienen a pedir limosna. A pedir misericordia. Pero escúchame puta barata; las perras buenas, comparten la comida con su dueño.
Sharon le golpeó en la entrepierna y se dio la fuga. Corrió tanto como sus gordas piernas pudieron. Sabía que correr era inútil, estaba en territorio de Gerardo.
–Volve PUTA –gritó él –NADIE SE ESCAPA DE GERARDO.
Sharon siguió corriendo, no sabía a donde, pero solo podía sentir el aire golpeándole el rostro y los gritos de Gerardo; su parca.
Entonces, volteó incorrectamente, y termino en un callejón sin salida. No podía perecer sin luchar y saco su fiel trincheta. La besó, sabiendo que quizás, esta fuese su última aventura juntas. Y apareció Gerardo finalmente. Sharon se dio al ataque.
Su primer mandoble fue interceptado por la navaja de Gerardo que cortó el aire en dos. También le cortó el rostro a nuestra aventurera.
Sharon volteó en el aire y paso por detrás de Gerardo mientras este azotaba con fuerza. La navaja dio contra el muro, y quedo trancada. Pero Gerardo no la necesitaba, se dio vuelta y comenzó a frenar los golpes de trincheta con sus propias manos. Sharon se movía como la calle le había enseñado, velozmente. Entonces pensó en toda su aventura por Buenos Aires; la Jenny desangrándose, El Milico Puto en llamas, Leito saltando por los aires...Matías...
Sharon golpeo con fuerza a Gerardo. Este cayó contra la pared. Gerardo le dio un bife a Sharon, pero esto ya no le importaba a nuestra luchadora. Comenzó a gritar mientras repartía latigazos. Gerardo se vio incapaz de frenar la imparable trincheta. Los cortes se producían rápidamente de lado a lado en todas las extremidades de Gerardo. El dolor invadió al sinvergüenza y este comenzó a llorar mientras gritaba a Sharon que parase, pero el odio la había llenado. Cuando la joven wachiturra hubo frenado y bajado su arma, Gerardo estaba revestido en sangre y cortes, pero vivo. No quería que su sufrimiento terminase tan pronto, quería ver el dolor reflejado en los ojos de Gerardo antes de que muriese.
Sharon se agacho y miro con desprecio a Gerardo. Terrible error. Gerardo levanto la mano de forma fugaz y arrancó la navaja del muro, el mismo contra el que él estaba tirado. Con un movimiento rápido la introdujo en el cuello de Sharon, que cayó al suelo moviéndose.
–Deuda saldada –dijo Gerardo y se levantó dando tumbos. Sharon sintió la sangre fluyendo, sintió el dolor, sintió la vida diciéndole que la abandonaría.
Y pensó en...¡Matías!

ESTÁS LEYENDO
La Pequeña Sharon Y El Pantalón Nevado
HumorLa Pekeña Sharon es una wachiturra como cualquier otra que reside con su madre en Montevideo. Pero en busca de su sueño, ver a Los Wachiturros en vivo, decide iniciar una travesía hacia la ciudad de Buenos Aires. Ahora, se encuentra perdida en la gr...