Recordemos la "relación" que tenía con mi mamá antes de venirme a Santiago, donde yo vivía básicamente sola con mis nanas y chofer. Mi mamá estaba muy preocupada en odiar a mi padre y en amar el alcohol y ciertas drogas.
Por obvias razones yo no quería saber nada de ella, no me interesaba realmente volver a tener cierto tipo de contacto. Me choca verla frente a mí con una sonrisa pacífica fingiendo que nunca pasó algo entre las dos.
Me quedé de pie mirándolos, no me tomé ni el lujo de saludarlos o de tomar asiento, no tenía ganas la verdad y además ella no se lo merecía.
-Mía- comenzó diciendo ella. La miré seria provocando que se moviera incómoda- vaya, estás más grande de lo que pensé.
-No me interesa lo que pienses de mí.
Se tensó aún más y mi papá me miraba con desaprobación, evité su mirada acusatoria y seguí prestándole atención a ella.
-Me gustaría salir a hablar contigo, contarte de lo que ha sido de mí y que tú me cuentes lo que ha sido de ti. Eres mi hija, la única que tengo y me arrepiento tanto de todo lo que pasó.
-¿De verdad crees que me voy a comprar ese cuento barato?- dije sin ninguna clase de arrepentimiento, sus palabras estaban lejos de conmoverme.
-Mía- llamó mi atención mi papá- es tú mamá.
-Ella me dio a luz, pero no es mi mamá. Mi mamá es la Paty, que hizo un mejor trabajo en estos últimos 6 años que ella en 17. Si me disculpan, no tengo nada más que hacer aquí.
Me di media vuelta moviendo mi pelo y salí de ahí dejándolos a ambos con la palabra en la boca. Tomé el ascensor y bajé para encaminarme nuevamente a mi departamento. Iba en el uber cuando recibo una llamada del Nico, respondo para no dejarlo preocupado, pero debo ser sincera en que tenía muy pocas ganas de hablar.
-Hola- respondo sin ánimos.
-¿Dónde estás amor?
-Me llamó mi papá, en la casa te cuento. Voy en camino- le tiré un beso, nos despedimos y corté.
Cuando llegué al departamento, me encontré con el olor a comida de frente. Sonreí sola y dejé la cartera en el sillón y los zapatos tirados en la alfombra para poder ir a ayudarlo. Lo abracé por la espalda y le di un beso en el cuello.
Esperé que me preguntara de por qué me había llamado mi papá, pero no lo hizo. Quiero creer que no lo hizo por respeto y no porque se le olvidó, el Nico podía ser weon, molesto y muchas weas, pero siempre había sido atento y no se le olvidaban este tipo de cosas.
Comimos hablando cosas banales, nada de gran importancia y al final, como él había cocinado la gran parte de las cosas, me ofrecí yo a lavar la loza. Cuando terminé de lavar la loza, él se fue a grabar y yo me quedé echada en el sillón viendo televisión.
Narra Nicolás
Decidí no meterme más en el tema de la Mía con su papá, obviamente había quedado metido con la wea, pero no insistiría. Habían pasado unos días desde eso y las cosas se veían normales, o eso creía.
Me encontraba solo en el departamento jugando Xbox One esperando a que ella volviera del supermercado. Siento que tocan el timbre y por esto pauso el juego y me levanto para ir a abrir. En la entrada me encuentro a una mujer de unos 50 años, pero muy bien mantenida. Usaba ropa bastante elegante, era rubia notoriamente teñida, pero no de esos teñidos indecentes, se notaba bien hecho; son cosas que sé porque la Mía en un momento me había dado una extensa charla de cómo notar teñidos mal hechos y bien hechos.
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Mía ll [Jaidefinichon GOTH]
FanfictionDespués de un pasado tomentoso, la lucha continua, pero... podrán terminarla juntos.