Lazos

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El instinto más básico de un ser vivo es su propia protección; su seguridad y la de sus semejantes. Eso era algo que Eve comprendía, lo que le pareció sorprendente, fue la tamaña cantidad de planos de desarrollo armamentístico que poseía Add. Ese hombre joven se estaba armando hasta los huesos, y muchos de esos mecanismos tan sofisticados, eran solamente prototipos basados en el desarrollo de drones de combate; pero honestamente, desde la perspectiva de la reina, eran prototipos muy ingeniosos. Muy bien fundamentados dentro de las leyes de la ingeniería Nasod.

Si Add ya era una persona extraña de por sí, ese detalle era un más curioso.

Muchas de esas herramientas bélicas, eran re-adaptaciones de material ofensivo básico de su época como monarca. Ese hecho la invadía de curiosidad, así que continuó observándole, con perplejidad, mientras toda la atención del otro seguía en los planos y en el lenguaje de programación de su Sistema.

Por otro lado, Add no dejaba de trabajar para superar sus inquietudes nocturnas.

Dentro de su cabeza, la idea de que el hombre con el que trabajó en conjunto por los residuos miserables de información del Núcleo de Altera desde su salida de su guarida dimensional, hasta el hallazgo de Eve, y el sujeto que fue el primero en intentar matarlo luego de siglos de encierro; estaba muerto.

Había recibido su merecido, murió como vivió, igual que una cucaracha. Daba tanto quien se hubiera encargado de él, les había hecho un favor.

¿Entonces qué lo sofocaba?

¿Era que acaso, estaba resentido por no haberlo matado con sus propias manos?

Tuvo la oportunidad y no lo hizo...

Add se había comprometido con un ideal nada más comenzar su aventura, y esa meta, implicaba volver sobre sus pasos en el tiempo, para vengar a sus seres amados. Dijo que lo haría; creyó contar con la capacidad para acabar con vidas humanas y Nasod; pero va y resulta que el poder de la ira se agota, y permanece vigente durante un tiempo. El odio da un gran poder, pero solo durante un limitado lapso de tiempo, luego de eso nada queda; salvo un miserable y deprimente vacío existencial. El asumió incluso esas consecuencias y creyó estar listo anímicamente, como para cargarse un trabajo tan monstruoso como ese.

Sin embargo, el hecho de no haber podido asesinar a Wally, aun cuándo lo tuvo a su merced, aun cuando éste había intentado matarlo, luego de que ese hombre le usara como una herramienta, le dio a entender que tenía el corazón demasiado blando.

¿Era eso sinónimo de que, él era débil?

Detestaba pensar en eso, por eso mantenía su mente ocupada, trabajando constantemente para olvidarse de esos pensamientos nada gratos para él; como que por ejemplo, poco a poco le iba tomando gusto al hecho de viajar en grupo. De tener gente con la que se veía forzado a convivir todos los días...

...De tener a la única Nasod de élite sentada junto a él. Sentía su mirada, y no se atrevió a devolverle la suya, por temor a distraerse, a perderse en ese intenso mar de oro.

Las cientas de manifestaciones holográficas eran apreciadas por Eve, tratando de comprender que motivaba al científico Nasod a crear tanto material bélico.

De seguro, él había pasado por una situación traumática. Y era una opción muy viable de considerar, ya que mostraba un enorme deterioro anímico. Desde que le conoció se percató de que había algo en el que no funcionaba; era como presionar el interruptor que en circunstancias normales, encendería en serie un sistema de bombillas y que de pronto, éste presentara un falso contacto. Eve permaneció impasible, a su lado, mirándole trabajar sin descanso. Add se sentía grato con su presencia, y así permanecieron un rato más, mientras la Nasod reflexionaba un poco.

Código NasodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora