Armonía Preestablecida

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Pese a no haber dormido prácticamente nada, Add se sentía fresco, y hasta cierto punto entusiasta aun con todo y los pronósticos desfavorables referentes al chip Nasod. Luego de la partida de Elsword y Elesis, se integró al resto de sus camaradas para almorzar, el menú; sobras de la comida y cena del día anterior: melocotones dulces, galletas saladas, bollos de queso y pan de avena.

Tanto Ciel como Lu parecían ya haberse integrado completamente sin la menor pizca de esfuerzo, ya habían quedado bien demostradas que las aptitudes culinarias de Ciel eran asombrosas, básicamente, él se había hecho cargo del almuerzo por su cuenta, pero no fue sino hasta que una infusión extraña de color verdoso fue a parar a los vasos de cada uno de los integrantes del gremio, que quedaron finalmente zanjados sus conocimientos en herbolaria. Mismos que Rena alabó.

-Pruébenlo- instó el joven –sabe mejor de lo que parece-

El color del potaje era similar al del césped, pero la consistencia no parecía grumosa, y el mayordomo diabólico les informó que les ayudaría a mantenerse activos.

Add se decantó por imitar al resto, y probó solo un poquito, de inmediato un cosquilleo agridulce le bajó por la lengua, enseguida notó la consistencia amarga de las hierbas usadas, al parecer, la bebida tenía una notable cantidad de jugo de piña, aunque no lograba descifrar si lo que daba el color a la misma, era algo similar a la alfalfa o realmente se trataba de césped fresco.

Prefirió pasar de ello sin hacer preguntas.

De momento, el liderazgo del equipo recaía en Raven y Rena, como sucedía siempre que Elsword o Elesis no podían.

Rena  poseía unos dotes de mando maravillosos, aunados a su carisma y su habilidad de manipulación, Raven era la voz de la experiencia, de la mano con sus años de liderazgo como mercenario, aunque sin lugar a dudas, Ciel también contaba con aptitudes para el mando, y bastaba con mirar a Chung un instante para darse cuenta de que, a su corta edad, también podía llevar el liderazgo bastante bien, había que ser muy despistado como para no darse cuenta de detalles como esos; en cuanto al chico de los Dínamos, el solía ser uno de los cerebros del grupo, aunque nunca se miró a sí mismo como un líder.

Por otro lado, Eve parecía mucho más abierta con él, esa mañana no se olvidó de regalarle un cortés buenos días; ambos intercambiaron un par de miradas de vez en cuando aquella mañana.

-Tenemos trabajo- ordenó Rena mirando severamente a los demás –Necesito que usen algo de su tiempo libre para averiguar todo lo posible en esta villa, hablen con la gente, entrevisten a los tenderos, hablen con los niños si es necesario, cualquier detalle puede venirnos bien-

Bajo las diligencias de la mujer elfica, se les instó a no ser demasiado abiertos, a ser cautelosos y muy discretos, pero sobretodo, si notaban alguna conducta sospechosa, lo notificaran de inmediato. Ni bien terminó con el dictamen del día, los otros comenzaron a dispersarse; enseguida, Rena examinó al científico albino de arriba abajo, con un gesto le indicó a Raven que lo necesitaba un instante, a modo de apoyo.

-Add...- llamó ella -¿Podemos hablar contigo?-

El chico fingió desinterés,pero le era extraño que Rena le pidiera charlar.

-Bien...- contestó.

-Vengan- señaló Raven afuera –Allá nadie nos interrumpirá-

Add les siguió sin saber muy bien que esperar, para sus adentros no pudo evitar ponerse tenso, de pronto una pregunta, hecha con las palabras más amables le cruzó la cabeza:

-¿Add, recogiste por casualidad algo de aquel Nasod?-

...

"-Entonces, ambos se dieron cuenta-" pensó, reafirmando sus cavilaciones, ellos estuvieron cerca de Eve y el todo el tiempo.

Código NasodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora