Nuestro Lado Sentimental. -MakoHaru-

Perdóname. Parte 1.

Desde ya me disculpo por los errores que vayan a encontrar.

Estos ** son cuando narra Haru.

Estos ## son cuando narra Makoto.

#Miré hacia ambos lados antes de salir de casa. Con cautela, di los primeros pasos hasta la calle.

Por suerte, no vi ese molesto chico por ningún lado. Comencé a caminar con tranquilidad. Estaba libre. Por un día podría ir a la escuela sin preocuparme por ese maldito acosador.

Suspiré.#

El castaño se metió las manos a los bolsillos. La mañana era fría y sentía sus dedos congelarse.

A esa hora todos dormían. Ni siquiera había autos en la calle. Tanto que, Makoto parecía ser el único habitante en aquel lugar.

Sólo camino unas cuadras hasta llegar al lugar donde debía doblar, ahí donde vería si continuaba solo o no.

-¡Makoto-san!-Y miles de pasos acompañando al grito.

#Genial.#

El malhumorado chico volteó sólo para encontrarse con el horrible y patético rostro de su compañero.

Le molestaba. Le molestaba su sonrisa estúpida, su cabello revuelto, su ropa mal arreglada. Pero, sobre todo, aquellos ojos tan azules como el mismo cielo. Como si pudieran ver más allá, dentro de él.

Su rincón privado. Su lugar prohibido.

-¿Por qué no simplemente desapareces?-Bufó. Cansado de ser seguido todas las mañanas por el mismo molesto chico.

#No solo debe perseguirme en la escuela, sino también en el camino hacia ella.

A donde voy, él está ahí.

Aunque...

Tenerlo detrás de mí por tantos años, ya es una costumbre.

-Makoto-san, ¿cómo durmió? ¿Se siente bien?

-Estaba bien hasta que llegaste-contestó.

El muchacho de cabello negro como el carbón solo guardó silencio.

*Hoy está más hostil de lo normal. Me pregunto si habré hecho algo que lo hiciera enojar.*

-¿Debería irme...?-Susurró. Se arrepintió de haberlo dicho, ya que conocía la respuesta.

-¿Por qué no preguntaste apenas llegaste? Ya estamos en la escuela-Makoto se detuvo en la entrada y frunció el ceño.-Bien, cumpliste con tu tarea como acosador. Espero no verte en todo el día.

Se dio la vuelta y entró al lugar, dejando a Haruka solo.

#Si no le pongo límites, seguirá fastidiándome.#

Entró al salón de clases para dejar sus cosas.

-Buenos días-dijo al abrir, pero no había nadie.

#Intento levantarme lo más temprano que pueda para no tener que encontrarme con el muchacho de pelo negro, pero, siempre fracaso en mis intentos de evadirlo. Es imposible.

Pero, ya no es solo eso. Últimamente lo veo en todos los lugares a los que voy. Ya no es solo por mí, a veces mis amigos se asustan por sentirse perseguidos.

Debo parar esto de una vez.#

-¿Makoto-san...?-El castaño cerró los ojos con fuerza y apretó los puños.