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Jihoon corría a la cafetería, había pasado dos días desde que la relación con SeungCheol se rompió, los fantasmas tuvieron que detenerlo aquel día del ritual, estaba tan enfurecido que decidió ir a por Soonae en ese mismo momento, los dos adolescentes se lo prohibieron a toda costa, recién había recuperado su débil vida, tenía que sanar lo que pudiera ser sanado, aprender a vivir si la mitad de su vitalidad.

Y aunque el pequeño se autoconvencía de que estaba bien, no lo estaba, aleatoriamente tenía recaídas, desmayos y noches donde su corazón dolía recordado a ese ilumminus que le robo sus sentimientos, pero tenía que hacerlos entrar en razón, ya no tenía miedo de decir quién era, invocaría hasta a Jisoo si eso los hacia entender que estaban en graves problemas, Soonae realmente era un demonio y no podía dejar que ganara, debía demostrar sus intenciones a toda costa, nadie podía estar de su lado, hacerlo sólo le traería problemas.

Miró por última vez su teléfono antes de entrar, eran las siete de la tarde, SeungCheol posiblemente ya se había ido a su casa con Soonae, pero era mejor así, primero tenía que apaciguar la furia de Mingyu y Wonwoo, sobre todo Mingyu, el alto tenía gran influencia sobre SeungCheol, si entendía el peligro que corría, posiblemente le ayudaría a hacer entender al mayor, conociendo a la demonio ya le estaría lavando el cerebro, tenía que apurarse.

Cuando llegó a la entrada de la cafetería empujó con fuerza la puerta haciendo sonar la campanita que avisaba de un nuevo cliente, los amigos de Cheol lo miraron enojados, él no tenía derecho a estar allí.

En el local no había nadie más que ellos, se notaban que estaban cerrando por el día, Mingyu estaba contabilizando en la caja registradora y Wonwoo se encontraba limpiando las mesas.

El más alto salió rápidamente de su puesto acercándose a Wonwoo quien se había quedado en el lugar mirando al más pequeño, Mingyu lo empujó detrás de él, había visto que le hizo a Soonae, no dejaría que un monstruo como él tocara a su chico de lentes, menos cuando volvió como si nada después de unos días, no cuando veía todo el daño que le había hecho a SeungCheol quien parecía sin vida a cada segundo.

-- Si vienes por SeungCheol él ya se fue con Soonae lejos de idiotas como tu...no lo veras más así que lárgate, en esta cafetería no eres bienvenido nunca más... – Habló Mingyu con furia, Jihoon rodó los ojos y suspiró intentando calmarse, casi había muerto por Soonae y lo trataban de monstruo a él.

Entendía qué ellos solo estaban viendo lo que la rubia quería, que ellos solo creían lo que la rubia quería que creyeran, pero eso de ser el malo y que no lo dejaran explicar lo tenía hasta la coronilla, se había esperado, había ordenado sus ideas, les dio tiempo para que se relajaran pues aquella pelea llena de mentiras que fue muy fuerte para todos, pero ahora les tocaba escuchar todo lo que tenía para decir, esto no tomaría más de dos minutos y salvaría a muchas personas.

-- No vine por él, intentar acercarme a SeungCheol con Soonae cerca sería una mala idea...necesito unos minutos para explicarles todo a ustedes, estos días han sido días de mierda con muchas malas interpretaciones.... – Explicó acercándose a la pareja quien de apoco retrocedía a sus pasos, Soonae les había contado como era, no dejarían que les lavara en cerebro con mentiras.

--Estas malditamente loco si piensas en vengarte con nosotros, SeungCheol te dejo por su cuenta, por tus actos de mierda, él es nuestro amigo y tu solo eres un insensible....me cansaste enano, te vas de aquí ahora mismo...-- Respondió el moreno empujando a Jihoon lejos de ellos tratando de echarlo del local, este miró a Mingyu quien lo acorralaba hasta la puerta de salida y con rapidez se escabulló hasta una de las mesas escondiéndose del moreno quien lo perseguía intentando atraparlo, quería explicar las cosas como humanos razonables, nada de poderes, nada de gritos.

El Medium ~• JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora