16.- Mía y Manuel.

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-¿Hola?- contesté mientras llevaba un pedazo de durazno a mi boca.

-Hola hija- me saludó mi papá- ¿cómo estás?

-Bien, ¿tú?

-Bien- carraspeo y adiviné de inmediato que algo malo sucedía- necesito de tu ayuda.

-¿Qué pasó?- le pregunté preocupada y él limpió nuevamente su garganta.

-La Paty está enferma y hoy es la comida de la empresa, no quiero ir solo y quiero que tú me acompañes- me pidió.

-Se extendió bastante el resfriado- comenté y me eché otro pedazo de durazno a la boca- No hay problema.

-Gracias hija, paso por ti a las 9 de la noche. No te diré que te vistas formal, eso ya lo sabes.

Solté una risa y me despedí antes de colgar. Caminé a mi pieza donde estaba el Nico echado en la cama ocupando el celular en una mano y con la otra rascándose su zona baja. Algo cotidiano.

Abrí mi closet y comencé a buscar mi ropa formal, quería confirmar que no tenía nada antes de salir a comprar.

-¿Vas a salir?- me preguntó.

-Mi papá me invitó a la fiesta de su empresa, la Paty sigue enferma.

-¿Me abandonarás en la noche?- me preguntó con pena, yo me voltee a verlo y le regalé un puchero- invitaré a los chiquillos.

-Me limpias todo- le advertí.

-Yo cacho que vamos a hacer un live, les preguntaré.

Encontré la ropa perfecta para la ocasión, por lo que no tuve que calentarme tanto la cabeza en busca de qué usar. Me quedé acostada junto al Nico viendo memes y haciéndonos cariño como buen día sábado. Cerca de las 7 de la tarde me fui a bañar y comencé toda mi rutina de preparación, la cual duraba cerca de dos horas, no es que fuera extensa, yo soy lenta.

Estuve lista exactamente 15 minutos para que dieran las 9 de la noche y no dejaba de mirarme frente al espejo.

-Deja de mirarte, estás hermosa- me dijo el Nico abrazándome por la cintura y besando mi cuello.

-Las mujeres de allá son tan peladoras que me da miedo- comenté frunciendo los labios.

-Ellas adorarían verse como tú- me inspeccionó y me regaló una media sonrisa- me gustas más cuando no te maquillas.

-¿Por qué?

-Porque cuando te pintas los labios no te puedo besar sin mancharme.

Me había puesto un labial rojo. Cuando dijo esas palabras me dieron unas ganas tremendas de agarrar su rostro y estamparle un beso que lo dejara sin respiración, pero no podía. Le regalé una sonrisa y él besó mi mejilla.

-Cuando regrese prometo llenarte de besos, pero ahora no puedo.

-Lo sé- el timbre sonó y el Nico fue a abrir.

Me apliqué perfume y tomé mi cartera y abrigo para ir a saludar a mi papá.

-¿Cómo está señor Undurraga?- le preguntó el Nicolás.

-Te he dicho incontables veces que me digas Vicente o por último tío- dijo mi papá cansado y yo solté una risa. Mi papá me miró y sonrió con una especie de brillo en los ojos- te ves hermosa.

-Gracias- dije tímida y el me dio un beso en la mejilla. Miré al Nico y besé sus labios de manera corta provocando que se manchara un poco- Chao mi amor.

Mía ll [Jaidefinichon GOTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora