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- Dawn- habló mi mamá desde la puerta de mi habitación. Yo había estado leyendo algo.

- ¿Si?- respondí dejando el libro de lado, detrás de ella se encontraba mi hermano con su celular. Estaba a punto de preguntarle qué demonios estaba haciendo pero me hizo una seña para callarme.

- Necesito que bajes y limpies el jardín entero- bien, aquí es donde debo de decir que ya lo había hecho el día anterior. Y el anterior a ese.

- Eh, pues...- recordé a Fran, y en ese mismo instante mi teléfono vibró en mi pantalón anunciando un mensaje. 

De: Tu chiquito.

Repite después de mi: 

Lo siento, madre. Tengo algo que hacer el día de hoy.

No sé en qué momento él tomó mi celular y se registró de esa manera, y tampoco sé como demonios sabia lo que estaba pasando en éste momento justamente. Miré detrás del hombro de mamá y vi a Collin, entonces descubrí que probablemente estaba con Fran al teléfono y de esa manera escuchaba nuestra conversación. Niño genio.

- ¿Dawn?- volvió a llamar mi atención- El jardín.

- Lo siento, madre- me aventuré a decir, no perdía nada con intentar- Tengo algo que hacer hoy.

Frunció el ceño y se cruzó de brazos, supongo que no se esperaba una respuesta como esa de mi parte-. ¿Y que es eso tan importante que tienes que hacer?

Pensaba en una buena excusa cuando de nuevo recibí un mensaje, le pedí a mi madre un momento para poder mirarlo, obtenía un poco de satisfacción ya que a ella le molestaba demasiado que la dejaran esperando.

De: Tu chiquito.

Tengo que salir con mi novio, tan guapo e inteligente <3

- Tengo que salir con mi no...- es ridículo pero no me di cuenta de lo que estaba a punto de hacer- nuevo amigo.

De: Tu chiquito.

JAJAJAJA  casi te tengo.

- ¿Tienes amigos?- preguntó extrañada, bueno, en su defensa tengo que decir que nunca le había presentado a nadie como amistad mía, no es como que fuera una asocial, pero no me sentía lo suficientemente a gusto como para hacerlo.

- Ni que fuera tú- hablé rápidamente.

- ¿Qué?- me sentí aliviada por el hecho de que no me había entendido, o ya estaría notablemente castigada.

- Que... que si, tengo algunos. Y saldré con él en unos... diez minutos- mi madre me observó de manera sospechosa y diciendo que me cuidara cuando saliera, se fue a su habitación. Collin, que anteriormente había estado a sus espaldas se escondió antes de que ella lo viera. Luego salió de su escondite y noté como seguía aun en la llamada con Fran, así que tomé el teléfono para hablar con él.

- Entonces, novio guapo e inteligente. ¿A donde iremos el día de hoy?- pregunté.

- Diablos no lo sé, no pensé llegar tan lejos- rió al otro lado de la linea telefónica- supongo que ya se me ocurrirá algo. 

- ¿Cómo qué?

- Podemos seguir con aquello de lo que hablábamos cuando fuimos por nuestros hermanos, ya sabes a que me refiero...

- No, lo siento, no lo sé.

- Ay, no me hagas repetir la parte donde querías atentar contra mi virtud, porque me sonrojo.

No me laves el autoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora