-Bueno, esta si que fue una cena incómoda -dijo mi madre cuando se disponía a recoger sus platos. Los únicos que hablaban entre sí eran Collin y Lynn, lo que significaba que solo en una mitad de la mesa había ruido. Yo hacía lo posible por no mirar a Fran y él a mí-. Pueden ir a dormir, o lo qué sea que los adolescentes hagan antes de eso, pero quiero ver que Collin duerme con Fran, no quiero nada indecente en ésta casa.
Todos asentimos y fuimos a nuestras respectivas habitaciones, mi cama era matrimonial por lo que Lynn y yo dormiríamos sin problemas.
-Así que... -comenzó a decir la pequeña rubia- ¿cómo va todo con mi hermano? -preguntó.
-¿Es en serio? -creo que era obvio cómo me iba, probablemente solo quería molestar.
-Bueno, solo quiero romper el hielo con mi cuñada.
La niña aún no terminaba por caerme del todo bien, pero creo que algo bueno debe de tener para que mi hermano guste de ella, así que tal vez darle una oportunidad no sea tan malo.
-Solo digamos que todo va mal -Lynn caminó a mi cama y se acostó en ella, yo tomé una silla que estaba cerca de ahí y me senté- ¿Cuando tu hermano se enoja qué haces para que te perdone?
Me observó por unos cuantos segundos mientras pensaba. -No he tenido que hacerlo ya que es muy difícil hacer que se moleste. Debes de ser una clase de genio para lograr que no te quiera hablar.
-Vaya gracias, me ayudas mucho con eso -se encogió de hombros y me miró indiferente, después dijo que quería cambiarse de ropa por lo que tuve que prestarle algo mío de hace muchos años, yo fui al baño para cambiarme.
Cuando salí ella ya estaba cambiada y envuelta en mis sábanas en su mitad de la cama, intenté meterme también pero antes de que me acercara Lynn me pidió que le trajera agua de la cocina. Por un momento quise decirle que podía ir sola, pero me detuve de hacerlo.
Lo mejor era tenerla de mi parte si quería que Fran alguna vez me perdonara.
Salí de mi habitación y sin prender alguna luz fui caminando hacia la cocina. Estaba levemente iluminada lo cual era extraño, conforme me acercaba pude notar que la luz provenía del patio.
Había una puerta que daba a la cocina y como siempre pasa, Fran estaba sentado en el suelo viendo hacia el patio con la puerta abierta. Sabía que lo tenía que encontrar hoy de alguna forma.
-¿Hola? -lo llamé, él dirigió su mirada hacia mi.
-Hola -respondió simplemente.
No sabía muy bien que hacer, no esperaba que me respondiera; me acerqué un poco más.
-¿Que haces? -pregunté. Se encogió de hombros con actitud indiferente.
-Solo estoy aquí, siendo profundo y melancólico como de costumbre.
-Ah, que bien.
Fran volvió a mirar al exterior, segundos después se movió ligeramente y señaló justo a su lado. -Siéntate conmigo.
Obedecí casi inmediatamente, Lynn podría tener su agua después. No sabía si se trataba de una señal acerca de su perdón o solo era algo del momento, pero sin importar qué fuera iba a aprovecharlo. Intenté moverme para estar más cerca de él y cuando ya estaba a punto de rozar su hombro con el mío, me detuvo.
-No, no vayas más lejos que eso -me dijo-. Si tú no estas dispuesta a tomarme en serio entonces no me des falsas esperanzas, ya fue suficiente.
-Pero... -estaba decidida a decirle lo que sentía de una vez pero me interrumpió.
Me interrumpió posando sus labios en los míos. No me lo esperaba.
Fue tan inesperado que no reaccioné durante unos instantes, pero cuando me recuperé de la impresión cerré los ojos y le seguí la corriente. Había pasado demasiado tiempo desde que estuve así de cerca con él, por alguna razón sentía que era diferente a todas esas veces.
Fran me rodeó con un brazo y me estrechó aún más, su mano se encontraba en mi cintura, movía sus dedos en círculos acariciándome. El beso se volvió cada vez más lento, después se separó un poco de mí; me miró a los ojos y besó mis mejillas, bajó a mi cuello e hizo lo mismo ahí.
Después de eso ya no se movió y suspiró contra mí, quise abrazarlo de vuelta pero se soltó, se alejó y rápidamente se puso de pie.
-Lo siento, supongo que fue un impulso -estaba un poco alterado y tenía la respiración agitada, se veía nervioso-. Igual creo que esto no volverá a pasar, porque no es algo que los amigos hagan. Buenas noches.
Se fue casi corriendo y me dejó sola en la cocina, duré un rato confundida preguntándome qué demonios había pasado; luego me levanté y cerré la puerta para finalmente irme a mi cuarto.
Cuando entré Lynn seguía despierta, tenía la luz de mi lámpara de noche encendida así que podía verla un poco.
-¿Y? -preguntó curiosa-, ¿te lo encontraste?
-Si -respondí-. Y tú sabías que él estaría ahí.
-Mi hermano suele pasear en la casa por la noche, no sé por qué lo hace pero ya me acostumbré. Aunque dudaba que igual lo fuera a hacer en una casa ajena.
-No deja de echarme en cara la palabra amigos. -subí a mi cama y me quedé tumbada al lado de Lynn por encima de las sábanas y cobijas. De repente tenía demasiado calor.
-Tú hacías lo mismo, lidia con eso.
-Eres perfecta para mi hermano, en serio. -me di la vuleta para darle la espalda y cerré los ojos.
-Gracias, ambos lo sabemos. Ojalá esa tonta niña que no deja de coquetearle a mi Collin lo supiera.
-¿Te lo quieren robar? -pregunté divertida, nunca creí que mi hermano pudiese ser un rompecorazones.
-Si, pero descuida que ya marqué mi territorio. Sé que no te caigo bien pero te juro que entre Alyssa y yo, soy la mejor opción como cuñada.
-No me caes mal, me intimidas.
-Tengo doce. -dijo.
-Eso lo hace peor, tu edad mental no queda con tu edad biológica. Es como ver a alguien mayor que yo en el cuerpo de un bebé, no me quiero imaginar cómo serán ustedes dos en el futuro.
-Estoy halagada.
-Bien, duérmete.
Ella ya no respondió y pensé que estaba dormida, tomé mi almohada para abrazarla e intenté imaginar que era Fran. Ya me estaba quedando dormida cuando escuché a Lynn hablar.
-Tú no eres perfecta, pero supongo que eres la mejor para mí hermano.
------------------------------
Bueno, les di otra escena Fawn, Frawn (? No sé.
Tengo una pregunta importante, de todas ustedes (o todos, uno nunca sabe). ¿Quien conoce y lee a mi bebé Génesis💕 aka ImTheNewRachel? Es para una tarea, ah.

ESTÁS LEYENDO
No me laves el auto
NouvellesCada vez que Dawn pasa por la avenida de la ciudad con su auto recién lavado, él se empeña en arruinarlo. Aquel auto era demasiado perfecto y Fran no lo soportaba. #6 en Historia Corta 01/06/17