-Lo lamento mucho, ¿Cómo está la Mía?- me preguntó mi mamá.
-Mal, horrible. Recién comió ayer un poco de pan y no habla, nada.
-¿Cómo no habla?- me preguntó mi mamá confundida.
-No habla, me mira y agarra mi mano o brazo, llora y duerme. Despierta en las noches llorando y me abraza, le doy un té y vuelve a dormir, para repetir lo mismo al siguiente día.
-¿Cuánto lleva así?
-Desde que se enteró lo de su papá, exactamente cinco días.
-Deberías llevarla al psicólogo.
-¿Cómo mamá?, ¿qué le digo?, mi amor, creo que estás mal y te llevaré al psicólogo. No puedo mamá.
Mi mamá me iba a contestar, pero escuché el llanto de un bebé y la única que tenía uno era la Rocío y ella estaba con la Mía. Besé a mi mamá en la mejilla y abracé a mi papá rápidamente para ir hasta ellas.
La Mía estaba sentada mirando sus manos distraída. La Rou al verme se fue con su hija hacia afuera y yo me quedé con la Mía. Me agaché hasta su altura y ella me miró.
-¿Quieres algo mi amor?- le pregunté y ella negó- dime algo que sea.
-No gracias- dijo ella en un tono débil y mordió su labio.
Lo miré apenado y suspiré.
Estábamos en la iglesia, ayer recién había llegado el cuerpo del papá de la Mía. Los abogados se acercaron a la mamá del Naiko, pero ella fue incapaz de darles una respuesta, la tía seguía demasiado afectada y no era para menos. El Naiko se había ido a vivir con ella por un tiempo y la Almendra no se había separado en ningún momento de la familia, nunca.
La Mía me había dicho que quería suspender la fecha del matrimonio porque no se sentía bien y tenía que ordenar su mente y corazón. Literalmente me dijo: "No soy capaz de celebrar algo tan hermoso como casarme siendo que estoy hecha mierda emocionalmente, perdona".
¿Qué le iba a decir?
Al día siguiente, en la mañana se realizaría el entierro. Eran las 7 y yo estaba arreglando mi corbata cuando la veo en ropa interior sentada en la cama, con la mirada perdida.
-¿Qué pasó?- le pregunté y ella me miró.
-El abogado de mi papá me llamó- dijo pausadamente- quiere reunirse conmigo.
-¿Tan pronto?
-Sí, me da miedo ir. No se siento lista.
-Si no quieres ir, no vayas.
-Tengo que ir- susurró. Más que como respuesta hacia mí, era como si ella misma se convenciera.
-Vamos a llegar tarde, vístete- le dije y ella me dio una media sonrisa.
-Créeme que no quiero ir.
-No te perdonarías nunca no ir y tampoco a mí por permitir que no fueras.
Ella se puso de pie, abrió su closet y sacó un vestido negro. Se lo puso lentamente y después se acercó a mí para que le subiera el cierre. Besé su hombro y ella se dio media vuelta para quedar frente a mí.
-Gracias por todo- dijo mirándome a los ojos y yo acaricié su rostro con dulzura.
-Me rompe el corazón verte así, pero no puedo hacer nada más que apoyarte.
Ella besó mis labios lentamente, caminó a su caja donde guardaba joyas y se puso unos aros de perlas junto con una cadena de oro. Peinó su pelo lentamente y lo dejó libre, dejando que se formaran sus ondas naturales.
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Mía ll [Jaidefinichon GOTH]
FanfictionDespués de un pasado tomentoso, la lucha continua, pero... podrán terminarla juntos.