El Medium ~• Jicheol

VII

La respiración agitada del pequeño era lo único que se escuchaba en todo el departamento, seguía con la vista fija en su hermana, trataba de encajar todas las piezas de ese extraño rompecabezas, pero estaba demasiado conmocionado, ese mundo realmente existía y él era parte de todo eso, mierda, hasta tenía una hermana guardiana que lo protegía, era tanta la locura y la incertidumbre que lo estaba consumiendo nuevamente en ese momento que tuvo que sentarse en el sillón antes de que cayera al piso.

-- Tu...dios mío esto es real...esto es una puta locura... – Susurró mirando al piso, cerró los ojos un momento calmándose, respirando, mentalizándose para hablar con su hermana, con su hermana muerta.

—Eh Tranquilo, no te hare nada, respira con calma y escucha atentamente que tengo que contarte muchas cosas — Dijo SooMin mientras bajaba el vuelo y caminaba hasta su hermano, tenía una voz tranquila, suave y afinada, muy parecida a la de su hermano, cosa que logró relajar al estresado y aterrado pelinegro.

Llegó hasta el contrario quien respiraba más tranquilamente que antes y se sentó de piernas cruzadas en la mesa de café mirándolo fijamente, Jihoon abrió los ojos sintiéndose un poco más cómodo con la presencia de la pequeña fantasma, sonrió débilmente y esta le respondió de aquella misma forma.

SooMin entendía que su hermano no era él mejor con el tema de lo paranormal en ninguno de sus ámbitos, pero tenía que advertirle de muchas cosas y enseñarle muchas otras, tenía que ayudarlo en todo lo necesario para cuando llegara el día.

--No puedo creer que seas real, te estoy viendo y ...— Jihoon ya repuesto estiró la mano tratando de tocar a su hermana, la cual solo río al ver que la atravesaban, la cara del pelinegro se desfiguro graciosamente y no dudó en sacar rápidamente su mano de ahí -- te puedo traspasar... ¡¿Que mierda es todo esto?!

-- Esta mierda es tu nueva vida...así que abre esa mente tuya y empieza a normalizar rápido todo esto...pude quedarme como una adolescente cuando morí, pero te advierto que estos años no pasan en vano...ahora ¿Que te dijo mamá? – Preguntó el espíritu, veía que a Jihoon le costaba adaptarse a esto y temía por él, el día que los peligros lo atraparan tenía que saber defenderse.

Pensó en soluciones por si su hermano no podía llevar todo ese mundo en el poco tiempo que tenían y lo único que pudo pensar era en llevarlo con su superior de pelo largo o en los casos más difíciles con él, pero no podía hacerlo a menos que algo que atentara contra su vida sucediera, por ahora el que su hermano entendiera su destino estaba en sus trasparentes manos.

-- De que yo...yo era médium, de unos tipos que eran wispers y que tú me salvaste, poco más me contó...-- Habló Jihoon más relajado que antes, iba de apoco soltándose, pero igualmente sus palabras costaban en salir, en esos momentos le alegraba estar de vacaciones porque si esto mismo le hubiera sucedido en clases, de seguro reprobaría todas las materias, si ya en ese momento sentía su cerebro quemarse no quería imaginar con los trabajos agregados.

SooMin escuchó atenta a su hermano y entendió que sus padres le habían dejado la parte más difícil a ella, concentrada se perdió en sus propios pensamientos al punto de empezar a desaparecer de la vista de Jihoon, quien asustado de que su hermana lo dejara con dudas gritó para retenerla.

— ¡No te vayas! ¿COMO ME SALVASTE? ¿DE QUIEN TENGO QUE HUIR? -- Gritó asustado para luego votar aire aliviado de ver que su hermana volvía, ella no podía dejarlo solo ahora, quería entender todo ese mundo nuevo, quería saber quién era realmente y que debía hacer.

Jihoon se autodenomina una persona con fácil aprender, que se amoldaba a las situaciones y sabía cómo manejarlas aunque no supiera nada del tema antes, varías veces profesores en la universidad lo habían elegido de delegado o le habían encomendado cargos importantes por esa misma razón, pero ahora donde todo lo que su mente recibía era información sobre un más allá, un universo alterno, la vida después de la muerte y médiums, lo que más necesitaba eran respuestas que le ayudaran a reconstruir ese puente partido a la mitad que conectaban esta realidad con la que estaba tan escondida dentro de sí.