Las celebraciones, los festivales, la música, el color y la gente. Eso es lo que podía observar al salir del comedor. La plaza principal se había llenado de una orquesta, la gente danzaba penosamente en pasos complicados y vigorosos. Se había adornado con flores, papeles de colores y luces de color amarillo.
La noche había caído.
Pero esto apenas empezaba.
En la capital nunca se ha celebrado algo con tal potencial. Si uno del concejo llegaba al final de su puesto alguien más tomaba su lugar, se anunciaba en las noticias y al cabo de unas horas todo estaba normal.
Mientras Tania abría la puerta dejando salir a los ayudantes a poner la gran mesa de comida yo pensaba en todo lo maravilloso que es nacer dentro de la nación rebelde. Fiestas, celebraciones, ruido, música, ajetreo en general.
Aquí nunca me aburriria.
Así como pensé en todo eso, mi cerebro me indicaba en las cosas que deben de tomarse con cautela, como el alcohol y las peleas.
Avance unos pasos y esquive a unos bailarines que daban vueltas sin marearse.
Los niños corrían con tiras de papel de colores atadas a las manos y hacían que volaran con su rapidez.
Mi infancia fue aburrida, estricta y perseverante, dejando de lado lo de mis padres, los capitalistas somos así.
Siempre fui así.
Antes no me gustaba convivir con mucha gente en un mismo lugar, ahora me dan ganas de salir a bailar sin ni si quiera saber hacerlo.
-Por fin salieron- la voz de Tenash me saco de mi trance, volteo y me asiento la cabeza, el llega hasta mi- ¿Bonito, no?
-Si, la gente se olvida de los problemas, ¿cómo es que pueden ignorar al enemigo unos momentos?
Tenash sube y baja los hombros y luego se cruza de brazos.
-¿Tu como es que nunca dejas de pensar en eso?
Subo y bajo mis hombros. El sonríe.
-De la misma manera en que pensamos, aquí todo podrá tener un motivo para celebrarse, pero ¿porque no celebrar si a lo mejor el día de mañana perdemos la guerra?
Es una cruel realidad. Si el día de mañana yo muero, no sabré si realmente disfrute de mi vida ya que siempre me la pasé trabajando y siguiendo un objetivo.
-Vive el hoy y no te arrepentirás mañana, eso es lo que decía mi abuelo- Tenash continúa con su mirada fija en la gente.
Me miro las manos, sólo es una noche, deja de pensar en cosas, vivir el momento.
-¿Ya vas a empezar a tomar Tenash?- se acercan los demas chicos.
-Ni que fuera tu Ashing- le dice Tenash comparandose.
-¿Saben que prepararon para la cena? - Pregunta
Me miran.
-Sorpresa- digo indiferente.
Se quejan y ríen al mismo tiempo.
Seguimos platicando unos momentos más hasta que a Tania se le ocurre la maravillosa idea de ir a bailar.
-¿Sabes bailar?- me pregunta Tenash mientras nos adentramos en el bulto de la gente.
-No, ni si quiera había escuchado canciones enteras- le digo casi gritando, estábamos aún lado de la orquesta.
-De acuerdo, comencemos así...
Me tomo de la cintura, una mano arriba de su hombro y la otra en su mano.
-Empieza por mover los pies al ritmo de la música, derecha izquierda, adelante y atrás... -continúa.
Lo seguí y de un momento a otro ya estábamos completamente inmersos en la música. La canción se rápida, alegre, hace sentir olvidar.
Tenash y yo nos separabamos y volvíamos a unirnos en el centro, al compás del ritmo.
-¡Esa es mi chica!- escuche gritar a Tania quien también bailaba por ahí.
La canción terminó. Las personas abrieron la pista de baile. Tenash me tomo de la mano y me saco del centro para reunirnos con los demás.
Bailar es divertido, pensé cuando recuperaba el aliento.
-Buena soldado y también buena bailarina- comenta Tania- la caja de Pandora le dicen.
Todos echan a reír, menos yo claro.
-¿Pandora?- pregunto
-Si, ¿no has leído el libro?
-¿Libro?
-Tania recuerda que en la capital no hay nada de eso, aparte, no lo comentes con tanta libertad... -Tenash susurra lo último.
¿Pandora? ¿Libro? Palabras nuevas que en mi vida había escuchado, y eso que en el piso de aprendizaje avanzado tomé la clase de letras y redacción formal.
-¿Qué es un libro?- pregunto sin tener la más mínima idea de lo que pueda ser aquello.
-Luego te explico- me responde casi inmediatamente Tenash.
Aunque se que Tenash cumpliría su promesa de explicarme luego tenía esa curiosidad interna, podría ser un juego o mejor ¡música!
La noche transcurrió entre risas y cánticos. Ya había gente emborrachado y tirada por el suelo. La banda de un momento a otro dejo de tocar y después de la cena se dio el veredicto final del ganador en la competencia de platillos.
Los finalistas éramos Tania y yo.
A los jueces les había encantado la ensalada que preparó Tania, había que aceptarlo, estaba deliciosa, pero al final escogieron mi platillo.
Ashing fue por algunas botellas de alcohol y Tania sin poner resistencia alguna bebía dos sin parar. Empezó a decir incoherencias y a reírse como loca, en la capital, eso ameritaba un castigo, una llamada de atención, aunque me encontraba lejos, demasiado lejos de la capital tenía ese remordimiento de que en algún momento un guardia nos reprenderia.
-Ven Sam, sigueme- Tenash me tomo de la muñeca justo cuando Ashing y Tania competían, no recuerdo que hora era.
-¿A donde vamos?
-Tengo que explicarte algo
Nos aislamos y caminamos adentrandonos en el desierto.
Nos sentamos sobre la arena tibia y me concentre en Tenash. Sabía que era algo serio.
-¿Y? ¿Me vas a decir?- le digo
-¿Quieres saber que es un libro?- abrí mis ojos más de lo debido asenti enérgicamente.
-Bueno-continua- Un libro es, por fuera, un pedazo de cuero con hojas dentro, el cuero parece una tapa para proteger su interior. Lo divertido es lo que esta escrito en las hojas, cientos y cientos de historias del pasado e incluso del futuro, escritas a mano con tinta y pluma, o grafito según el autor. Un libro es como una aventura en tu cabeza, tener imaginación es lo único que se necesita para descifrar cada pedazo y encajarlo en la trama de la historia. El amor, la poesía, la aventura, la adrenalina, todo combinado en un tomo de simples hojas...
Tenash me relataba cada fragmento de lo que leía, con cada palabra yo me imaginaba historias, irreales que confundían a mi cerebro a crear una imagen en mi cabeza.
Animales fantásticos, princesas, Reyes y reinas, caballeros, principes...
Finales felices.
De un momento a otro, debajo de la iluminación de la estrellas y el relato de Tenash como fondo.
Me daban unas ganas inmensas de leer un libro
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Rebeldes
Ficção CientíficaEl juego de las mentiras continúa. ¿Ahora en quien puede confiar la hija de los Mondragón? Ella ya no tiene intenciones de ser un peón más, ahora tiene una expectiva bastante alta y nada imposible la cual alcanzar. Se convertirá en la reina que der...