Capitulo 64

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- ¡pequeña! - corrió hacía mi y me envolvió entre sus fuertes brazos. Reí y luego solté un quejido. Dios santo,me va a matar.

- Ariel, me aplastas- me quejé, el río y me solto.

- ¿Ariel? - su ceño se frunció levemente. Se veía tierno.

- Ares, Ariel- hice la comparación pero el no entendió - no importa- rode los ojos y me cruce de brazos. - ¿Que haces por aquí?

- bueno, me llego la noticia que mi prima favorita había vuelto de entre los muertos, así que vine a verla- dijo sonriente. Reí levemente.

- bien, ¿quieres un helado?

- por supuesto- me tendió su brazo como un caballero lo haría. Lo enrolle con el mío y empezamos a caminar.

- ¡EH! ¡A donde crees que vas sin nosotros! - mire sobre mi hombro y ví a mi guardian y a mi mejor amigo correr hacia mi.

- ¿esos quienes son? - pregunto Ares a mi oido.

- ellos son Dan- el cual llego gruñendo como perro rabioso mirando a Ares- y el es Evan- quien llego a mi lado y posicionó su rostro al lado del mio y miro atento a mi primo, como si fuera un bicho raro. Dan olfateo sín disimulo y luego volvió a gruñir.

- es un licántropo- afirmo Ares mientras miraba consternado el comportamiento de Dan.

- seh- asentí mientras miraba a mi guardian dar vueltas alrededor del Dios.

- ¿y este quien es? - mire de reojo a Evan, puesto que si giraba mi rostro lo chocaria con el de él.

- es mi primo chicos, Dan- lo llame- basta, control sobre todo- este rodó los ojos y se posicionó a mi lado. - chicos, el es Ares, Dios de la guerra y mi primito.

- pense que sería algo más...anticuado- murmura el vampiro a mi lado ya dejando mi espacio vital.

- yo igual- pronuncia Dan.

- Ares ellos son mis mejores amigos, falta uno pero creo que ya lo conoces- este sonrió y asintió.

- un gusto conocerlos muchachos. - saludo con cortesia y estrecho las manos con ambos imbeciles.- Kay y yo ibamos por unos helados ¿vienen?

- eso no se pregunta- sonríe Evan envolviendo su brazos derecho alrededor de mi cintura. Ares observo atento el abrazo y frunció el ceño.

- son...novios- asegura mientras mira nuestros rostros. Abro mis ojos como paltos.

- ¡claro que no! - gritamos, Evan, Dan y yo al unísono. Ares se sobresalta.

- ¿y porque te toma asi? - pregunta aun con el ceño fruncido. Claro, lo olvidaba. Un Dios de los años del metal. Ruedo los ojos.

- primo hermoso, estamos en siglo 21 y esto es comun entre personas de confianza- le aviso, el parece entender.

- y tambien en las fiestas locas donde te follas a cualquiera- aporta Dan. Lo fulminó con la mirada y miro de nuevo a Ares, esperando alguna respuesta negativa. Miro con precaución como se acerca a Dan.

- ¿donde son esas fiestas? - pregunta en un susurro, tratando que no lo escuche. Abro la boca indignada y le golpeo el hombro. Este ríe pero luego se pone serio. - de cualquier manera, cuando este presente, no la toquen más de lo necesario. Esto va para ambos. - su tono impone y suena a orden¿como no? No por cualquier cosa es el Dios de la guerra. Dan y Evan asienten como maquinas y se alejan de mi. Suelto una risilla y ahora es Ares quien me abraza por lo hombros. - bien, ahora que todo esta claro, vamos por los helados.

*****

Luego de que nos echaran por hacer disturbios de la heladería, los tres hombres se empeñaron en llevarme a casa. Segun ellos, me podía suceder algo a altas horas de la tarde. ¡La excusa mas tonta que he escuchado! Eran apenas las 3 de la tarde y ademas yo me sabía cuidar. ¿Pero que le iba a hacer? Si me iba sola apuesto a que ellos me persiguirian hasta verme entrar a casa de todos modos.

Ahora nos escontrabamos camino a la cabaña de Gabe. Les había rogado que me dejaran en la mansión Goretti pero se negaron rotundamente. Yo sinceramente no queria ver a Gabe ni en pintura.

- ¿entonces tu no bajas mucho a la tierra? - pregunto Evan sin apartar su mirada de la carretera.

- no, lamentablemente- respondió Ares mientras daba leves caricias en mi cabello.

- ¿entonces...no follas? - golpeo el cabezal del asiento frente a mi,donde se sienta Dan. Todos rien menos yo.

- no mucho- contesta con un gruñido de frustración. Esto es asqueroso.

- mi más sincero pesame- Dan voltea y mira con pena a Ares, este bufa y se encoje de hombros. Aprovecho y golpeo la nariz de mi amigo pervertido. Se queja y se reacomoda en su asiento. Sonrió satisfecha y recargo mi cabeza del hombro de mi primo.

- agresiva- se burlo Ares. Me encogi de hombros y aboztece, tenia sueño.

- llegamos- avisó Evan, el cual había estado callado casí todo el camino. Me parecía extraño y en parte me preocupaba.

Todos bajamos del coche, algo innecesario. Solo tenía que bajar yo. Me despedí de cada uno con un abrazo y beso de mejilla. Recibiendo gruñidos irritantes de parte de Gabe. Quien estaba recostado del umbral de la puerta y me daba miradas reprobatorias a cada movimiento. Ares lo noto y se acerco a él.

- Tu debes ser Gabe- aseguró, le tendió su mano. Gabe la miro y dudo, pero un gruñido mio le hizo estrecharla.- Ares, primo de Kay- se presentó.

- Gabe Becher, novio de Kay- miro a Dan y a Evan al decir novio. Estaba marcando territorio. Imbécil.

- he escuchado muchas cosas de ti- tosi falsamente y capte la atención de todos.

- bueno, ya es hora de irse. Gracias por todo- Sonreí y camine hacia ellos. Bese sus mejillas y los empuje hacía el coche. Se montaron y se fueron despidiéndose con sus manos.

- adentro, ya- ordeno Gabe. Rode los ojos y entre sin tocarlo.- ¿que carajos hacías con el idiota ese?

- ¿cual de los dos? - pregunte mientras me tiraba al sofa.

- sabes bien a quien me refiero el Dany o Darren como sea que se llame el maldito- gruñe, yo prendo la tele y me cruso de piernas.

- Daniel- corrijo.

- ¡como sea! ¡No me ignores maldita sea! - ruedo los ojos y miro atenta la receta que presentan. Se ve exquisito. Bufo cuando Gabe apaga la tele y se para frente a mi.- ¿donde estabas? - pregunta entre dientes. No respondo. - ¡¿donde mierdas estabas?! - suspiro y me cruzo de brazos.

- estaba en mi casa- dije con toda la seguridad posible. El ríe sarcástico y se acerca a mi. Me evalua y luego gruñe. Paree perro con rabia.

- estabas con el humano ¿verdad? - mire a otro lado. - ¡mierda! - vale, se enojo.

- estaba en mi casa- vuelvo a decir.

- ¿y tu moto? - alza una de sus abundantes cejas.

- pues... No tenia gasolina- vuelve a reir sarcásticamente. Doy un pequeño grito cuando se acerca a mi rostro excesivamente y toma mi barbilla con posesividad.

- deja de mentir nena- su aliento calido y mentolado choca contra mis labios. Aguanto la respiración y miro sus dulces, rosados y llamativos labios.- eres mía Kay, mía- entonces junta nuestros labios en un beso posesivo y salvaje.

Kay en la imagen :)

Tú...mi otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora