Capítulo XVII

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A Sofía le dolía muchísimo la cabeza esa mañana, todavía recordaba con total claridad lo que ocurrió anoche, en su fiesta, en la que se suponía que tendría que haber disfrutado, tenía todas las papeletas para haberlo hecho, pero Adam y su amiguita lo fastidiaron.

No quería volver a pensar en él, no merecía la pena. Ahora se encontraba en una situación que no tenía ni idea de cómo hacer frente. Antes pensaba que podría haber hecho como si nada le importase, como si para ella también hubiese sido un juego, pero esa idea se le esfumó de la cabeza en el momento en el que recordó que había abofeteado a Adam. Se sentía mal por ello, no debería haber llegado hasta tal extremo, ella nunca hacía esas cosas, pero era lo que su corazón y sobre todo, su mano, le pidieron en ese momento.

Querría seguir durmiendo un poco más, o quizá durante todo el día, pero Marion iba a ir a verla esa mañana, dijo antes de acompañarla de vuelta a su habitación después de la fiesta, que traería algo para ella. Estaba ansiosa por saber qué sería, pero no tanto como lo habría estado en otra situación, como por ejemplo cuando con 7 años pidió por su cumpleaños la muñeca más bonita del mundo y sus padres le dijeron que tenían algo para ella esa mañana de cumpleaños, sus padres... Hasta el momento había tenido la cabeza demasiado ocupada y no le había dado tiempo de pensar en ellos, ¿habría sido egoísta dejándolos solos? ¿se habría equivocado?

Había pasado poco tiempo desde la última vez que vio a sus padres, pero ya sentía como si hiciese años que no los veía, quería muchísimo a su padre y a su madre y se sentía mal por haberse ido de su casa estando su madre tan enfadada, aunque si hubiese retrasado la marcha, su madre habría seguido igual.

Un toc toc en la puerta interrumpió sus pensamientos.

Era Marion y venía cargada de libros antiguos y muy pesados.

- ¿Qué es todo esto, Marion?

- Tus lecciones, aquí está todo para que puedas aprender a manejar tus poderes, antes de que me digas nada, sí, todo el mundo aprende solo leyendo estos libros, además, estas ediciones son las mejores, te explica todo muy claramente y no te resultará difícil aprender.

- Pe... pero, yo creía que alguien me iba a enseñar, un profesor, o algo...

- Esto no va así, aquí todo el mundo es autodidacta, no te preocupes, sabrás hacerlo.

- ¿Y en cuánto tiempo se supone que tengo que aprenderme todo esto? - dijo Sofía con una gran preocupación.

- No hay prisa, digamos que ya vas demasiado retrasada, así que esperar un poco más, no será muy grave.

Marion vio cómo Sofía bajó la cabeza con sus palabras.

- No te preocupes querida, aprenderás rápido, lo veo, sé que eres alguien poderosa, alegra esa cara. ¿Qué tal estás? Ya sabes... por lo de anoche.

- Estoy bien, no quiero hablar de eso, Marion...

- Está bien, te dejo sola. Volveré en un par de días para ver tus avances. Te recomendaría que no salieses mucho por aquí tú sola, podrías perderte, pero no sólo te lo digo por eso, aquí la gente engatusa fácilmente, podrían engañarte, hazme caso, no salgas - dijo Marion.

- Está bien, de todas maneras no me apetece salir, aquí estoy genial.

- Bien, entonces hasta dentro de unos días, Sofía.

- Adiós Marion - dijo Sofía cerrando la puerta después de que Marion hubiese salido.

Sofía estaba deseando empezar a leer aquellos libros, tenía unas ganas enormes de aprender.

Con la salida del Sol - NO CONTINUARÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora