CAPITULO 2: UN NUEVO HOGAR

4 1 0
                                    

Tuvieron que pasar más de dos horas para que los padres de Tom hubieran despedido al último de los invitados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tuvieron que pasar más de dos horas para que los padres de Tom hubieran despedido al último de los invitados. Cada uno de ellos expresó sus condolencias por el tremendo problema que les había caído encima, pero Jörg no dudaba que en nada de tiempo todo el mundo estaría enterado de lo acontecido. Y él no tenía manera de detenerlo.

Por el momento, dejaron de lado a Tom y Jörg y Diane se concentraron en saber de Bill. Gordon había sido el mejor amigo de Jörg desde hacía muchos años y no sabía cómo podría mirarlo a la cara luego de lo que su hijo había hecho. Pero armándose de valor, la pareja se dirigió al hospital a donde habían llevado al jovencito. Afortunadamente no tardaron mucho en llegar y se encaminaron de inmediato en búsqueda de Gordon y su mujer.

- ¿Cómo está Bill? – preguntó apenas estuvo frente a Gordon. Vio su ceño fruncido y comprobó que estaba aun furioso por el tremendo desplante que le habían hecho a su pequeño. Y no podía más que darle la razón. Si las cosas hubieras sido al revés, Jörg estaba seguro que en esos momentos estaría demandando la cabeza de quien hiciera sufrir a cualquiera de sus hijos. No dudaba que Gordon le pediría explicaciones y una solución inmediata.

- Aún no despierta. El médico dice que todavía está en shock. – confesó el padre de Bill lanzando un suspiro. Sentía una gran impotencia por no poder hacer nada para ayudar a su pequeño en esos momentos, por tener que simplemente esperar a que reaccionara y lograra asimilar esa información.

Eso era lo que más le preocupaba.

Desde niño, Bill había sido educado para complacer siempre a su esposo, para que su belleza fuera admirada y disfrutada por él. Había aprendido a no tener opiniones propias y en cambio, prácticamente lo habían programado para ser un simple títere en manos de su marido. Y ahora Tom se negaba a casarse con él, dejando al moreno sin posibilidad de poder estar con nadie más. Su hijo nunca podría ser feliz con nadie más, porque era imposible que su mente se liberara del poder que Tom tendría sobre él. Como padre, eso era lo que más le dolía.

Su esposa siempre había insistido en que simplemente educaran a Bill para ser un buen esposo, pero fue el mismo Jörg quien había insistido en que fuera completamente sumiso. Ahora se arrepentía de haber hecho tan mala decisión. Se arrepentía de haber arruinado la vida de su precioso y adorado hijo.

- Gordon... creo que tenemos que hablar. Sobre Bill. – dijo Diane, tratando de sonar lo más tranquila posible. Durante el camino al hospital había estado hablando con su esposo sobre lo que debían hacer ahora y esperaban estar tomando la decisión correcta. Y sobre todo, que Gordon aceptara esa decisión también.

- Lamentamos mucho lo que hizo nuestro hijo... - empezó Jörg, solo para ser interrumpido.

- No tienen ni idea de lo que ese niño malcriado ha hecho. – gruñó Gordon, pensando en maneras para lastimar al joven.

- Gordon, cálmate. Así no vamos a solucionar nada.

- Sabemos que no podemos hacer nada para... para que Tom se case con su hijo. – empezó Jörg, buscando la mejor manera de dar a conocer su idea. – Pero queremos que Bill se quede a vivir con nosotros.

Siempre Estaré Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora