Cap. 45

15 1 0
                                    

Pov. Emily

- Muy bien, dice que empezarás con la rutina de abdominales, más piernas y luego harás 50 minutos de running en intervalos con inclinación.- leí el mensaje que había dejado el personal trainer de Peyton que no pudo asistir al gym.

- Eres muy linda al venir aquí conmigo después de trabajar.- dijo ella.

- Bueno, no tengo nada más que hacer.

Pasaron treinta minutos mientras que yo estaba mirando como ella perdía calorías. El verano se acercaba y los gimnasios se empezaban a llenar. En mi celular sonaba Rocketeer, y echada en el suelo mi mirada se dirigió a la espalda de alguien muy familiar.

- ¿Yoon Gi? - me acerqué - ¿Qué haces aquí? No te he visto en todo el día.

- Pues, también tengo una vida que atender y hago ejercicios. ¿Y tú? No estás sudando ni nada, ¿Qué haces aquí?

- Acompaño a mi amiga. ¡Oh cierto! Toma - saqué de mi bolsillo su pequeño USB - ahora te recuerdo. Eres el chico del piano.

- ¿En serio? - me miró sarcástico. - Así que estudiabas en esa escuela.

-¿algún problema?

- Oí que ahí estudiaban unos viejos compañeros de mi escuela.

- Pues habían muchos chicos nuevos. Sonará algo raro que te diga esto, pero ¿Tú estudiabas o hacías algo?

- Estudiaba en Estados Unidos.

- ¿Naciste allá?

- Aquí. También crecí aquí hasta los 7 años y luego me fui con mi padre.

Entre charla y charla me había olvidado de Peyton. El castaño volvió a su rutina de entrenamiento. Él, extrañamente, me había prestado su celular para escuchar todas las canciones que tenía; pues teníamos los mismos gustos musicales.

Yoon Gi finalmente conoció a Peyton. Al principio fue algo rudo con ella, como cuando lo conocí por primera vez. Sin embargo, empezaron a entrar en confianza después de cruzar más palabras.

La oscura noche en Gatewood, hizo que por seguridad Yoon Gi se ofreciera a acompañarnos a nuestras casas. Yoon Gi no era como lo habían descrito. Él era diferente ¿Por qué Jimin me dijo otras cosas?

Durante los días previos a la graduación, Yoon Gi y yo habíamos creado una linda amistad. Nos teníamos confianza y compartíamos todo.

- Mira. Ella es una amiga que vive en Corea. -me mostró La foto de una pequeña asiática castaña.

-¿Es tu novia?

- No, y aunque es muy linda, creo que me gusta otra persona.

Yoon Gi tomaba fotografías. Ya que viajaba mucho con su padre tenía un álbum lleno de paisajes de todo el mundo. El caluroso desierto en Dubai, el histórico palacio de Versalles, incluso la hermosa vista del Tag Mahal. Había viajado a varios rincones del mundo.

Distraída en las bellas fotos que había tomado, mi sentido del olfato se activó cuando sentí el aroma de un cigarrillo recién encendido.

- ¿Fumas? - pregunté lo obvio.

- No sé. Si encender un cigarrillo y luego inhalar es fumar, pues supongo que si.- habló irónico.

Eso era lo que más detestaba. Suena algo ridículo si eres joven y experimentas cosas, pero simplemente eso no lo toleraba. Debió haberse dado cuenta de mi incomodidad, porque cautelosamente lo apagó y lo arrojó.

- Lo siento, si te incomodo.

- Bueno, te iba a decir que me enseñaras.

-¿En serio?

- No, claro que no. Mira esto- tomé un pop corn de los que habíamos preparado previamente y lo sumergí en el vaso de gaseosa.

- ¿En serio comes así? Yo también.

Hizo lo mismo. Teníamos muchas cosas en común. Habíamos estado en la sala con sus hermanitos esperando a que su madre llegue. Ella llegó muy tarde y Yoon Gi se ofreció a acompañarme hasta mi casa.

- ¿Mañana llegarás temprano?- preguntó Yoon Gi, mientras estábamos cerca a la puerta de mi casa.

- Mañana no iré a trabajar. Es mi graduación y tu mamá me dio permiso.

- Oh, bueno. Diviértete entonces.

Se fue.

Ya en mi cuarto a punto de cerrar mis ojos, alguien tocaba la puerta de mi balcón. Jimin. Ahora que me habrá traído. Pensaba mientras me trataba de levantar.

- China. Déjame entrar.- Jungkook había venido.

- ¿Que estás haciendo aquí? Vete.

- Estoy triste. Y quería una amiga.

Con desgano, me hice a un costado para dejarlo entrar. Como si estuviera en su propia casa, se recostó en mi cama.

- Ha pasado algo malo- habló.

Ya preocupada, me acerqué a él- ¿Algo malo? ¿Que pasó?

- Mi mamá... se va a casar.

- Esa es una gran noticia.- sonreí.

Se levantó de golpe- No es bueno. El señor no me gusta. Es muy mayor para ella. Y no creo que deba hacerlo.

- Bueno. Ella quiere rehacer su vida y tú como su hijo deberías apoyarla- comenté.

- Es que. Lo hará mañana. Y yo quería que esté en la graduación. No vendrá.

-Oh, ya veo. ¿Y tu papá? Tu papá ¿tampoco estará acaso?

- No. Él también está fuera del país. Solo mi madre iba a venir. Estaré solo.

Su mirada llena de desilusión me rompía el corazón. Ya no tenía pensado arrojarlo por la ventana por haberse metido a mi cuarto. Pero, igual debía salir de ahí.

- Oye. Tu historia fue muy conmovedora, pero no puedes estar aquí. - destruí el momento desgarrador.

- Estoy solo en casa. No hay nadie y...no le digas a nadie, pero...vi una sombra.

- Una sombra.

- ¡Si! Y...le tengo miedo a los fantasmas.

Nos vimos a los ojos 5 segundos, y mis carcajadas rompieron el silencio.

- ¿Tú? ¿Jungkook? ¿Miedo?

- No te burles. Todos les tenemos miedo a algo. Además, mi miedo es comprensible. Tú les tienes miedo a las aves y a los payasos.

- Bueno bueno. Está bien, puedes quedarte aquí por hoy.

- Que sean 4 días.

-¡Qué! Estás demente. ¿Quieres que mi mamá nos asesine?

- Por favor. Estoy muy aburrido en casa.

- Solo hoy.

- Hoy y mañana.

- Bien.

Con gran agilidad se dirigió al balcón para meter su maleta. Al parecer ya lo tenía planeado todo.

Él recostado sobre la alfombra y yo en mi cama mirando el techo de mi cuarto, contábamos hasta mil.

- Emily ¿Estás dormida? - susurró.

- Sí.

- ¿Y por qué me contestas?

- Ah, que quieres.

- Nada.

¿Que estás haciendo Emily? Pensaba.

Thinking Bout YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora