Cap. 25

33 5 12
                                    

Pov. Jungkook

Regresé a Gatewood porque estaba decidido a no dejar de lado a Emilly. Ella me gustaba. Y ahora tenía novio. Es imposible. Y era Jimin. Un amigo mío que hacía tiempo que no lo veía.

«12 años antes...»

- Muy bien niños, comenzaremos la clase en 10 minutos. Esperaremos a que lleguen los demás. Los padres de familia pueden esperar afuera.― decía mi nueva profesora de baile en el curso de verano que mi madre había buscado para mí.

Mi madre era bailarina de ballet. Y siempre paraba de viaje en Europa. Ella quería que aprenda un poco de baile contemporáneo en mis cortos 6 años.

― Ya está. No, un poco más.

― Mamá es mucho bloqueador.― dije quejándome de que sus manos estén por toda mi cara.

― No quiero que mi pequeño se malogré la piel.

― Pero aquí no hay sol.

― No importa...listo. Estaré afuera.

― Espera― me agarré de su brazo.― tengo hambre.

― Ten 5 dólares. Ve a esa pequeña tienda a comprar algo.

― ¡Sí!― fui con toda velocidad, pero un niño estaba en la fila. Decidí ser amigable.

- Hola soy Jungkook.

― Hola, yo soy Jimin.

― ¿Chim chim?

― No, Ji-min. Hablas raro.- contestó él.

― Es que se me cayó un diente y no puedo hablar bien.

― Está bien, puedes decirme como quieras.

Es desde ahí que por unos 3 años mi madre me llevaba a casa de Jimin a jugar. Luego nos volvimos distantes. Hicimos caminos diferentes, teníamos otros amigos. Sin embargo el destino nos juntó de la peor manera.

Pov. Jimin

― ¡Vamos! Baekhyun dijo que irían las chicas de Easton High.

― Estoy muy cansado. Anda tú, no creo que me necesites- respondí.

― Está bien.― Jin colgó. Y yo, que estaba recostado en mi cama, opté por cerrar los ojos. Me quedé dormido.

― Oye, ven mira.― el pequeño Jin me arrastró hasta una hermosa pintura, alejándonos del grupo con el que habíamos ido al museo por un viaje de estudios.

― Vaya, es muy bonita.

― Si, iré a hablar con ella.

― ¿Qué? Las pinturas no hablan.

― ¿Pintura? Hablo de la niña rubia de allá. Es de otro colegio- Jin estaba yendo a coquetear con su primera chica.

La pintura, sin embargo. Era muy bonita. Me recordaba a los días de campo con mis padres a los que solíamos ir.

Ya debía regresar con los demás niños antes de que me perdiera en el museo de Gatewood. Me dí la vuelta y de casualidad choqué con una niña a la que hice caer y derramar su bebida.

Thinking Bout YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora