9.- Una buena anécdota.

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A pesar de que las cosas entre el Nico y yo habían mejorado, ahora nos vemos mucho menos ya que tiene que trabajar y estudiar al mismo tiempo para ayudar a la Ignacia a pagar las consultas médicas y esas cosas. Al menos eso me beneficia a mí también ya que sobra plata para la casa y podemos darnos ciertos gustos, no todo es malo en esta vida.

Recuerdo que estaba haciendo unas guías para la universidad cuando siento que me llegan unos 40 mensajes en WhatsApp, miré el teléfono desde lejos con desgano y en un pesado suspiro me puse de pie para tomarlo y revisar quién insistía tanto en ponerse en contacto conmigo, los fans no pueden esperar.

Iba a ver el primer mensaje cuando entra una llamada.

"Roucío llamando"

Contesto y lo llevo con flojera a mi oreja.

-Hola- saludé y me encuentro al otro lado de la línea con sollozos, preocupándome de inmediato- ¿estás bien?

-Estoy cerca de tu casa, eri la única que me puede ayudar. ¿Estás ocupada?

-No, ven- me colgó y me llevé una mano a la boca en modo de preocupación.

Pasaron unos minutos cuando siento golpes en la puerta, fui a abrir y la Rocío se tiró sobre mí hundiendo su cabeza en mi cuello, sintiendo sus lágrimas. Acaricio su espalda y la llevo hasta el sillón, ella se sentó y fui a buscar un vaso con agua para que se tranquilizara, cosa que no funcionó. Estuvo acongojándose y sollozando por unos 10 minutos, no habló claramente en ningún momento, yo solo la miraba intentando adivinar qué le pasaba, pero fallé.

-Rocío, habla por favor- le pedí.

Intentó hablar, pero volvió a ponerse a llorar, cansada de toda esta situación me puse de pie y fui a buscar mi teléfono a mi pieza. Le iba a preguntar al Naiko qué le pasaba porque esta situación estaba saturando mi poca paciencia.

Mía: ¿Qué le pasa a tú polola?

Bloquee la pantalla y con el teléfono en la mano volví al living, la Rou me miró y sorbió la nariz.

-¿Estás mejor?- le pregunté y ella negó con la cabeza- si no me cuentas qué pasa no te puedo ayudar.

Comenzó a revisar su mochila y sacó una bolsa de farmacia con una caja en su interior que sabía muy bien qué era.

Oh, mierda.

-No me digas que...

-Sí, estoy embarazada.

-¿Cuántos meses tienes?

-No sé- la voz se le fue quebrando y pasó la mano por su pelo- Mía, sé que tú me puedes ayudar. ¿Qué hago?

-¿Cuáles son tus opciones?- le pregunté sentándome a su lado.

-¿Cuáles tenías tú?

-Rocío, estamos hablando de algo que pasó 6 años atrás. Eres grande ya y tienes casi un título universitario. No puedes querer las opciones que consideró una pendeja de 17.

-¿Qué harías tú?- me preguntó con los ojos hinchados.

-Tenerlo, tienes una relación de... ¿Cuánto llevas con ese weon?

-3 años.

-Bastantes años, Rou el Naiko te ama y sé que serán padres asombrosos, él te apoyará en todo, absolutamente todo y si es que no es así, tendrás el apoyo de todos nosotros, tenlo por seguro.

-Gracias-  me dijo ella reconfortada y me abrazó- ¿me pasas tu cama?

-¿Te sientes mal?- le pregunté preocupada.

Mía ll [Jaidefinichon GOTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora