No me di cuenta en que momento pasó, pero vi a través de una ventana como estaba oscureciendo-. Ésto es muy lindo y todo pero probablemente tenga que regresar a casa antes de que mamá piense que me escapé.
- Vaya me estaba divirtiendo, pero está bien- Fran se levantó de su lugar y luego extendió su mano para ayudarme a ponerme en pie. Habíamos pasado toda la tarde escuchando música, jugando videojuegos y viendo películas, la mitad de ese tiempo él había intentado convencerme con pobres argumentos de que Lynn era una niña buena y que no llevaría por el camino del mal a mi pequeño Collin.
Como habíamos salido en su auto él tuvo que manejar, yo no confiaba en sus habilidades del todo pero Fran dijo que nunca me dejaría conducirlo, tenía un amor insano hacia el objeto.
- No puedo creer que ames tanto a ésta cosa- le dije mientras abrochaba el cinturón de seguridad.
- Me dice eso la que tiene complejo de caperucita roja- se rió de mi.
- Complejo de caperu-... ¿qué demonios es eso?- pregunté confundida. Fran no me hizo caso y arrancó el coche, dejamos en poco tiempo su enorme mansión atrás adentrándonos por las calles de la ciudad, ambos estábamos en silencio.
- Sabes, me gustó la cita- habló de repente, me sonrojé un momento y volví a la normalidad porque pues es Fran y eso es simplemente parte de su personalidad, decir cosas que me avergüenzan o ponen nerviosa.
- ¿Fue una cita?- pregunté inocente, ya sabía que pasaría-. Se sintió como una salida de amigos- se estacionó inesperadamente haciéndome agradecer llevar puesto el cinturón, apagó el auto y me miró de forma extraña.
- ¿Salida de amigos? Oye, tú de verdad quieres romper mi corazón- se quejó como niño pequeño, eso me hizo reír un poco, Fran soltó un gran suspiro y puso de nuevo el coche en marcha.
- Pensé que eramos los super mejores amigos por siempre - dije citando el dibujo que había visto antes, nunca olvidaría eso.
- No es divertido- habló algo molesto entre dientes.
- Dime qué es lo que te molesta para hacerlo mas seguido.
- No te metas con el sujeto que está al volante y tiene literalmente tu vida en sus manos- reí por ultima vez y decidí dejarlo en paz, es triste pero no me había divertido en mucho tiempo. Era fácil estar con Fran y no tenía que hacer nada para complacerlo, al final esto no sería tan malo como creía- Quien diría que estando conmigo tu complejo se iría.
- No sé qué es eso- pude divisar mi casa a lo lejos, ya habíamos llegado y no me di cuenta. Nunca lo admitiría pero no quería llegar tan pronto.
- Te lo dejo de tarea, Dawn- Se detuvo justo en frente de mi hogar y antes de que siquiera pudiera quitarme el cinturón, salió del auto y corrió hasta llegar a mi lado para abrir la puerta. Ofreció su mano para ayudarme a salir.
- No tenias que hacer eso, pero gracias.
- Tal vez no, pero tomé tu mano- sonreí y me estiré para alcanzarlo y besarlo en la mejilla, pero o él se giro a propósito o yo calculé mal porque termine besándolo en los labios. Me retiré rápidamente y ambos nos miramos fijamente durante un largo momento, comencé a sentir el rostro caliente así que me despedí y salí corriendo.
Entré rápido a la casa e ignorando los saludos de parte de mi hermano y su novia subí a mi habitación. Me senté en mi cama para procesar lo que había pasado hasta que me tranquilicé, fue un accidente así que supongo que no pasa nada y solo estoy exagerando. Noté que mi laptop estaba abierta y encendida por lo que busqué el significado de lo que Fran me dijo antes.
Complejo de Caperucita Roja.
"Las personas que actúan poniendo interés en los demás antes que el suyo propio, se les denomina que sufren este complejo psicológico.
Se manifiesta en las personas que sienten mucho miedo a perder afecto y a no ser queridos por los demás. Por ese motivo, dicha persona intenta siempre tener la aprobación de sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, esforzándose al máximo para servir y hacer feliz a los demás hasta el punto de asumir las tareas de los demás sin pensar en ellos mismos.
En la base de este complejo se encuentra una baja autoestima y una necesidad patológica de agradar a los demás."
Oh, vaya.

ESTÁS LEYENDO
No me laves el auto
Kısa HikayeCada vez que Dawn pasa por la avenida de la ciudad con su auto recién lavado, él se empeña en arruinarlo. Aquel auto era demasiado perfecto y Fran no lo soportaba. #6 en Historia Corta 01/06/17