Mía ll [Jaidefinichon GOTH]

6.- La historia se repite.

           

Toda relación tiene una recaída, pero juro que esto no se sintió como un pequeño problema, sino que muy por el contrario, para mí fue como que me arrebataran algo de mi alma, parte de mí. Porque así se siente estar enamorada.

Todo comenzó con el Nico actuando extraño de un día para otro, a veces no almorzaba conmigo, le había puesto clave al teléfono; cosa que nunca antes había hecho y lo sentía distante, no me regaloneaba o decía cosas bonitas como hace unas semanas atrás. Era obvio que algo me estaba ocultando, no se tenían que tener 3 dedos de frente para notarlo.

-Edgar, en serio. Dime algo si es que sabes, aunque sea una mentira-  le rogué.

-Mía, no tengo idea- soltó una risa al final de desesperación y bufó- tampoco hemos hablado mucho con él y sabes que si una persona sabe qué le pasa, es el Naiko.

-No, el Nico te tiene más confianza a ti que a nadie, no tires la pelota. Ponte los pantalones y dime.

-Mía, en serio no tengo idea.

-¡No me sirves!- exclamé y agarré mi cara- de verdad sospecho que me está cagando, me da tanto miedo perderlo.

-Mía, el Nico se pasaría de weon si te caga- me dijo con total confianza.

-Hay minas más bonitas y menos weonas que yo.

-Pero él solo te quiere a ti.

Me quedé en silencio y suspiré agarrando mi cara.

-Gracias, Edgar- dije sincera y él soltó una pequeña risita.

-De nada, te quiero.

-Yo igual- dije honesta y le colgué.

Ahora necesitaba apoyo femenino. Marqué el número de la Panchu y moviendo mis dedos en cierta secuencia esperé a que me contestara.

-¿Hola?

-Necesito contarte algo.

Después de eso, pasaron minutos eternos para la Panchu donde le contaba con cada detalle lo que estaba pasando, ella me detenía para pedir aún más detalles o para decirme lo que opinaba. Finalmente la Panchu me dijo lo mismo que el Edgar, que estaba exagerando y era imposible que el Nico me cagara. A pesar de estos consejos, no me quedaría tranquila, porque nada me quitaría de la cabeza eso, conozco hace mucho al Nico y ellos me están diciendo eso para tranquilizarme, o el Edgar para no inculpar al Nico ya que es su amigo.

(...)

Sábado en la tarde, ninguno de los dos tenía que salir o algo, así que decidimos comprar cosas para comer y ver películas hasta el amanecer. Antes de acostarnos y no pararnos hasta echar raíces el Nico fue al baño. Miré el mueble y ahí estaba su teléfono, iba a agarrarlo, pero mis sentimientos de polola cuerda me detuvieron.

Iba a entrar a Netflix cuando le llegaron varias notificaciones, de sapa entré a ver de quién se trataba. Si no lo revisaría vería la notificación como mínimo.

Ignacia: Necesito verte de nuevo

Ignacia: Algunas cosas quedaron inconclusas

Ignacia: Dile a la Mía que tienes que hacer un trabajo o algo, pero te necesito

Ignacia: *Carita triste*

Algo dentro de mí se hizo mierda. Me acosté aguantando las ganas de llorar, haciéndome la weona hasta que él volviera, ahí le preguntaría.

El Nico entró con una sonrisa de oreja a oreja y se acostó a mi lado abrazándome por la cintura y acomodando su cabeza en mi pecho-teta.

-Te llegaron varias notificaciones- le dije mientras vagaba por las películas.