Cap. 16

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Pov. Jimin

Como ya estaba en mi último año de secundaria. De lo único que hablaban mis padres era de la universidad. Y como era muy malo en inglés decidí matricularme en un instituto este último verano como estudiante de secundaria. El inglés era importante en la universidad a la que yo quería postular.

- Papá, ya estoy grande- me quejé.

- ¿Y? - respondió él.

- Que es vergonzoso que me lleves a todas partes.

- Está bien. Te compraré un auto.

- ¿En serio?- respondí ilusionado.

- No, es muy peligroso- respondió mi padre.

- Eres nuestro pequeño Jiminnie ¿y si te pasa algo?- decía mi madre mientras me dejaba un plato de cereal con forma de dinosaurios y un vaso de leche en la mesa.

- Mamá, ya cumplí 17 años.

- Está bien. Pensaremos en algo. Pero ahora ya se está haciendo tarde para que vayas a estudiar.

A mitad de camino mi padre se quedó sin gasolina así que tuve que caminar. Solo fueron cinco cuadras.

- Buenas tardes señor, ¿Esta es su clase?- se acercó la profesora hacia mí.

- Si yo- no quería decir que mi padre olvidó llenar el tanque del auto y tuve que caminar- tuve un problema al venir, había mucho tráfico- mentí.

- A partir de ahora toque la puerta señor...

- Jimin, Park Jimin.- respondí.

- Bueno, siéntese por ahí.

Entré al salón y las miradas de las mujeres seguían puestas en mí. Era normal.

Me senté entre una chica muy linda y una ¿señora?

Sabía que al instituto asistían personas de todas las edades, pero no creí que de absolutamente todas. La profesora nos dijo que trabajaríamos en parejas. Quería ir con la chica a mi costado pero ella prefirió a su amiga antes que a mí. De hecho, era la única que no me miraba.

»Más tarde«

- ¿Una señora?- las risas de Jin sonaban por toda mi casa.

- Si ya, no me molestes.

- Bueno, y viste a alguna chica linda.

- Deja de pensar en chicas.

- No para mi, ya tengo muchas. Hablo de ti, aún no olvidas a Mía. No sé qué le viste, era muy odiosa.

- Pues hay una que está al lado mío, pero ni siquiera me dirige la mirada.

- ¿Y es bonita?

- Si, tiene unos ojos pequeños. Parece china. Se me hace familiar.

- Uy, las asiáticas están de moda.

- Como sea, ella no me habla.

- ¿Ni siquiera usa su espejo para verte a través de el? Odio cuando hacen eso, mi rostro es muy especial.

- Pues, creo que ni tiene uno.

- Háblale, así te olvidarás de Mía.

- ¿Qué? Ya la olvidé.

Jin me dio una mirada que decía "¿en serio?"

- Bueno, ya. Le hablaré a la china.

Estaba sentado por primera vez a tiempo en el salón y ella no llegó hasta que pasaron 20 minutos. La profesora nos dijo que trabajáramos en parejas. Su compañera no vino y la mía tampoco. Iba a decirle que trabajemos juntos pero ella ya lo estaba haciendo sola.

Traté de llamar su atención y cuando puso sus ojos en mí intenté decirle con la mirada lo obvio: que trabajáramos juntos.

Pov. Emily

- Podemos hacerlo juntos, si quieres- Me atreví a decirle al fin.

- Si, bueno- respondió titubeante. Ella me ponía nervioso por alguna razón.

Cada día nos daban 15 minutos de descanso. Así que me levanté y fui a comprar algo ya que me había despertado tarde y no había tomado desayuno.

- Oye, ¿a donde vas?- dijo el chico antes de que cruzara la puerta del salón.

Volteé a verlo sorprendida por lo curioso que estaba.

- Iré a comprar algo.- respondí algo confundida, y es que ¿por qué debo darle explicaciones?

- Te acompaño.

Bajamos a la cafetería y empecé a buscar algo para comer.

-¿Cuánto está la hamburguesa?- pregunté.

- 10 dólares- respondió la señorita detrás del estante.

- oh...gracias- estaba algo caro y no valía la pena-¿Vas a comprar algo?-pregunté al chico.

-¿Ya lo hiciste tú?

- No, está algo caro así que comprare afuera.

- Bueno yo no tengo hambre. Te acompaño- sugirió él.

Salimos y ninguno habló. En una tienda de la calle conseguí una soda, una galleta y una bolsa de chifles.

-¿Todo eso vas a comer?

-Ahmm si-respondí algo avergonzada,-Oye ¿por qué me acompañaste hasta aquí? Esto es algo raro.

- Pues, estaba aburrido.

Pov. Jimin

Después de clases fui a casa de Jin.

-¿Y? ¿Que pasó' ¿le hablaste?- preguntó él.

- Eso creo y compró un montón de comida.

-¿Que tiene? La vida es mejor con comida. Ya tienes algo con que llamar su atención.

-¿Que cosa?- no entendía a lo que se refería.

- Cómprale comida.

Al día siguiente traté de hablarle otra vez, pero había llegado su amiga y ahora solo hablaba con ella.

Pov. Emily

-¿Que te pasó? Ayer me dejaste sola- le hablé.

- Lo siento, estaba enferma.-respondió Valerie aún tosiendo.

- Hola, que tal. Emily ¿cierto?- se acercó el mismo chico de ayer.

- Sí. Llegaste temprano.- respondí en confianza.

- Pues estoy haciendo mi esfuerzo- sonrió.

- Y ¿que pasó ayer?- interrumpió Valerie.

- Él es Jimin- se lo presenté.

- Hola- saludó sonriente.

- Ayer trabajamos juntos porque alguien no vino.- dirigí mi mirada hacia Valerie.

- Ya te dije que estaba mal- trató de justificarse.

Desde ese día descubrí que Jimin era muy tierno y tímido. Así empezamos a hablarnos los tres.

Pasaron las semanas y ya no estaba tan triste por la partida de Jungkook. Por alguna razón Jimin empezó a comprarme comida. Al principio me gustó, comida gratis. Pero no quería aprovecharme de su bondad.

Thinking Bout YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora