Fearless
Capítulo Treinta y Siete.
- ¿Qué? ¿Pasa algo? -Le pregunte mientras me acomodaba en la cama.
- No... Solo, quiero dormir, el día estuvo largo...
- Buenas noches. – Suspiré acostándome a su lado.
- Igual para ti Justin.
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No estaba segura de nada, no quería ilusionarme, no quería enamorarme, no sabía si quería acostarme con un hombre que supongo jamás había hecho el amor. No quiero dejarle saber que estoy confundida. No quiero hacerme la débil. Me gire a ver a Justin, el permanecía dormido. Me sentía frustrada, feliz, asustada, conmocionada.
Estaba durmiendo en la cama de un hombre al que conocía hace poco más de una semana, y estaba sintiendo algo por el que me asustaba.
Sabía que si me llegaba a ilusionar terminaría con el corazón roto e igual que Lucia. Tenía que ser fuerte, tenía que luchar para poder sobrevivir a todo esto. Cuando lo acepté pensé que sería fácil, pensé que no caería en sus encantos, pero ahora estoy dudando de mi capacidad.
Me levanté a buscar un vaso de leche porque no me podía quedar dormida. Me serví y volví a subir. Decidí escuchar un poco de música para así relajarme y poder dormir. Estaba a punto de poner la música cuando un número desconocido me estaba llamado. ¿Quien llama a esta hora?
- ¿Aló? - Dije en un susurro.
- Puede que estés con Bieber, puede que estés en su casa, puede que te sientas protegida por él. Pero sabes que él no podrá contra mí ___... Cuando menos lo esperes tu estarás conmigo de nuevo y pagarás por todo.
Estaba en Shock.. Esa voz la podía reconocer en cualquier lado. El podía estar detrás de mí.
- ¿Co...co...co...mo lo sabes?
- Se todo. Sabes cómo trabajo ¿Y aun así dudas de mí? No estás protegida. Nunca lo estarás...
Dicho esto me colgaron y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas... La peor pesadilla estaba comenzando. Marco sabía dónde estaba, con quien estaba y hará lo imposible para tenerme de nuevo a su lado.
Sentí que me tomaron por atrás y salte de la cama mientras gritaba.
- Cálmate ____ -Dijo Justin medio dormido. Suspire tenía tantas cosas en mi cabeza.
- Me asustaste.
- No volverás a ver más películas de terror, ven acuéstate.
Me acomode de nuevo en la cama y me acurruque al lado de Justin, no sabía si decirle lo de Marco, Se pondría como un loco.
- Duérmete anda...
- Ya no puedo..
- ¿Qué?
- Dormir..
- _______, solamente es una película de te.. -lo interrumpí.
- Marco me llamó.
Sentí como los músculos de los brazos del hombre que estaba a mis espaldas se tensaban. El ambiente de la habitación giró y giró. Joder, tengo miedo. Nos quedamos callados unos pocos minutos, cosa que se me hizo eterna.
- ¿Porqué no me dijiste? -por fin habló. Su voz sonaba fría, distante, furiosa.
- No quería preocuparte.. -murmuré mirando las cortinas de la ventana iluminadas por la luna.
- ¿Y tragarte el miedo tú sola? -gruñó.
- No quería preocuparte.. -repetí en el mismo murmuro.
- ¿Que te dijo ese bastardo? -sonaba mas que furioso.
- Que.. -decidí voltear a mirarlo. Santa mierda. Me estaba mirando fijamente, con el ceño fruncido. Pero.. aun abrazándome. - Estando contigo.. -decidí darme un respiro, las lagrimas están a punto de salir. - No estoy segura. Justin, en cualquier momento puede venir a.. -sollocé. De un momento a otro Justin me tenía entre sus brazos, abrazándome.
- Todo estará bien -besó mi cabello. Lo miré.
- ¿Lo prometes? -susurré al mismo tiempo que pasaba mi mano por su mejilla. Ėl cerró los ojos en respuesta a mi tacto.
- Lo prometo con mi vida, _____. -susurró sobre mis labios. ¡Santa mierda! ¿En qué momento nos acercamos demasiado? abrió los ojos. Esos ojos color miel se clavaron en mí y todo cambió. Nos perdimos en ese beso.
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