Fearless
Capítulo Veintinueve.
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Pensaba ser indiferente pero no grosera. Salir un poco me haría bien. Miré a Justin.
- Biebs.. - dije mientras me recargaba en el marco de la puerta. Me miró.
- ¿Qué pasa? -suspiró furioso, pasó una de sus manos por su cabello castaño.
- Saldré hoy. Tomaré uno de tus autos..
- ¿Tú? ¿Sola? ni a la esquina ______. Olvídalo. -me dio la espalda para abrir su cajón y tomar su arma.
- Lo que pasa es que no te estoy pidiendo permiso. Lo que digas no interesa. Saldré si o si. -sonreí inocente. Es tu turno de sufrir, bastardo.
- Que no ____. No puedo pasar toda la maldita tarde pensando en donde mierda estarás tú y además tener en la mente lo que paso... - Se calló antes de continuar.
- Bueno vas a tener que soportarlo.
Entre a la habitación agarré mi bolso y me dirigí hasta la puerta y salí de la habitación. Baje las escaleras rápidamente sabiendo que el vendría por mi agarré la primera llave que vi y hice sonar la alarma para ver que auto era, El mini Cooper.
Salí de la casa justo en el momento en que Justin venía detrás de mí. Saque la mano por la ventana y lo salude mientras aumentaba la velocidad. ¿Qué haría hoy? Un día de relajación era lo que necesitaba. Llegue al centro comercial en 10 minutos y fui directo al spa, necesitaba que me consintieran. Entre a la tienda, estaba a punto de hablarle a la chica de la recepción cuando mi celular sonó.
- DONDE ESTÁS! - Espetó Justin sin ni siquiera darme tiempo de decir aló.
- Estoy bien biebs - Dije sensualmente - No te preocupes por mi.
- DIME EXACTAMENTE DONDE ESTAS.
- No te incumbe - Espeté - disfruta tu entretenido día - y el colgué.
Apague el celular para no recibir más sus llamadas, necesitaba estar lejos de él. Me acerque a chica y me llevo a área de masajes. Relajante, muy relajante, Salí de ahí luego de aquel masaje, compre ropa, Y estaba en la tienda de zapatos cuando vi a Justin del lado de la vitrina, con cara de pocos amigos. ¿Cómo rayos me encontró? Lo vi aproximarse. Mierda. Estaba en problemas.
- Hola biebs.
- ¿Por qué carajos no contestas el maldito teléfono?
- Estaba ocupada. ¿Cómo me encontraste?
- Rastree el auto.
- Eres más fuerte que el odio Justin, Solo quería un rato a solas, conmigo misma. - Frunció el ceño.
- ¿Te asfixio?
- Tómalo como quieras. - realmente estaba enojada, muy enojada.
- Fíjate lo que haces y dices ______.
- Eso aplica para ti también, Justin Bieber. - dije escandalosamente lento su nombre.
- No me hagas enojar, Winston. - exclamó tranquilamente.
- No me hagas explotar, Bieber. - le dije de la misma manera.
Levanté mis dos cejas al mismo tiempo mientras lo miraba a los ojos, mi mirada bailaba con algo de diversión, tomé mi bolso firmemente y salí de la boutique. Bendita sea la hora en la que aprendí a combinar el coraje con el sarcasmo. Este juego me está gustando.
Camine segura sin mirar atrás sabía que el vendría y se estarían haciendo las cosas a mi manera. Iba directamente a starbucks cuando lo vi, marco, y todos los miedos que había echado hace algunos días en el final de mi mente volvieron a salir. ¿Porque siempre cundo todo está bien el aparecía? Me quede quieta en el medio del pasillo, estaba en shock, y me empecé a sentir mareada, es como si el mundo a mi alrededor se hubiera detenido y solo él y yo estuviéramos en el.
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