Capítulo 55

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Recosté mi cabeza en el hombro desnudo de Evan y suspire, sentía ese mal presentimiento. Solo significaba una cosa, nada bueno pasaría.

- ¿que pasa lobita? -- le dio pausa a la película y puso toda su atención en mi.

- siento que algo malo pasará --mire la pantalla plana, se veía a una mujer llorando. Mire a Evan, me miraba serio,pensativo.

- ven aqui-- abrió sus brazos invitándome a un cálido abrazo, acepte gustosa-- nada pasara, y si llega a pasar estare contigo, lo sabes ¿no? -- asentí en su pecho. Reanudó la película sin dejar de abrazarme, poco a poco cerré los ojos.

(...)

- ¡¿quien?! ¡Sera cabrón! -- me removí en mi lugar, abrí uno de mis ojos, estaba en el sofá, pero Evan no estaba a mi lado-- esta durmiendo, ¿en que hospital? -- la ultima palabra me alarmó, me levante del sofá y corrí hasta la cocina de donde venia la voz-- estare alli en.. -- se cayo cuando me vio en el umbral-- Kay.

- ¿que paso? -- me acerque a el, saco el móvil de su oreja y colgo-- ¿Evan que carajos paso? -- pregunte impaciente.

- es Joe-- me tense y asuste-- esta en el hospital-- mire su rostro, había seriedad, enojo, supe que lo decía enserio.

Salí de la cocina y corrí a la salida, tome las llaves de mi moto y salí del apartamento.

- ¡Kay! -- escuchaba los gritos de Evan atrás de mi, pero no me detuve-- demonios-- fue lo ultimo que escuche de el.

Baje las escaleras corriendo hasta que llegue al living, la recepcionista me miro raro pero la ignore, la entendía, ver a una chica con el pelo echo un desastre y un camisón de hombre junto a unos shorts no era normal, menos verla corriendo como loca.

Ya afuera me monte en mi moto y salí directo al hospital.

Una vez en el deje la moto en la entrada y entre corriendo, llegue hasta la recepcionista y pregunte por Joe.

- ¿usted que es del paciente? -- pregunto con tranquilidad.

- su novia, ¿donde demonios esta? -- estaba impaciente, enojada y preocupada.

- le pido que se tranquilice para poder verlo necesita esperar a la hora de vis..-- la interrumpo de inmediato.

- ¡y una mierda! ¡¿donde esta mi novio?!-- me miró asustada y luego a su computador.

- habitación 152 piso 2-- dijo apresurada, la fulmine y salí corriendo a las escaleras, las subí y llegue al piso dos, para mi suerte el cuarto 152 estaba justamente a la derecha de las escaleras.

Entre y quise irme de inmediato, Joe, mi sonriente y animado novio estaba tendido en una cama, con maquinas para respirar y moretones por todos lados. Tape mi boca para evitar escapar algún ruido incensario y despertarlo.

Me acerque y lo observe mejor, estaba pálido, su labio partido, su ojo izquierdo con un gran hematoma y su ceja izquierda con una notable herida. Sus pómulos estaban morados y su frente tenia un herida larga pero no muy profunda.

Escanee su cuerpo, sus brazos tenían rasguños y moretones,su pierna derecha enyesada. Me dolía verlo así pero sabia muy bien quien era el culpable de esto, el olor impregnado en cada herida era de una sola persona.

Me incline un poco y bese suavemente sus labios.

- te quiero-- lo decía enserio,y no lo quería como un amigo, por lo tanto no dejaría que nada le pasase.

Me gire dispuesta a salir del cuarto. Me encontré con Evan y Dan a la salida , me miraron preocupados y con cierto temor.

- cuidenlo-- dije antes de pasarle a un lado, Evan tomo mi muñeca y me miro con real preocupación.

- no lo hagas-- lo mire a los ojos.

- dije que lo cuiden-- me solté.

- iremos contigo-- aseguro Dan-- no puedes ir tu sola, ni siquiera debes ir.

- ya dije, mas les vale hacerme caso-- me gire y salí de allí.

(....)

Toque la puerta con todas mis fuerzas, la misma empleada de la vez pasada abrió, no la deje hablar cuando ya estaba adentro buscando a Gabe.

Mire a mi lado y lo ví, en el sofá con la rubia en su regazo. La ira se apodero completamente de mi.

Camine a paso rápido hasta ellos y tome a la rubia del cabello, la arrastre a la puerta y la saque de la casa. No me hizo falta decir una sola para que comprendiera que era mejor largarse. Miro sobre mi hombro y luego me miro a mi, había temor en su mirada y no la culpo, hasta yo puedo sentir la obscuridad que desprendo ahora y sé, que mis ojos ya son rojos. Bajo su cabeza y salio corriendo sin decir nada, la observe perderse ente los arboles para luego encarar a Gabe.

Giré sobre mis talones dispuesta a poner en su lugar al maldito abusador que vive en esa lujosa y maldita casa. Pero no hace falta buscarlo, el ya esta ahí. En el umbral de la puerta estaba el, el cabrón mas grande del mundo cruzado de brazos.

- ¡tu! ¡Maldito infeliz de mierda! -- llegue hasta el y lo empuje-- ¡como carajos te atreviste a tocarlo! -- Gabe mi miro sorprendido para luego mirarme enojado.

- ¡¿es por el?! -- bufo-- te lo había advertido, nadie toca lo que es mio.

- ¡no soy tuya maldita sea!-- sombras empezaron a aparecer-- ¡JOE ES MIO Y TU NI NADIE LE VOLVERÁ A HACER DAÑO!-- mis palabras tiene efecto en el, puedo ver el atisbo de dolor en su mirada, pero no me importa en lo absoluto.

- ¿un humano? -- pregunta incrédulo y con sorna--una mierda como esa ¡¿por eso?! -- grita enojado-- al menos podías conseguirte algo mejor, algo que al menos me llegara a los tobillos ¡pero claro! Te gustan las mierdas ¿no es así? -- el veneno que escupe ha calado en lo mas profundo, Joe no es una mierda es una gran persona, que sea normal, un humano, no le resta nada.

Mi coraje aumenta, y lágrimas de ira me invaden quiero matarlo, hacerlo añicos por decir tal cosa de Joe.

- la mierda aquí eres tu-- siseo, mi voz es ronca y pastosa-- ni siquiera te atrevas a mencionar su nombre entre tus sucios labios-- respiro profundo pero la ira no se marcha-- ¡ESE HUMANO DE MIERDA COMO LO LLAMAS, ES MIL VECES MEJOR QUE TU! !EN TODOS LOS PUTOS SENTIDOS! -- mi voz es grave, exactamente como la vez que paso el incidente en el olimpo, ya no soy consiente de lo que pasa a mi alrededor, no veo mas que sombras y escucho gritos de dolor, no se que pasa. Trato de enfocar mi visión pero me es imposible, mi respiración se volvió irregular y el constante y rápido palpitar de mi corazón me tienen aturdida.

Es entonces cuando me dejo consumir por la obscuridad, me dejo caer en la inconsciencia.

Kay en la imagen

Tú...mi otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora